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Comí una langosta exquisita igual que los camarones la señora Olga un encanto de mujer a la vez que peculiar nos reímos y disfrutamos de la comida y el ambiente.volveremos, un sitio recomendable no dejéis de visitarlo.gracias señora Olga la mejor no cambie muchos besiños
A ver, sinceramente: ¡horroroso! En mi vida he comido unos pimientos rellenos tan mal camuflados. Eso no se le da ni a un prisionero. Por favor… desde mi humilde opinión, no volveré a ese lugar. La comida sin sal y de muy baja calidad. Raciones escasas y de un coste abusivo.
Gran restaurante, preparan la mejor langosta de toda España, te la sirven con una super vinagreta especial muy rica que realza el sabor de la langosta, En cuanto a la carta es pequeña pero tiene marisco y tiene un pescado, merluza o rape, a la gallega, se podría decir que caldeirada, que está impresionante. En cuanto entras por la puerta la dueña, doña Olga te da la bienvenida con un abrazo, es muy entrañable.
We walked in for the pouring rain and soaking wet. Olga greeted us with hugs and kisses and provided us towels to dry off. She was warm and welcoming. The food preparation and taste was excellent. My wife is a vegan and they a accommodated her with a specially prepared dish. It was a memorable experience for four tourists from America
Comida extraordinaria, el local estaba muy limpio y muy bien climatizado, la dueña del negocio Doña Olga muy atenta y una autentica luchadora, sin duda volveremos.
Langosta, percebes y zamburiñas. Espectaculares. De la casa, empanada, nos invitó, muy rica, las croquetas y los postres también. La calidad se paga, así de sencillo. Doña Olga, encantadora.
Para disfrutar de una buena calidad de producto (langosta, percebes) es el sitio adecuado. La dueña nos dio una atención de 10. En cuanto al servicio, perfecto el trato con nuestros hijos dejando coger las langostas para hacerse fotos y la atención de la camarera que fue perfecta.
Si buscas tomar langostas en una localidad señera por este producto, Casa Olga no te dejará indiferente. La calidad de sus productos es excelente. La langosta inigualable, sea del tamaño que sea. Está en su punto, con una calidad superior. Y cualquier cosa que degustes, sea empañada o marisco, está espectacular. De los postres recomiendo la tarta de queso. Insuperable. Y luego está el local, sin grandes pretensiones, con su ronco a la nostalgia del ayer, con símbolos de Franco a quien profesa cierta devoción Olga, que no oculta ser una mujer de derechas muy pro activa y muy tolerante. Ella vende su producto, la langosta y la nostalgia franquista. Total, que estás en un sitio muy particular para disfrutar de una gran cocina. Y eso es lo que vale.
Dos personas, pedimos entre otras cosas rape a la gallega (19€) estaba bueno y aquí viene el engaño según mi criterio, merluza a la gallega unos 200 o 250 gr.y el precio 36€, ni en el mejor hotel o restaurante de Galicia. Un timo teniendo en cuenta que no tienen o por lo menos no aportan carta alguna. No volveré en mi vida
Espectacular. Muy bueno, muy buen trato. La langosta, percebes, empanada y los postres increible. Precio unos 50 euros por cabeza. Muy bueno. Muy recomendable para darse un homenaje
Sinceramente, que triste que aínda exista xente así e locais coma este. Unha gran mágoa. Comida extremadamente cara, con prezos fóra do mercado galego, produto deficiente e espectáculo lamentábel.
La verdad está muy bien, la dueña te trata muy bien y te recibe personalmente, lo único malo por lo que no pondría 5 estrellas aunque se que es típico en Galicia es que deberían decir sus precios, pero recomendaría 100% ir si respetas a todo el mundo.
Comimos una "señora" Langosta (buenísima), la vinagreta de otro mundo, croquetas, percebes, sin olvidarnos de la tarta de queso.de otro planeta. Olga es tan especial como su negocio (es familia) es experiencia y son ganas de vivir, recibe con amor y despide con amor, acompañada de su nieto, increíble experiencia. Un lugar para recodar y volver.
