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Si tu idea es una peluquería de confianza, donde te tratan estupendamente y te aconsejan lo mejor para tu cabello, no dudo en ponerme en manos del salón Rocio Costas.
Trato inmejorable, familiar y cercano, además de hacerte lo que realmente le pides. Fui yo por recomendación y acabé llevando a mi hijo de 3 años que hasta le lavo la cabeza con masaje incluido, quedó encantadísimo. Repetiré y recomendaré sin duda. Gracias Rocío y Ana sois de 10
Soy Cristina Curras desde cuenta Ángel. Llevo peinándome en peluquería desde que tengo uso de razón, 1 cuando nos peinaban para desfiles y en los años siguientes he ido probando en distintos salones hasta conocer el de Roció Costas y me gustaría señalar su gran profesionalidad y su interés en seguir formándose asistiendo a muchos cursos para ofrecernos Los mejores productos y tratamientos pero por encima de todo cabe destacar su amabilidad y trato cercano. Es un oasis de relax y atención. Ole a sus masajes en el lavacabezas
Servicio excelente, lo que pedí fue tal cual lo que me han hecho. Trato excelente, muy amables y profesionales. Repetiré sin duda. Muy recomendable esta peluquería, trabajan muy bien
Es un sitio de trato excelente y de servicio estupendo. Sin duda, recomendable. Voy siempre que tengo un evento o a cuidarme el pelo durante el año. Los peinados son muy originales y favorecedores, se adaptan muy bien a tu estilo.
Nos dan cita a una hora, siendo exigentes y luego estamos más de media hora esperando. Teato frío y badtante seco, pica amabilidad. Cuelan a clientes que conocen. Una pena que no haya mucha opción donde elegir.
Si eres hombre y aprecias tu pelo, no vayas. Sinceramente me he sentido estafado. Poca profesionalidad, el trato al cliente mejorable y no les parece importar las medidas de seguridad anti covid. Si una persona que trabaja de peluquero/a y no está formada o está en proceso, no se puede pretender cobrar lo mismo al cliente, el cual sale insatisfecho y con pocas ganas de volver. Han tardado más de cuarenta minutos en un corte de pelo de máquina y tijeras. Las trabajadoras poco competentes. Algo bueno, las instalaciones. Esto no deja de ser una opinión personal.