Zoolandia

es una tienda que conozco desde hace muchos años , tiene diferentes mascotas , peces , hamsters, cobayas , conejos , pajaros , tortugas. Vende tambien comida para las mascotas y diversos accesorios y complementos . Trato muy agradable , muy buena disposicion en la atencion al cliente .

Cuando estoy en Santiago de compostela me paso por esta tienda de animales la chica que ha tiende es muy agradable y muy profesionales me encanta ir, yo siempre qué boy a Santiago de compostela me paso me gustan mucho los animales y ahora no como antes la macabra ley de los derechos de los animales.

Sitio céntrico y de los que quedan pocos, en mi caso el precio del producto es más barato que en las grandes cadenas tanto de supermercado como de tiendas de animales así que recomiendo el lugar. Tiene muchos artículos para una gran variedad de animales

No estáis abiertos los sábados y ponéis en internet de guays el horario de tarde.como perder el tiempo.

Me parece increíble que en estos tiempos sigan existiendo tiendas de animales con perros y gatos a la venta, enjaulados, sin ningún tipo de contacto humano ni siquiera el del dueño, que estaba allí pasivamente sin ni siquiera decir hola. A parte, los peces estaban super mal cuidados con las peceras sucias, peces muertos y todo sin ningún tipo de control.
El perro a la venta me rompió el corazón y espero que con el tiempo y mas opiniones como esta podemos acabar con esto.

Tienen a los animales mal cuidados, sucios e incluso con infecciones. Hoy he visto un gato con un ojo terriblemente mal tratado. La indiferencia de los trabajadores y dueños es palpable. Obviamente los animales les dan igual.

Llame esta mañana para preguntar por unos recambios para un filtro. Me dijeron que los tenían. Hice un viaje de más de una hora para recogerlos y no tenían ninguna de las piezas que me habían dicho

El hombre parece que está sin ganas siempre. El año pasado le encargué una cosa y cada vez que pasaba a ver si estaba ya la había vuelto a vender. Y lo que más miedo me ha dado es que una vez vi, cuando se iba, que desconectaba las luces de las tortugas de tierra y de los geckos que tiene ¡ellos las necesitan para calentarse. Me prometí a mi mismo no volver.