La langosta y los percebes espectaculares, precio razonable para el tamaño y la calidad. Ambiente familiar, la señora muy amable y encantadora con los niños.
Local donde se respira y se ensalza la dictadura franquista, hay múltiples alternativas en A Guarda para comer bien y sin ser complices del fascismo. Por limpieza democrática mejor no visitar este local.
Una comida estupenda. Con una merluza a la gallega buenísima. Camarones y percebes que aunque no eran muy grandes, si estaban frescos y buenos ¡¡¡ precio muy bueno.
El local pequeño, por lo que es mejor reservar y poder así disfrutar de la magnifica comida que sirven. Recomendable la langosta con vinagreta y la merluza con ajada. Olga, la anfitriona, una personalidad al pie del cañón. Todo el personal muy amable.
El restaurante es pequeño pero acogedor. Su propietaria, la señora Olga, es todo un personaje, te aconseja lo que comer, te enseña una poesía que le dedicaron y se la hace leer a los niños (los cuales le encantan) y te dice muy claro que si no sientes a nuestra bandera y a nuestro país, te invita amablemente a irte a comer a otro lugar. La comida de 10 y la experiencia peculiar pero divertida.
Muy malo. Langosta congela A 95 euros. Factura errónea. Querían cobrarnos más de 1kg cuando pesaba 700g. O sea 40 euros de más. Ni una carta, ni un precio. O sea q no vaya nadie. Es tun timo
Expresan su adoración por Francisco Franco. Un restaurante debe ser apolítico. Para cualquier persona en su sano juicio y democrática lo desaconsejo totalmente.
Restaurante para viejas glorias fachas.te reciben con una parafernalia de abrazos y besos de camaradas y te dan un panfleto de proclamas cristiano fascistas. La carta no tiene carnes, solo pescado y marisco.no estaba mal de sabor, pero le quieren quitar al rape más raciones de las que tiene. Los camareros van justos en el oficio. El remate la cuenta, tres de rape, cinco filetes que nos hizo de favor para los niños, dos de empanada, una de croquetas y cinco bebidas.tachan. 220€ y no les salta la alarma.me rectifico la minuta porque si no se nos iba juntar la pareja de la guardia civil para hacer juego en este penoso restaurante todo amenizado con vivas a España grito en cuello.
Mala experiencia la vivida hoy en este Restaurante. El servicio de la camarera ha sido desastroso. Comida corriente. Empanada de cebolla que no de zamburiña.
Olga me parece una persona entrañable, te abraza, te da dos besos y te suelta lo que te puede ofrecer para comer pero de palabra. Y ahí está el problema, que no hay carta y lo que te puede ofrecer es lo más caro que tiene, entre otras cosas langosta y percebes. El local parece más una casa de comidas que un restaurante de 50 euros por cabeza que por otro lado está ubicado en un lugar complicado, una calle muy estrecha donde no se puede aparcar.
Buen marisco. La langosta con vinagreta imprescindible. Olga muy agradable y atenta. Pero son un poco lamentables las connotaciones políticas de uno de los rincones del restaurante.
La mejor langosta que puedes comer, con una vinagreta inigualable. También es muy buena la empanada de vieiras y zamburiñas y los postres. Calidad/precio excelente.
Pocas opciones. Casi, solo se puede comer langosta (no está mal). La dueña, Olga, es muy muy pesada. Prácticamente te impone lo que tienes que tomar. Le costó unos 5 minutos encontrar una carta, para ver que podíamos elegir del escaso menú. El lugar no es acogedor. La decoración no es patriota. Íbamos con la ilusión de cantar el 'Cara el Sol' y nos dijeron que eran del PP. Fue una gran decepción.
