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Mala experiencia, preguntamos en varias ocasiones si les quedaba la paella del menú del día y nos confirmaron que sí.
Nada más sentarnos en la mesa el mismo personaje nos dice que no hay menú del día y que pidamos platos de la carta. Obviamente, nos sentimos engañados y nos fuimos.
Educamemte le explicamos a este personaje, que nos íbamos al no haber paella. Este personaje por llamarle de alguna manera, se enfadó y luego nos decía que sí tenía menú del día, de malas maneras y llegando a decir que él puede hacer lo que le dé la gana.
En resumen experiencia lamentable, este personaje da un trato lamentable. Tiene pelo blanco, es muy seco en el trato y al menos ese día llevaba una camisa coloreada. Menos mal que a este personaje le debe quedar pocos años para jubilarse (es una deshorra para la profesión), aunque tiene pinta del típico "agonías", que se piensa que al morirse se va a llevar al otro barrio el dinero que no ha disfrutado en vida.
Mientras esperamos también fuimos testigos de las malas formas que tenía con los camareros.
Menos mal que en Foz, sobran sitios mejores donde comer y donde dan un trato mejor al cliente.
A pesar de que los platos que se veían salir parecía que estaban bien, tuvimos que irnos por falta de servicio.posivkemente por saturación o falta de personal
Me dijeron un precio por un encargo y después tuve que pagarle al señor que me la trajo 1.50€ más por traerme la a casa. Es la primera vez que me pasa que me cobren el transporte en una comida que encargas, siempre me lo dan incluido en el precio y me lo han dicho. En fin me pareció muy caro una pizza mediana 13'50€.
Impresionante la calidad de sus productos e inigualable la atención tanto de Pepe como del resto del personal. El local muy agradable y limpio. Relación calidad precio perfecta!
Nada es lo que parece o recomienda el dueño.las croquetas caseras son congeladas, el pulpo duro y la parrillada de pescados no trae nada de.lo que te dice el camarero, pescados muy comunes y poco variados.nada recomendable el sitio.
Pésimo trato al cliente, si no eres de la zona el trato es despectivo. No puedes pedir platos del menú, pero si lo mismo a la carta. Pese a pedir a la carta las raciones son menores a las del menú. Ojo a la cuenta, también suelen cobrar lo que les viene en gana. Un sitio para no volver.
No lo recomiendo, una desorganización increíble en nuestro caso tuvimos que esperar mucho tiempo a ser atendidos entre plato y plato media hora, atienden primero a la gente que debe ser preferida, los camareros unos mirando para otros.un autentico desastre
Mi pesadilla en Foz fue el Restaurante Fina. No recomiendo a nadie comer alli. El dueño que se viste con una imitación mala de Chicote un mal educado. Miente en todo lo que dice él y sus carteles de comida. Pone un monton de comida que luego no tiene. Te dice que entra todo en el menú y miente. Cuando vas a pagar "sorpresa". Reclamas y viene el dueño a justificarse con un montos de milongas. Nota 0 en comida. 0 en servicio. 0 en educación. O en todo. Lo peor de Foz.
Ya habiamos comido aquí alguna vez con otros camareros y fenomenal, esta vez nos atendió un hombre creo que tuerto muy mal educado y de muy malas formas y nos fuimos sin comer.
En el exterior no se cumplen las medidas de seguridad. Las mesas están pegadas y literalmente se come espalda con espalda, pegados a la mesa de al lado.
Pasamos a comer en este "restaurante" guiando por los comentarios y menuda decepción, eran las 13 30h no había nadie más que nosotros en el " restaurante" y ya Le faltaban la mayoría de los platos que anunciaba en la carta de la calle, vergonzoso, pedimos paella y codillo, pues poco más habia, la paella escasa y el codillo parecía que Le habían puesto a dieta. Del postre ni hablemos, no entraba en el menú. En mi vida jamas había comido tan mal en ningún bar o restaurante de Galicia. Que verguenza, no lo recomiendo ni regalado.
Buena comida, sitio muy familiar, buenas hamburguesas, cerca de la playa. Suele llenarse rápido y a veces tardan un poco en atender, pero en general, bien.
Raciones caras y pequeñas xa lo q pagas. Jamás había visto croquetas de 2 cms, más bien deberían llamarlas mini-croquetas. Los calamares escasos y rellenan la cesta con patatas fritas xa aparentar que hay cantidad.
Son unos estafadores. No lo recomiendo para nada. Mala calidad y precio desorbitado. Además los aires de superioridad del jefe hicieron que la comida me supiese aún peor.
Un trato malísimo, no se organizan nada entre los camareros y te mienten para ganar más dinero, muy poco recomendable, se salvan porque estaba bastante rico.
