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A pesar de que llegamos a las 4 pm, fuimos atendidos con mucha cortesía por parte de la Sra. Esther quien amablemente nos atendió. Pudimos degustar una empanada de Bonito y una Tortilla. Muy bueno todo
Matrimonio encantador, tortilla la mejor que he probado en 55 años, calamares ricos, jamos asado bueno, almejas a la marinera sencillas pero excelentes, buenos mejillones (de la zona), y los filetes empanados como se hacían en casa hace años. El vino barrantes muy bueno y la caña excepcional. Gracias
Hemos vuelto después de dos años, y la verdad sigue sorprendiendo este sitio. Mejor servicio. Esther y Gilberto muy simpáticos y majos y la calidad de la comida es asombrosa. Desde luego mejor sitio. No duden en comer aquí.
Estás como en casa, siempre bien atendido, despacio, pero comida maravillosa, casera, auténtica. Esto no es "fast food", esto es SLOW FOOD. Y se agradece que así sea. Volveré y volveré (llevo más de 20 años acudiendo).
Comida espectacular, volveria a repetir sin dudarlo, gente maravillosa y muy cercana, para una comida tranquila. Fuimos 4 comensales y entre las esquisiteces bogavante, ensalada de huerta, calamares encebollados y varios platos más, caldos gallegos, camarones, xouvas, vino albariño varias botellas, mas poste.
Sitio a la antigua usanza para venir sin ningún tipo de prisa. Comida casera y deliciosa como la de tu abuela. Si tienes la piel fina y quieres atención ultra cuidada y momentánea este no es tu sitio. Sin carta y sin precios, hay lo que haya según temporada.
La espera merece la pena. No tarda tanto como en comentarios de abajo, pero la comida muy muy buena, todo en su punto y espectacularmente bien cocinado.
Sitio de los de antes a los que hay que ir sin prisas y a dejarse aconsejar, comida gallega de la de siempre con buen producto (¡qué tomates!) y mejor cocinado. Los calamares encebollados, la merluza a la gallega y la tarta de piña para hacerles la ola y enamorarse.
Restaurante a la antigua, no hay carta, ellos mismoste dicen lo que tienen ese día de su huerta y pescado fresco, lo atienden dos personas mayores (una pareja) muy amables y encantadores, es un sitio para ir tranquilo y sin prisas, tiene muy buen ambiente, la comida es casera y exquisita a más no poder, en mi caso pedí pimientos que estaban muy buenos, se notan que son de su propia cosecha, mejillones que estaban también buenos, gallos con patatas de su cosecha que estaban buenísimos, y lo que más me gustó fueron los calamares, simplemente extraordinarios, el precio es bueno para lo que ofrece. En conclusión 10/10, el mejor restaurante que he visitado por ahora en mi viaje a Galicia, muy buenas sensaciones
Llevo casi 2 horas esperando y sigo. No sé cómo se come pero la espera no vale la pena en absoluto. Hay una cocinera, una señora que atiende según le caigas y realmente una perdida de tiempo tanto en vacaciones como fuera de ellas. Deberían tener la decencia de decir que tardan 2 horas y que pierdas y tu tiempo. Muy mal dimensionado
Me atendió una señora encantadora, nos hizo una tortilla de patatas de estrella Michelín, excelente la materia prima y mejor la manera de hacer, las navajas y los mejillones especulares y para rematar una tarta de piña casera buenísima, lugar tranquilo y acogedor, que más se puede pedir.