Voy a valorar la atención recibida -por cierto con un cariñoso abrazo- y la calidad del producto. La langosta esta perfectamente cocida y exquisita. El marisco buenisimo y de calidad, gallego. El vino bueno y asequible. Con el tema político yo no soy muy de hablar de ello, en general huyo porque no me agrada. Pero no me parece mal que cada uno en su casa haga lo que quiera, eso es parte de nuestra libertad. Y en serio.a el que no le guste que no vaya. Que manía de criticar al ajeno cuando nadie te ha obligado a ir. Aprendan a saber donde están en cada momento, eso es parte de la educación de cada uno
Trato impresionante buenísimos camareros, productos de altísima calidad, te sientes como en casa y la marca España siempre por delante 10 de 10 tendré que volver de Sevilla a verte Olga.
La bombaaaaaa. Espectacular comida, langosta de 3 kilos, percebes, merluza de pincho, todo recién cocido para nosotros. Olga un encanto, hace del lugar algo más que acogedor. Se merece un aplauso
La experiencia ha sido espectacular. Por la comida, por el ambiente y sobre todo por su dueña llamada OLGA, con mayúsculas. Es una mujer digna de conocer de las que te dejan huella por su calidad humana, su saber estar y su sinceridad. IMPRESIONANTE. Gracias
En calidad hay sitios igual o mejor, sin duda. No veo la popularidad del sitio ya que el espacio es justo y sin ninguna intimidad. La dueña.bueno, aparte de un exceso de confianza hacia el cliente, irrespetuosa total. Es alucinante que en el año que estamos se vea normal éste tipo de cosas. Realmente vomitivo
Gran experiencia y excelente producto. Con tantos kilómetros para llegar y con altas expectativas la posibilidad de decepción era alta. Agradezco a los sectarios su ejercicio de deshonestidad con las opiniones vertidas aquí. Malas experiencias en locales cercanos me habían hecho eliminar la ruta.
Las cosas claras, son franquistas y lo tienen todo lleno de Franco y la falange, por la zona hay muchisimos lugares donde se come igual o mejor. Venir aquí solo obedece a motivos politicos
Casposa es como mejor se le define, se sienta en tu mesa sin pedir permiso, te explica como hace la salsa vinagreta introduciendo los dedos de su mano en ella para detallar el tamaño del corte de la cebolla.en fin un personaje! La langosta riquísima, tierna y sabrosa, como nunca, el precio sobrepasado y el vino un 30% más caro del valor marcado en la carta. Todo en conjunto te deja una sensación agridulce, no creo que vuelva, salvo borracho.
Hemos comido langosta y buey de mar, muy ricos, de todas formas me parece exesivo el precio en relación a otros restaurantes de la zona, donde además de langosta tienen un amplio menú y de excelente calidad y precio.
Local donde se adora a un genocida, dictador y asesino comao Franco. Es bastante desagradable para una persona civilizada tener que aguantar que se pongan a cantar el Cara al Sol en mitad del servicio. No volveré puesto que pasar alli más de 10 minutos lo único que te provoca son náuseas. ASCO
Estuve alli hace meses con amigos latino-americanos. Rica comida y hermoso lugar. Gente simpatica y alegre. Señora muy amable y auténtica: te da la gana de abrazarla. Cara al Sol es un Canto-Poesia. Los izquierdistas no aprecian buenas comidas y alegra compañías, porque estan acostumbrados a sus lugares basuras, siniestros y tetricos: che si fottano! Italiano de Milán
Sitio de visita obligatorio. Espectacular el trato y la comida aun mejor. Sin duda la mejor langosta que se puede comer en España, merece la pena el precio medio-alto.
Haber.como describirlo. Como restaurante tiene todo lo mejor en marisco que puedas pedir y el precio, si sabes lo que comes, no es caro. La sra Olga es una mujer entrañable que te recibe en su casa con todo el cariño. T hace sentir comodo y como si estuvieras en tu casa. T recibe con un par de besos y dandote las gracias por ir a su casa. Sin lugar a dudas en un lugar unico y que en cuanto podamos volveremos.