Hemos ido dos veces. 1 fuimos a comer y estuvo bien, sin embargo, el dueño es muy desagradable, trata muy bruto al cliente. La segunda vez fuimos a tomar unas cervezas y delante nuestra vimos como maltrataron a una familia por querer comer paella y que no hubiera y el dueño contestarle "no hay paella, hay otras cosas. ". A nosotras por atender a esta familia nos quitó la sombrilla, estaba lloviendo y se la puso más a ellos que a nosotras. Terminó echando a esa familia y después como no ibamos a comer nos echó a nosotras diciendonos que a ver si nos ibamos porque tenía clientes esperando para comer y nosotras estabamos ahí tomando unas cervezas y queriamos repetir. No recomiendo ir por el trato al cliente, si por la comida. Una pena que alguna gente sea así de desagradable.
Patético.un engaño la comida muy regular y en el menú te cobran el postre aparte. El arroz pasado el guiso de decepcionante, encima de que estaba malo, utilizan la cabeza del pulpo y te traen el plato ya servido y con la cuchara dentro. No lo recomendable en absoluto.
En la puerta ponen que tienen menú hasta final de existencias, lo que no pone que tienen menú para quien ellos quieren, eso sí lo que hay en el menú a la carta si te lo sirven sin problema.
El dueño es un maleducado, no entiendo cómo puede llevar un negocio de esta manera, desde luego para no volver y por supuesto no recomendar a nadie y si vais revisar la cuenta que se suelen "confundir"
Muy buena comida, el precio estupendo. Pero con tanta gente que va, el menú puede terminar. Recomiendo reservar la mesa. Ahora necesitas pasaporte de covid para comer dentro.
Intentamos comer alli hace una semana, la actitud del dueño es muy pesada, y no soy la primera persona que lo comenta! No lo recomiendo para nada, en el muelle hay muchas mejores opciones.
El menú muy rico pero el servicio pésimo, muy lento, sirven los platos por etapas no a la vez para todos. Entre plato y plato pasan 15 minutos y desde q pides la cuenta hasta q la traen media hora.si tenéis mucha paciencia y no tenéis prisa es el sitio indicado.
Tuvimos que preguntar a tres personas antes de poder sentarnos, por un momento pensé que no querían atendernos. Menú del día por 10€ primero, segundo y bebidas. Sin postre. Pero por ese precio bien. La atención correcta. La comida correcta. Pero sinceramente ni para recomendar ni para repetir con la cantidad de sitios que hay por alrededor. El día anterior estaba petado, entiendo que por el precio que ofrecen.
Lo único bueno que nos dieron de cenar cuando estaba todo hasta la bandera, ni el servicio, más de 45 minutos hasta la primera tapa y casi hora y media cuando llegó la última tienen explicación. De la comida nada reseñable que decir. También se equivocaron con la cuenta. Por algo tenía sitio
Pésimo. Muy mal trato al cliente. Sobre todo el dueño. Le pregunto pos los platos del menú. Y me contesta q si no he mirado la pizarra, le digo que si pero que no me acuerdo de todos y el su contestación es. Pues vas bien de memoria maja. Perdonaaaa. En el rato de espera vimos pasar platos sin ningún sentido un descontrol vaya. Pues no recomendsmos
Comimos un pulpo a la brasa, chopitos y una parrillada de pescado. Todo muy rico y una relación calidad precio estupenda. El personal desde el dueño hasta los empleados de 10. Muy bien todo.
Son muy amables, rápidos, con unos precios ajustados y productos de calidad. Comimos unos percebes recién cocidos, unas almejas marinera y unos calamares a la plancha. Todo en la terraza.
Pongo 1, porque no puedo poner 0, entiendo que sea un bar de menú, pero dejar menos de 1 hora para comer, y echarte sin ni siquiera acabarte el vino y además de malas formas no me parece la forma correcta de tratar a los comensales. De ninguna manera merece la pena
No le puedo poner menos de una estrella. De la calidad de la comida no tengo ninguna queja, pero si anuncias un menú diario de lunes a viernes excepto festivos por 10€ y cuando te sientas y puedes la bebida te dice el camarero que hoy no sirven menú, porque mañana es festivo. Yo entiendo que es un negocio de temporada, que tienen que pagar muchas impuestos, pero que no engañen a los clientes.
Hemos comido hoy ahí y parecía que era una cámara oculta.
Primero, el camarero nos ha traído los platos de otra mesa, después otro camarero ha traído un caldo y ha derramado un poco de sopa al ponerlo en la mesa, sin siquiera disculparse.
Los segundos han tardado una eternidad; nos han tenido que preguntar dos o tres veces qué nos faltaba.
Cuando pedimos la cuenta, el camarero literalmente dice: "para la cuenta hay que esperar un poco porque dentro están liados con otras cuentas" (como si eso fuera Wall Street, abrumados por los números). Al entrar a pagar (ya viendo que se iba a eternizar) vemos a 2 mujeres "calculando" las cuentas a mano, pero no entendemos tal demora cuando tenían tan pocas mesas en aquel momento. Al pagar, oímos a otras clientas quejándose.
