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He ido a tomar café con mi mujer y comprar empanada y el trato fue malisimo. Había una camarera que se tenía que poner a trabajar en vez de tanta risa y tanto hablar y estr pendientes de las mesas que están vacías para que la gente se pueda tomar algo a gusto. Esa panaderia en concreto ha perdido varios clientes.
Una maravilla de empanadas! Tenéis una clienta llamada Elena que se dedica a traer empanadas a su gente cada vez que vuelve a Madrid por trabajo, esta vez nos ha tocado a nosotros y nos ha gustado mucho Se merece una empanada gratis por la expansión de negocio en tierras madrileñas