A Brasa Aravaca

Hemos ido a cenar y el servicio muy bueno en especial con la camarera (Yolanda) ha sido muy profesional y simpática. Siempre disponible y atenta además de solucionar y ayudarnos con una situación que hemos tenido. Los profesionales como Yolanda hacen que repitas!

Comida espectacular (ensaladilla y mini hamburguesas) y el trato de Sergio y Christian aún mejor!

Volveré

Ambiente tranquilo, bonita decoración. Comimos unos entrantes de aguacate y alcachofas, y un chuletón a la brasa sublime. La tarta de queso brutal. Nos atendieron muy bien, gracias a Stan y Yolanda por su atención volveremos seguro!

Todo espectacular.
Gran servicio por parte de Cristian
Muy recomendable el arroz con chuleta de vaca gallega, la pluma, las croquetas y la tarta de queso.

Estuvimos en una cena de empresa y se portaron super bien, muy atentos a los detalles y a las personas con intolerancias. Muy rico todo!

Entorno tranquilo y relajante, calma, decoración bohemia chic, un jardín que se fusiona y se extiende hacia el interior, camarero muy atento y muy profesional con humor, genial, la cocina que decir, aparte estuvo excelente, el Fundido de Ibéricos.jamón, aguacates asados, una delicia, peccina con su salsa para los amantes de la carne. El sorbete de mango, sin comentarios, y para el coronel el sorbete de limón (que no conocía), el mejor que he probado en mi vida. Gran variedad de vinos, excelente relación calidad-precio, puedes ir con los ojos cerrados (recuerda reservar) o como nosotros tener suerte.

Comida increíble y a buen precio teniendo en cuenta la calidad. Servicio muy bueno y decoración preciosa. Recomendado al 100%

Bastante mejorable. La ensaladilla rusa es pura mayonesa sin más sustancia. Los buñuelos de Idiazabal excelentes. El aguacate con ceviche muy normal. De segundos, solomillos con mala relación calidad precio y un steak tartar francamente malo.
Postres: bastante buena la tarta de queso. También buena la torrija. Muy mejorable la tarta de manzana.
Bonito local. Servicio muy dispuesto pero muy poco profesional, amateur.

Para lo que pagas, nada razonable.

El lugar es muy agradable. Estuvimos en la terraza cubierta con una temperatura muy vonfortable. Los camareros muy atentos y la comida muy bien. Comimos unas alcachofas espectaculares.
El precio es algo elevado.

El lugar es precioso, tanto en la terraza cubierta como en el salón. La cocina abierta te deja ver su espectacular parrilla de 3 alturas.
Como entrantes, la ensaladilla rusa con gambas.sin más, eso si los buñuelos de queso Idiazabal son obligatorios! El aguacate cevicheado también está ok pero no note ningún toque de parrilla.
El tartar de atún está muy bueno pero no alcanza el tamaño como para 22€
El solomillo de vaca es una auténtica pasada, pero lo mismo 28€ para unos 200gr de carne.
Destacó el nivel súper top de la atención por parte de todo el equipo.

Lo mejor de este sitio sin duda es su terraza Cocoa y su encargada Cristina, que hizo que la experiencia de ir a cenar y tomarnos unos cócteles fuera algo superior. Nos hizo sentir como en casa y estuvo súper atenta con nosotras en todo momento. Sin duda, Cocoa se ha vuelto un sitio imprescindible al que ir a pasar un buen rato, y todo gracias a ella y al resto de personas que trabajan allí que hicieron que nuestra noche fuera increíble. Volveremos seguro!