Menos mal que nos lo tomamos con humor y que la comida de sabor no estaba mal, porque la organización de este lugar no tiene ni pies ni cabeza.
Un trato exquisito por parte de los camareros.mucha variedad en el menú del día, con muchos platos de primero y muchos de segundos.las milanesas y el Raxo espectaculares
Trato fatal. Reservamos mesa. Le pedimos agua al llegar con urgencia porque hacía mucho calor y nos dice que no, que primero la comida. Pedimos un menú a compartir y no nos lo permite. Le decimos que medio menú al niño y a un adulto y nos dice que solo al niño… le digo que yo uno n me como y me dice que es lo que hay, que no lo va a tirar … me dice el dueño que si no quiero me levante y me vaya y se marcha sin acabar la conversación. Lo hago, con El Niño pequeño de 5 años llorando porque ni agua le dieron…vaya unas formas de tratarnos y más a un niño pequeño. No vuelvo!
Lamentable trato por parte del dueño, al cobrarnos justo, vino a echarnos y nos quedaba el vino entero aún, además de ello, tiene un trato muy desagradable con el cliente. Una pena porque la comida estaba pasable.
Si para vosotros todos días es festivo.quitar el cartel del menú del día. Por los demás.los camareros muy amables pero el jefe un soberbio muy antipático
Raciones nos parecieron escasas, de sabir los chipis estaban bien pero el raxo con queso era recalentado de microndas porque el plato ardia con el queso en los bordes ya hacia costra y reseco, en el fondo del plato un dedo de aceite. Otra cosa que no nos gusto es que te cobren 3€ por el pan y ni pregunten si queremos, o lo incluyes gratis o en todos sitios te preguntan si quieres pan lo que ya te están diciendo que se cobra.
Todo buenisimo, los chipirones encebollados y las almejas, de lo mejor que he comido en la zona. Buena calidad y trato correcto del personal. Tiene terraza (siempre lo pongo por los que, al igual que nosotros, van con perro)
El tirón es el menú del día a €10 y luego te canta el Sr los platos de carrerilla que se supone que le quedan. Acabas pidiendo raciones: la ensalada mixta muy pobre, los calamares de la ría contados en una cama de patatas, caros y escasos. Lo único decente el pulpo a feira pero no recomiendo el sitio
Pues no muy buena la verdad.no la comida. Qué con dos menús pueden comer cuatro personas, sino el trato. Ha sido carente y muy malas maneras. La verdad que no volveré. Y pongo una estrella porque lo exige. Aquí en Foz hay muchos sitios en dónde por 10€ comes muy bien y atienden con educación al cliente.
He leido opiniones recientes muy negativas. Pero yo debo opinar lo contrario. Nos hicieron un hueco en 5 minutos estando hasta arriba de gente. Nos atendieron rápido y muy amablemente. El camarero y camarera que nos atendieron fueron muy atentos y eficientes. La comida muy rica a precio moderado (comimos de menu). Hable con el dueño y me pareció un tipo estupendo. Muy "contundente" pero muy franco y campechano. Entiendo que cada uno opine como le vaya el tema, pero la nuestra fue muy positiva.
Fuí dos veces a comer. Una de menú. Variado y generoso. Y otro día un arroz con bogavantes. Aún me estoy chupando los dedos. Los camareros, hay que conocerlos para apreciar su amabilidad. De inicio, un poco toscos, pero luego sorprenden.
Cuando vas a un sitio a comer o a cenar lo normal es que te den la carta o un código QR para ver los productos y sus precios. Tuve que buscarlo en internet la carta que ha subido la gente porque el camarero te lo dice por encima y no sabes ni el precio. Pedimos un vino de la casa y para colmo la botella estaba abierta (en todos los sitios el camarero abre la botella delante tuya) pero en este caso no Una ración de calamares que para 15 euros que valía me pareció caro ya que te venían cuatro contados y los rellenan con patatas (para que se vea el plato lleno supongo) También pedimos carne a la piedra que la verdad que fue un plato que estaba muy bueno no tengo queja
Si sois de Madrid. No comais aquí. Primer comentario que oímos es madrileños asquerosos. Así que mejor irse a otro sitio quenhay varios al rededor me amables y de.mejir calidad.
Desgraciadamente, tropiezo con la misma piedra. Fuimos a comer en familia. El dueño haciéndose el simpático, cayendo en lo desagradable.
No nos dan carta ni código QR, sin embargo para la comida para llevar dan un díptico tipo fotocopia con la carta completa.el dueño nos recita unos pocos platos de carrerilla, solo pescados, nos dice que "preguntemos nosotros".
