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Teniendo en cuenta que es el único restaurante de la isla, los camareros lo hacen muy rápido y te atienden con amabilidad y educación. Los menús no tienen mala pinta ya que al ser la única oferta gastronómica que hay no están mal de precio y tienen menú del día por un precio muy asequible. No comimos allí pero si volvemos repetiremos y por supuesto probaremos los menús.
No merece la pena reservar en el restaurante en la zona de arriba, abajo sirven lo mismo pero mas barato. La comida no esta mal pero no pudimos disfrutar del aire que hacia arriba
Al estar en una isla y solo tener otro restaurante de competencia pensamos que iba a ser bastante caro. En absoluto y además con una atención al público excelente y no sólo a las horas de restauración, sino durante todo el día, aunque vayas a tomar un café. Es cierto que se le acabaron algunas cosas de la carta; también es cierto que nosotros fuimos a cenar y al mediodía tuvieron muchísima gente. Rape a la plancha y una lubina salvaje a la plancha; ambos buenísimos y por un precio que lo encuentras en cualquier restaurante. Para nosotros es la opción en estas islas.
Despues de reservar mesa con una semana de antelación y pgar 15 euros por reserva de comensal, nos encontramos unos baños pésimos un servicio de camareros malo y unos precios desorbitados. Para no volver
Restaurante amplio y grande. Problema q cuando fuimos a islas Cíes, llovió y la verdad q las medidas de seguridad p covid, no se controló nada ni nadie
Restaurante en el puerto de atraque de entrada a las Cies. Siempre suele estar bastante saturado de gente. Los precios son bastante caros pero hay que ver donde esta. Ojo con las gaviotas, es un espectaculo ver como se llevan la comida de la gente. Buen sitio para esperar que venga tu barco de vuelta
Muy mala, no tienen servicio a mesas, calamares fritos a la romana duros, recalentados, 37,60€ por dos platos de calamares con patatas fritas, 4 bollitos de pan (DUROS, DEL DIA ANTERIOR SEGURO) y 2 refrescos y 2 cervezas, caro por la calidad, se aprovechan del lugar la próxima vez me traigo bocadillos
Los precios, lo normal en la isla. Calidad media. Que el camarero y el de caja, te traiga el plato de comida con la mascarilla bajada y hablando encima de tu comida, eso no tiene precio en los tiempos de Covid.
Muy mala experiencia. Comida de baja calidad y algo cara. También cuentan con bocadillos preparados, que pese a quedar en un mini horno 20 minutos, quedan igual de crudos que al salir del congelador.
Mucho que mejorar. Atención rápida y con ganas, pero con poca experiencia y desordenados.
Edito: 1 año después: la atención de las camareras muy bien, pero el encargado dándoles voces y un trato muy malo hacia el empleado. Nada recomendable.
Llegas por la mañana para desayunar y solamente tienen bollería de mala calidad, no tienen bebidas vegetales, ni tostadas ni nada. Los trabajadores cogiendo los productos de alimentación con las manos; todo a medio sacar, y cuando te preguntan qué es lo que quieres, te dicen que por partes, primero el café y luego el resto, no tiene sentido. Eso sí, alcohol tienen para aburrir. Vamos, todo mal.
Fui a cenar con mis amigas el jueves, nos atendió un camarero super amable y atento, la comida estaba buenísima. Cuando le pregunté por las malas críticas que había leído lo entendi todo, trabajar en una isla no es fácil, la gente que se queja en las reseñas se deben creer que están en Samil, atender a 2000 personas al día no es fácil y si los baños están sucios es culpa de estas 2000 personas!
PD: El camarero con tatuajes y pendiente gracias por tu atencion y amabilidad, guapo!
No hay gel desinfectante por ningún lado, el pan lo coge todo el mundo con las mismas pinzas y las botellas de cerveza te la abres con el abridor que toca todo el mundo, parece que esto del covid no va con ellos
Como puede ser que un restaurante que lo tiene todo para ser de 10 en su restaurante, no en la zona de autoservicio.tenga camareros que no son camareros. Chavales de empresa temporal que no saben diferenciar entre una dorada y un lenguado o no tengan ni idea de carnes. Buena comida, mala gestión.
Aparte de sufrir el continuo ataque de las gavitas, la calidad de la comida deja mucho que desear y la atención al cliente pésima, sirviendo tarde y fría la comida y con una actitud muy negativa ante las quejas del cliente.
Nada más llegar a las Islas Cíes nos encontramos con el restaurante. Buenas vistas, buena comida y cerveza Alhambra 1925 bien fresquita para recuperar fuerzas después de hacer las rutas de senderismo. Ojo con las Gaviotas que lo mismo te puedes hacer un selfie con ellas o te roban el bocata.
No admiten reservas, así q fuimos a las 15h para el "segundo turno" y esperamos muy poquito. Los camareros muy rápidos y atentos. Todo terraza con sombra. La carta básica, pero mucho pescado fresco a la plancha a elegir. Buen producto. Mejor calidad de la que esperábamos en plenas Islas Cies, y buen precio. La tarta de la abuela riquisima.
La terraza fantástica, con vistas al embarcadero, hemos esperado nuestro barco de regreso tomando unos acuarios y unas jarras de cerveza bien agusto. Un poco caro, además no tienen servicio en las mesas de la terraza, pero pagas la ubicación también, sino sería demasiado caro.
Malo de narices. No se porque estos sitios turísticos no cuidan la cocina. Macarrones boloñesa incomibles y empanada si relleno. Pero como no hay muchos más sitios pues ajo y agua.
La atención bastante buena aunque es autoservicio, nadie te informa de ello, cuando ya te cansas de esperar es cuando vas dentro y te das cuenta que tienes tipo buffe. Me parece que abusan con los precios y la calidad deja mucho que desear.pedimos unos calamares y eran recalentado, estaban durísimo,
Los precios de la comida que aparecen en las pantallas están bien. No puedo decir lo mismo de las bebidas, cuyo precio no aparece por ningún lado, pero luego, cuando preguntas después de pedir asusta.
Un restaurante en una de las Islas más bonitas del Atlántico gallego con marisco fresco y relativamente barato (te lo están sirviendo a varias millas de la costa, hay que tenerlo en cuenta). Las raciones son buenas y baratas: el pulpo en su punto (y a 13€ cuando en tierra te lo ponen a 18€). Las navajas exquisitas (sí que algo caras en mi opinión) y las zamburiñas a la plancha bien gruesas. No hay que olvidarse de pillar unos pimientos de Padrón, la piedra angular de cualquier menú gallego que se precie. Me quedó por probar los mejillones, pero no me preocupa mucho porque repito seguro.