Quinta do Ramo

Lugar de ensueño para bodas y convenciones y para todo muy recomendable tienen para dormir

Decepcionante, en el día de ayer se celebraron las bodas de oro de unod familiares. El trato recibido por la dirección de la Quinta fue lamentable y en muchas ocasiones chulesco por parte de Ignacio. Pretendían encerranos en una zona acristalada, la cual se encontraba a una temperatura excesiva, ya que se iba a celebrar una ceremonia y según ellos molestabamos. Sería porque nosotros éramos 50 y la otra ceremonia 130. El trato recibido por la responsable, Sonia, fue en muchos momentos prepotente y altivo. A la hora de la barra libre nos dijeron a los invitados que teníamos que pagar nosotros las copas cuando las mismas estaban incluidas en el evento. Sencillamente yo jamás organizaría ningún evento en esta Quinta, el que tendría que ser uno de los días más felices de tu vida de convierte en una odisea.

Trato pésimo. Nos han hecho pasar un mal rato a mi familia que no debería de ocurrir. No recomendado.

Fui a una celebración y el lugar no puede ser más bonito, con rincones acogedores y la organizadora del evento Sonia Rial hizo que todo fuera exquisito.

Sitio precioso para grandes eventos. Tanto exterior como salones cuidados y decorados con buen gusto.

La visita fue por la celebración de un evento y resultó ser un gran día, atención del personal, servicios, etc.

Fatal fatal estiven nunha voda ahí fai pouco, non recomendo a ninguén ese sitio, comida fatal pouca e non moi abundante e non moi fresco, o único é que os camareiros son majos e o sitio é moi bonito e grande.

No me gustó nada la experiencia que tuve en el sitio, sobre todo por el jefe. Daba la sensación de que faltaban camareros. La bebida tardaba muchísimo en llegar y si llegaba.
Demasiado caro para lo que es.
No es recomendable si queréis tener una grata celebración.

Sitio Excepcional. Atención personal - 10. Cocina y servicio optimo. Felicidades al equipo humano.

El sitio es realmente bonito, con unos jardines impresionantes.
Pero todo lo demás, al menos en nuestro caso, dejó mucho que desear.
Servicio y cocina Exageradamente lentos. Algún despiste en las comandas que dejó a uno de los comensales esperando por su plato alrededor de una hora (cuando todos los demás ya habíamos terminado). El embutido de la tabla no llegaba ni a mediocre.
Pero con diferencia lo peor, fue que se le pidió rape y sirvió rape bravo. Diferentes pescados con diferentes precios y calidad, pero lo suficientemente parecidos para que los vendan en algunos restaurantes sin mucho acierto, por decirlo suavemente. Aún encima le preguntamos al encargado si estaba seguro de que aquello era rape negro (Aunque nosotros teníamos perfectamente claro que no. No sólo llevamos 30 años comiéndolo sino que además es muy fácil de distinguir si se sabe cómo) y nos contestó que sí, sin el más mínimo atisbo de duda.
Un despiste se le perdona a cualquiera, que lo timen a uno, no.
Una y no más.

La comida, estaba alguna buena y otra no tanto y la calidad del servicio, sobre todo por la parte del responsable mala.
No lo recomiendo ni pienso en volver. Decepcionante

Este sitio é moi bonito, e a atención excelente. O menú é variado, e a relación calidade-prezo moi boa. O recomendo!

Al llegar, estando el restaurante abierto dentro de su horario, el propietario se acercó mal encarado a preguntarnos con malos modos a ver qué queríamos, que ya estaba cerrado. Preguntamos si al menos nos podría servir un agua y un café, y aún con peores modales, nos invitó a marcharnos. Nos quejamos de su falta de educación y del pésimo nivel de servicio, y el señor empezó a insultarnos. Sitio infame y nada recomendable.

Celebramos nuestra boda el pasado 7 de octubre y fue una experiencia maravillosa. Desde EL principio, la organización hasta el día del enlace fuimos tratados de forma exquisita. El día fue muy soleado y los jardines y el entorno fue la mejor decoración que pudimos desear, los aperitivos y el banquete exiquisitos; y, aunque es difícil contentar a todos los invitados todos aplaudieron la elección del lugar. Gracias Patricia e Ignacio por hacer ese día el día soñado. Sin duda nos vemos en las de bronce.

Pocos restaurantes tan agradables y con unas instalaciones tan acogedoras. Buena cocina y buena atención de Ignacio. Y después sales a la finca a tomar una copa y relajarte. Muy recomendable.

Un lugar precioso para relajarse unos días, puedes dormir y comer, unas instalaciones muy bonitas, decoradas con mucho gusto y elegancia y una finca muy espaciosa para estirar un poco las piernas paseando entre árboles y flores. Todo muy cuidado y con mucho mimo en los detalles, un placer haber estado allí y disfrutar de la hospitalidad de sus propietarios Ignacio y Marisa.