Por no levantarme e irme y fastidiar la cena, pedimos pulpo, pimientos de padrón, chipirones y zamburiñas.
El pulpo demasiado normal y escaso para ser tan caro, los chipirones normales, mucha patata frita, los pimientos de padrón, normales. No llegan las zamburiñas, cuando llevamos un buen rato esperando le comentamos al camarero que no han llegado y pedimos la cuenta. Nos dice que "si, están pedidas y ya están para salir las zamburiñas" una mentira gorda por que tuvimos que esperar otro cuarto de hora a que las trajese. Resumen: Lo de siempre, solo se puede ir cuando hay poca gente, en invierno te tratan mejor.
Mi opinión sobre este restaurante.os puedo decir que He salido sintiéndome estafado. Hemos pedido una ración de calamares (6 calamares contados, súper rebozados sobre una base de patatas refritas) y una ración de pulpo en el plato que te ponen un café con leche. Sin saber precios, porque "según ellos" no te pueden dar la carta por el covid. Nos han cobrado 15 euros por los 6 calamares con patatas y 17 por la tapa de pulpo. Indignante. HACER UN FAVOR A VUESTRO BOLSILLO Y NO VENGAIS
Tienen muy buenos productos en marisco pero una muy mala elaboración de ellos. Muy aceitosas tanto las Nécoras como las Zamburiñas. El aceite parecía de segundo uso y el sabor a mar inexistente. No es un buen sitio para comer marisco. En cambio, los calamares fritos y el pulpo muy buenos y sabrosos. Calidad precio pésimo, el precio total era merecedor de un marisco bien tratado y no lo que sirvieron.
No lo recomiendo. Los meseros parecen distraídos, pedí una hamburguesa de pollo y me la llevan de carne, pedí un acuarius y me dieron otra cosa UN TOTAL DESASTRE los camareros super bordes también. En fin solo fui uma vez y con eso bastó
Buen restaurante para el invierno y en época de baja afluencia. Hemos vuelto en verano y pese al covid solo tiene obsesión el dueño por llenar las mesas, saltándose la distancia de seguridad. La cantidad de los platos y la calidad mucho peor, comimos de menú y nos trajeron los segundos antes de terminar los primeros y lo dejaron en la mesa a pesar de q se iban a enfriar. Poca consideración y conocimiento de la celiaquia. NO LO RECOMIENDO, en las calles cercanas hay mejores opciones.
Buscando restaurantes por Foz decidimos probar suerte en éste, quizás por su gran variedad de menús que tenían, o quizás porque teníamos más hambre que los pavos de Manolo! En tal caso pedimos la comida (no diré lo que es, lo pondré en fotos) y las cantidades fueron enormes y no dejamos nada porque estaban riquisisimas con calidades excelentes! Fue un gran acierto, si vais a Foz no dejéis de visitarlo.
Restaurante con comida típica de la tierra y con la filosofía de las grandes superficies ya que les gusta atenderte a cualquier hora que te presentes es muy posible que encuentre sitio para comer además los platos que tienen están bien preparados solamente hemos visto un detalle que no nos ha gustado y es que un sábado tenían puesto fuera el cartel de menú del día pero cuando nos fuimos a sentar resulta que solo es para los días de diario y no para los fines de semana por lo que nos quedamos de todas formas pero ya te quedas con ese mal sabor de boca
Ofrecían menú y una vez en la mesa nos decían que no lo tenían, a parte de un carácter chulesco con el que prácticamente te invitaba a irte. Nada recomendable por el trato
Trato deplorable. No están preparados para atender educadamente a lo clientes. Es lo que tiene la falta de profesionalidad. Está claro que en su casa pueden mandar, pero lo que nunca se puede es levantar la voz a un cliente, y menos sin motivo. Llevábamos varios años yendo y la situación que vivimos fue vergonzosa. No nos atendieron después de pedir mesa tres veces. Pero si querían atendernos para pagar sin haber consumido. Hay más sitios para comer como él nos dijo
Es la tercera vez que vengo en estas vacaciones, el trato fenomenal, te sientes como en casa, tanto de la carta, como el menu muy bueno y amplio, servicio rapido, eficiente y personal comprometido, volvere sin duda.
Prácticamente lo unico para comer era carne y pescado, escasas ensaladas ademas de que este restaurante no disponía de pasta como lasaña, macarrones, etc, lo único una triste ensalada de pasta. Trato regular.
Llegue, pedí mesa. Espere, seguí esperando, seguí esperando a que alguien hablara si me daban mesa o no, supongo que todavía la andan buscando entre la docena vacía que tenían, naturalmente me fui. Vi caos, al dueño controlando lo incontrolable y a los camareros de brazos cruzados porque no les dejaba hacer nada. Si así estaban los montes, como estarían las cumbres.