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Realmente espectacular, solitario y natural, paseo para al que le guste la naturaleza, enredarse a subir y bajar entre bosque y piedra, Ami en particular me encanta, fui con mi pareja y lugar propio para la meditación! Repetiremos
La cascada está genial, pero dejamos el coche más lejos porque no sabíamos si podíamos dejarlo tan cerca y al bajar había un perro que llamaron a otros tres perros y estaban por comernos así que tener cuidado con los perros y aparcar más cerca.
Yo llegué a las cascaditas de la parte de arriba. Para ver la cascada abajo, hay que bajar por las enormes piedras que rodean la bajada de la cascada. No vi otra opción. Yo al final no bajé porque lo vi un poco peligroso.
Los niñxs somos solo pueden acceder a ver las pequeñas cascadas desde arriba No apta para personas con discapacidad. Acceso fácil a la parte de arriba de la cascada. Llevar calzado adecuado.
Yo llegué a las cascaditas de la parte de arriba. Para ver la cascada abajo, hay que bajar por las enormes piedras que rodean la bajada de la cascada. No vi otra opción. Yo al final no bajé porque lo vi un poco peligroso.
Los niñxs solo pueden acceder a ver las pequeñas cascadas desde arriba No apta para personas con discapacidad. Acceso fácil a la parte de arriba de la cascada. Llevar calzado adecuado.
El sonido del agua y la naturaleza que la rodea hacen de esta fervenza un lugar encantador. Esta bien señalizado y limpio. No hay aparcamiento así q se tiene que dejar el coche al borde d la carretera. Sin duda un sitio que hay q visitar.
Esta fervenza se encuentra en Verís, en el ayuntamiento de Irixoa (A Coruña). El GPS os lleva muy bien, pero hay que estar atentos en la parte final. La zona no está acondicionada para recibir visitantes. La señalización es justa y no hay donde aparcar. Al pasar la iglesia del pueblo hay un camino, a la izquierda, al lado de la carretera, que tiene un cartel que indica por donde debemos ir. Paramoa donde menos molestaba el coche, con medio rueda en la cuneta, en la carretera sin arcén. Luces de aparcamiento encendidas.
Después de esto, todo biej. Hay varias pequeñas cascadas, a las que se llega sin problema. Pero la grande es de MUY difícil acceso. Casi hay que despeñarse para alcanzar la zona baja, donde se puede disfrutar de las vistas de la fervenza grande de (aprox.) 5 metros de altura. Con gran caudal después de todas estas lluvias.
Siguiendo las indicaciones llegamos a la parte alta de la cascada. Abajo había algunas personas, pero no se como accedieron allí. Nos contestamos con verla desde arriba, pero desde ese punto de vista, no se apreciaba bien la caída de agua.
Sucesión de caídas naturales, la más grande es de menos de 5 metros, que se abre en dos brazos. Para llegar es muy fácil ya que está perfectamente señalizado en cada cruce pero una vez allí si quieres bajar a las pozas la humedad y la pendiente obliga a estar alerta y entrenado para no darte un culazo. De camino hay un molino y un pequeño sendero que remonta él río.
Preciosa catarata muy cerca de irixoa, el camino de acceso es muy cómodo y corto, debe tener unos 700 metros desde la carretera asfaltada.lo único malo es aparcar en las inmediaciones pero hay una iglesia y un edificio publico cerca (quizá 1km aproximadamente) donde hay una zona de aparcamiento muy amplia.a la zona de abajo de la catarata se puede acceder por un caminito lateral a la izquierda que está algo escondido o bien por las rocas de la derecha.cuidado con los resbalones
Un sendero sencillo hasta llegar a la cascada, viene señalizado. Una vez allí el acceso es difícil, si vas con niños muy pequeños o con personas de movilidad reducida. Eso sí un sitio precioso de visitar.
Un rincón muy bonito, cambia mucho en verano o en otoño-invierno sobre todo si ha llovido mucho, cae agua con mucha fuerza. Bien señalizado, no hay camino luego por el río solo una senda pequeña detrás del molino que muere a los pocos metros. Las fotos están hechas después de semanas de lluvias muy abundantes.
Recomendable: SI. Cascada muy bonita y poco masificada, se mantiene totalmente salvaje y sus aguas son cristalinas. Hay pozas aptas para el baño.
Riesgo: “Moderado”; concretamente para bajar a la cascada porque hay mucha altura y requiere buena condición física.
Acceso: Cuesta llegar porque no hay señalización (tal vez la hubo, pero actualmente -agosto 2020- (no hay nada), y la zona es poco transitada. Se aparca a un lado de la carretera y desde allí solo son 10 minutos caminando por un camino de tierra; el último tramo (± 150 m), es un desnivel que finaliza en la parte superior de la cascada y se baja a ella caminando por la roca. Hay mucha altura y es peligroso.
Visitar: recomiendo en VERANO, porque para llegar a la cascada se debe bajar pisando una gran roca que debe estar húmeda y resbaladiza en otras temporadas del año, aumentando el riesgo de caídas desde una altura considerable.
Recomendación: Llevar zapatillas de deporte, no usar chanclas o sandalias. Investigar bien la dirección porque no hay señalización alguna.
Nota: En la propia cascada la señal-cobertura para teléfonos móviles es casi nula, así que mejor ir acompañados y evitar exponerse a situaciones de riesgo.
10/9/2020 Las indicaciones desde la carretera son claras. Una vez llegas al camino de entrada, se aparca en la misma carretera y en unos 10 minutos se llega a la cascada. Bajada fácil a mi entender. La última parte con un poco de peligro de resbalar. Aguas fresquitas y transparentes. Un 10.