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Bar tipico en la ciudad con ambiente familiar y muy buena atención, ambiente y producto. Me encanta el vino en porron y cada que tengo invitados los llevo allí.
Esta opinión está escrita por la experiencia de dos dias distintos. El primer día pedimos 2 vinos y nos pusieron ( el camarero)las cacahuetes dd cortesía que siempre me pusieron todas las veces que fui siempre que trabajé en la refinería que fueron muchas, después tomamos un porrón y nos fuimos, bien , me pareció que había menos gente que antes siendo viernes pero como siempre El domingo por la mañana volvimos , estaba solo el señor mayor que es el dueño atendiendo, pedimos , mi pareja andaluza va al servicio, el dueño me trae las consumiciones y me pregunta si quiero los cacahuetes, evidentemente digo que si, las mesas de al lado todos con cacahuete sin preguntas, a la hora de pagar me cobra un euro por los cacahuetes Se lo pregunto y me dice que los cobran siempre, le digo que el viernes no, dice que se equivocó el camarero. Yo pararía unas cien veces a través de los años allí, jamas me las cobraron , resulta que escucha el acento de mi pareja y como somos turistas pues a aprovecharse, yo soy asturiano y hablo parecido, se lo eche en cara y no me verá el pelo más No es por el euro es por el detalle, así me explico que tenga menos gente que antes, una pena los porrones de vino dulce están buenos
Llevo toda la vida viniendo al priorato, tengo recuerdos muy de niño en estos bancos de madera mientras mi padre se tomaba un porrón. Ahora sigo visitándolos cada vez que voy a Coruña.
Que recuerdos de juventud. Como no tomarse un porron, ayer estuve y recordando. Es un sitio al que hay que ir. Sobre todo porque está buenisimo el porron, y porque es casi volver al pasado.
Lugar enxebre de Coruña, rodeado de establecimientos modernos donde degustar mariscos y albariños, sobrevive este lugar emblematico, con raíces arraigadas que nos llevan a otro tiempo, con un simple vino dulce y sencillos cacaguetes. El baño de los hombres es como el de mis bisabuelos, de fuerza, el que no sabe que es eso ni se moleste, si lo ve Almodobar flipa.
El Priorato es un sitio de visita obligada en Coruña.
Es como retroceder 50 años en el tiempo con un porrón de vino dulce (cuidadín, que te manchas) y unos cacahuetes, en un local sin apenas cambios con respecto al original: piedra y madera. Olor a tierra y antigua vinatería.
El baño es todavía de los de agujero en el suelo, así que sal de casa con los 'deberes' hechos.
Tranquila, sencilla, y antigua bodega donde puedes degustar entre otros muchos vinos un vino dulce increíblemente.delicado y sabroso servido en un pequeño porrón y acompañado de un cuenco de cacahuetes tostados en un maravilloso ambiente.familiar.libre de ruidos.o. Extrindentes conversaciones. Un.lugAr muy tranquilo.y ÚNICO.
Bar de antaño que no pierde su esencia. Porrón de vino dulce acompañado de cacahuetes. Precio medio y personal atento. Ideal para una primera parada en la noche coruñesa y dialogar con los amigos.
PARADA OBLIGADA! No puedo subir a Coruña y no pasar a bebernos unos porroncitos! La botella para llevar un poco cara para lo q es. (De 75cl y 7€) pero para quienes no pueden venir no queda de otra.
Lugar entrañable, característico y mágico del casco antiguo. Pises donde poses siempre hay cascara de cacahuetes. El WC de señores es vintage-retro, no apto para todos los públicos
El aperitivo estrella son los cacahuetes Vino dulce aceptable