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El peor sitio que he estado (porque no he comido), no lo recomiendo a nadie en absoluto, aparte de sucio, copas ahumadas de porquería, mesas pegajosas, he vivido una muy mala experiencia nos sirvieron la carne oliendo a podrido y con mal sabor, nos quejamos al camarero después de intercambiar opiniones con las mesas lindantes pq habían pedido lo mismo y coincidían con nuestra opinión y escuchas los gritos de la cocinera cuando le fue el camarero con las fuentes de carne enteras para la cocina, en vez de pedir disculpas parecía una fiera sin adomesticar. A la mesa de los señores de al lado les paso lo mismo. Lo que más me extraño es que siguieron sirviéndola a otras mesas. Luego como estaban enfadados ya no nos atendieron mas. Tuvimos q levantarnos y pagar en el bar. Nos cobraron lo mismo aunque sirvieran todo podrido.
No lo recomiendo en absoluto, muy mala experiencia te sirven la carne oliendo a podrido y con mal sabor, te quejas y escuchas los gritos de la cocinera en vez de unas disculpas. A la mesa de los señores de al lado les paso lo mismo. Lo que más me extraño es que siguieron sirviéndola a otras mesas. Las copas estaban ahumadas de la suciedad.
Muy mal servicio. Lento. Comida fría. Sin limpieza (las pinzas del hielo venían de la carne). Veníamos por trabajo.había solo 3 mesas y 2'30 hora para comer.
Experiencia inmejorable, recomiendo la tortilla de patatas, sus paellas y sobre todo las patatas fritas (tienen un sabor único). Muy buena relacion en precio- cantidad.
Un trato magnífico por parte de tanto el camarero como el dueño, si pasais en una de las etapas del camino cerca recomiendo 100% detenerse. Comida casera y muy abundante para reponer fuerzas de camino a santiago.
Muy recomendable, también para peregrinos del Camino. Menú casero riquísimo, fideos con almejas, paella, raxo y churrasco con ensalada y patatas fritas riquísimas. Además muy muy abundante. Con un plato ya comes. Menú de 11 euros que incluye primero, segundo, postre y bebida. Al ir a pagar y sellarnos las credenciales, el camarero muy atento nos regaló a mayores una botella de agua fría para cada uno. Gracias!
Muy buen trato y comida excelente¡ Inmejorable el servicio y calidad de la comidad. Ademas las cantidades son enormes y acompaña su buen precio, parada obligatoria si estas por la zona ¡
Atención pésima, no había demasiada gente y nos tardaron en atender décadas, una vez pedidos la comida y bebida tardó otro tanto sin contar con el pan, que nunca llegó. Además había unos señores al lado, de bastante edad que pena me daban, llegaron 5min después que nosotros, nosotros ya por el segundo y ellos sin agua siquiera. No lo recomiendo. Bueno, los camareros hacen lo que pueden, van corriendo y se esfuerzan pero no dan abasto, si no se puede se contrata mas gente.
Pues no lo aconsejo, me sirvieron unas tostadas con sabor a filete a la plancha, y el café no estaba lejos de la calificación de indeseable. Justo la segunda estrella se la llevó por la atención recibida, que dista mucho de la calidad de lo servido. La persona que nos atendió, lo hizo de forma muy atenta y educada.
Comimos aquí mi durante nuestro camino. La comida está muy buena, pedimos la hamburguesa Vía Da Prata (foto) y estaba buenísima, varios tipos de carne y sobre una cama de filloas. No le pongo 5 estrellas porque na atención no es la mejor, la verdad, y además he vuelto varias veces y no he podido volver a pedir la hamburguesa, al parecer solo la sirven en la hora de la comida.
La comida está riquísima y además es abundante. Es un restaurante bastante económico. Sin duda alguna lo que nos gustaría destacar es el servicio ya que ha sido excelente. El camarero Pablo ha sido muy atento en todo momento. Si volvemos por la zona volveremos a este restaurante. Parada gastronómica obligatoria antes de llegar a Santiago.
El peor restaurante de mi vida, el camarero lento, maleducado y las condiciones higienicas penosas. No hay medidas contra el covid y la piscina estaba llena de bichos y incluso habia una botella de agua flotando. La peor experiencia, si se cambiase al personal se podria aprovechar un buen local