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Menú de comida casera, buena calidad y raciones generosas. He estado dos veces y supera expectativas, hemos ido con la niña hemos pedido plato para ellas, amablemente nos han hecho dos huevos con patatas.
El personal es ama ilícito y da gusto comer, o tomarse algo aquí.
No pidáis callos que te sirven garbanzos con dos pinchitos de callos. Nos sentamos en una mesa que no estaba reservada y literalmente el camarero, por llamarlo de alguna forma, nos invitó a marcharnos supuestamente estaba reservada. Diez minutos más tarde milagrosamente ya no estaba reservada. Si van dos personas te cuentan esa historia. La comida tampoco es gran cosa.
Fui a cenar. Al llegar, nos dijo él encargado que la cocina estaba cerrada, que solamente nos podía poner cosas frías. Casi no nos atiende. Tras pedir salpicón y empanada, se sentó a nuestro lado una familia. Para nuestra sorpresa e indignación, les dieron una carta, y les cocinaron: pulpo, tortilla de patatas, calamares. Y a otra pareja que llegó unos minutos después que la familia, directamente les dijo que no les sacaba nada. La comida estaba bien, pero el trato dado por este señor nos ha quitado las ganas de volver. No se puede dar ese trato a los clientes. Si la cocina está cerrada (circunstancia que entiendo, porque tendrán su horario) está cerrada para todos, no para unos si y otros no. El precio nada económico.
Está todo buenísimo. No importa lo que te guste comer porque seguro que te encantará. Yo he ido ya muchas veces y cada vez salgo más contenta. Esta vez fue el revuelto de jamón, champiñones y ajetes y el wok de pasta Udon. Otras veces pulpo, pintxos de los sábados, empanadas, pescaditos de la Ría. Suele tener mucha gente así que mejor reservad. Es de fácil acceso pues está en una zona semi-peatonal. Yo soy diabética y puedo comer allí perfectamente sin saltarme la dieta.
Muy mal. Muy antipáticos. Hemos intentado cenar dos veces y la primera, después de estar sentados un buen rato, creo que no sabían ni que estábamos, ni nos limpiaron la mesa. Los camareros como pollos sin cabeza.atendiendo bien a los clientes “de siempre”. El segundo día, y con cara de vinagre, a las diez de la noche, nos dijeron que la cocina estaba cerrada, no nos dieron ninguna opción, más que ADIÓS.
El responsable nos indicó con muy malas formas que la mesa estaba reservada cuando íbamos a preguntar si podíamos comer, e insistió que si no habíamos visto el cartel de "reservado"
Nos sentamos a tomar vermú y cañas y solo nos pone patatas al pedirlas, y la mesa de al lado les ha puesto tapas, se lo pedimos y nos trata de turistas diciendo que la zona es de tapas, ya tío pero puedes poner algo de picar, en fin pésimo
Comida mala. La camarera con muy mala cara y desgana. No sabe como están preparados los platos. Solo simpática con los clientes habituales. No volveré.
Comida riquísima a base de tapas, esos calamares y ese revuelto de grelos, excelentes. No se pasan de precio lo que ya es un puntazo en ésta época y zona de playa. Repetiremos
Hacía tiempo que no comía unas croquetas tan sabrosas. Son variadas y nos duraron un suspiro! Textura muy crujiente y relleno meloso. Realmente conseguidas. La tortilla rellena de jamón y tetilla también merece mucho la pena.
Generosas cantidades y muy sabroso todo. Buen precio y trato inmejorable. Acogedor. Nos encanto la empanada y las croquetas de marisco. Cerca del puerto de Bueu. Muy recomendable.
Increíble la atención recibida. Variedad de platos y sobretodo con el tema celiaco. Te preparan todo de tipos de platos sin gluten. Recomendable 100% si tienes intolerancia al gluten.
Terça feira 22 de Junho 2021, cheguei ao restaurante, para lá das 22 horas os donos foram incrivéis, simpáticos e profissionais. Recomendo o polvo á feira sendo e as croquetas caseiras, uma casa que nacio en Ourense en 1924 de referência para quem estiver por Bueu. Tiene un menú del día a 10 euros y un menú semanal, de 15. Los fines de semana para comer y cenar apuestan también por un menú de 20 euros. El de este sábado y domingo ofrece tosta de pulpo, gulas y gambas; vieiras a la gallega y lasaña de jabalí, boletus y castañas.
Comida casera de calidad. Las fabas con pulpo es una de sus exquisitas especialidades. Precios dentro de lo normal y personas del servicio muy amables.
Comparto la opinión q de este local tienen algunos usuarios. El camarero es muy mal educado! La ración de croquetas que pedimos deliciosa, pero no volveremos! Menos mal que en nuestra querida Galicia la gente como el no abunda!
Bajo la apariencia de un restaurante normal se esconde un verdadero tesoro. Comida riquísima, excelente servicio y precio razonable. ¿Que más se puede pedir? Cuando vuelva por Bueu los visitaré nuevamente.
Años de experiencia han logrado que sea un restaurante donde poder celebrar en familia cualquier evento. Para llegar al comedor hay escaleras, no sé si hay algún medio para que puedan subir
Las tapas que tomamos estaban bastante ricas, la camarera agradable. El sitio está bien, sencillo, sin nada destacable. Tienen un par de platos especiales para niños.
Raciones generosas y buen menú. No le doy 5 porque tras leer que el menú es de 10€ al final te ratonean 1€ más por menú no sabemos si por comer en tarraza o por traerte sin pedirlo 4 cachos de pan.