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La dependienta más maleducada que vi en mi vida. No hace ningún tipo de esfuerzo por hablar bien, llegando incluso a tratar mal. Cliente habitual de años que no vuelve.
Atención buena, local muy nuevo y bien cuidado. Pedimos dos empanadillas de atún de hojaldre a 1.60 cada una. Buenísimas. Lo único que no tienen mucha variedad de estas, a lo mejor tuve maña suerte jeje. Pero la que había de atún 10 de 10.
Mi mayor vicio sin duda alguna es el pan! Y descubrir las variedades de Porto panaderos ha sido para mi.la perdición! Lo recomiendo 100% por su calidad siempre y sobre todo por sus sorprendentes combinaciones con las harinas. (la bolla de centeno y yo ya somos inseparables). Y por último destacar también sus roscones, frescos, tiernos y con el sabor de siempre, de sentirte en casa.
Muy mal, hay una señora rubia, con gafas, que es una maleducada, espero que no sea la jefa, ni la encargada porque entonces apaga y vamos. En diciembre cogimos unos trozos de tarta de queso, tenía una en las neveras bajas que le faltaban trozos y otra entera en la nevera alta le pedimos por favor que nos diese de esta y se puso a levantar la voz, que es la misma y voy rellenando para la otra (mentira, pues la de la nevera alta estaba entera) y siguió con su repertorio, había más clientes. Por supuesto, nos llevamos la que estaba entera (ese día tuvimos una pérdida y el cerebro no estaba fino, pues era para poner una reclamación). Obviamente, para no volver. Esta clase de gente no debería estar cara al público. Todos tenemos días mejores y días peores pero los demás no tenemos la culpa.