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El jefe se compromete a enviar albañiles y dice que lla me llamará. A los tres meses le pregunto que cuando vendrán y me dice: "quedaches de chamarme ti", y me cuelga. Y en una ocasión anterior se atreve a abroncarme por otro tema similar. Es un informal, y un experto en darle la vuelta a la tortilla y echarle la culpa al cliente.
Muy poca formalidad (llegan dos horas tarde sin avisar y solo arrancan cuando se vuelve a llamar después de estar esperando más de una hora por la mercancía) y muy poca educación con los clientes. Debido a una incidencia en el pago (hace falta ser idiotas para pensar que el cliente no va a pagar cuando la empresa sabe donde vive) tuve que soportar gritos y amenazas al teléfono, sin mediar discusión alguna. Les sobrarán los clientes, por que esta cliente es la última vez que compra en este establecimiento.