El sitio es muy agradable. Un diez a la música ambiental. Te traslada a la America de los 50, y 60. Da gusto desayunar escuchando a Sinatra, o a Aretta… eso si…. Salvo los fines de semana. Evitarlo a toda costa. Desde que se han puesto de moda los brunch ya no hay quien desayune una simple tostada con aceite y tomate sin que te soplen 20€ por ello.
Tuve que negarme a pagar semejante barbaridad ante un camarero perplejo y cansado al mismo tiempo de tener la misma discusión una y otra vez cada fin de semana. Me atendió magnificamente, dentro de lo que sus piernas y sus sólo dos manos le permitían ante un local lleno de ALMAS que buscaban el famoso Brunch que, como el halloween parece que ha venido desde las Américas para quedarse.
Pero yo iba con mi hijo pequeño a desayunar, y solo quería café, zumo y tostada. Y el pequeño un trozo de tarta.
Lo elegí del menú QR (Nueva moda que también parece que se va a quedar) donde ponía: desayuno completo 3,5€ + extra huevo revuelto 1 €. Extra de zumo 1€ (o algo así).
Y cuando llega la cuenta casi salto de la silla: 19,95€? !
Mire lo que costaba la tarta por si había elegido la tart nupcial o algo así. Ponía tarta de cumpleaños 6 euros. TOMAAaaaa!
Pero… y el resto? Pues el resto es que, según el volado camarero los fines de semana no se sirven desayunos. Solo brunch. Por supuesto eso no lo pone en ninguna parte. Te lo dicen después. Con la cuenta. Cuenta que yo por supuesto no pagué.
Abone convenientemente mi desayuno tal y como marcaba la carta y le pedí por favor que la próxima vez se asegure de que el cliente no viene a brunchear si no a desayunar. Como se ha hecho de toda la vida De Dios en este país.
Ya me prohibieron en otra ocasión sentarme a tomar el aperitivo a la dos porque todas la mesas estaban reservadas para comer. Algo que no me pareció muy elegante…
En fin. Pequeños detalles que hacen que un local bonito con buena calidad se pierda en los detalles importantes. Que al fin y al cabo, es lo que hace que un cliente vuelva o no.
Siento el rollo. Pero hoy estaba inspirada.
No volveré a desayunar ahí un domingo. Eso seguro.

Terrible experiencia, no tanto gastronómica como de servicio. Lento y despistado, pedimos la carta física 4 veces para una persona mayor y lo más que logramos fue la de vinos, errores en los platos, absoluta falta de empatía por un camarero desbordado; y extremadamente caro para lo que comimos. Simplemente como detalle, los postres no bajan de 7.5€. Un error que no se repetirá.

Vimos que en la web figuraba el brunch de 11 a 14: 00 horas, cuando lo reservamos para las 12: 30 por teléfono nos manifiesta que terminaba a las 13: 45 y cuando llegamos nos dijo una de las camareras, no de la forma correcta, que terminaba a las 13: 30.

Por lo demás un sitio con un buen ambiente, música relajante e ideal para dialogar con la pareja o amigos.
El brunch estaba delicioso, si bien el precio, los hay mejores en Madrid, no es elevado para la tranquilidad que tienes.
Recomendable pero teniendo que mejorar la coordinación entre web, centralita y personal.

El aguacate relleno, debería ser un producto de calidad. El aguacate estaba amargo. El falso risotadas y la pizza muy buenos. Los camareros dispersos se nota poca experiencia, aproximadamente. 20 minutos de espera para que nos pudieran cobrar.

Bastante caro para la cantidad que te ponen.
El pan nos ha costado 4€ para 2 trocitos que nos han puesto.
Punto a favor, los camareros son bastante amables y la terraza muy acogedora
En resumen una decepción

El sitio precioso, recomendado ir a la terraza cubierta, tiene un ambiente muy cálido. La comida espectacular, especialmente las croquetas, berenjenas, falso risotto y los aguacates rellenos. De lo mejor, los postres: la tarta de queso y el brownie riquísimos. La única pega es que los refrescos los sirven en botella pequeña y aún así es de precio elevado.

Nos sentamos en Cocoa a tomar algo el domingo. Pedimos un vaso de agua, no me lo sirven, me tuve que acercar a la brasa el restaurante de al lado donde no pusieron ninguna pega y me lo dieron. Acto seguido pedimos 4 mini hamburguesas y nos sirven dos, pasados 45 min. Decimos que faltan otras dos y 20 min después las traen. Pido un poco de ketchup me lo sirven cuando ya me he acabado tanto la hamburguesa como las patatas, de lo comento a la camarera y no pide ni disculpas. De vergüenza el servicio.

Buena relación calidad precio. Restaurante muy amplio con mucha distancia entre mesas. Hemos estado un jueves y es verdad que es un día mucho más tranquilo pero me hace encantado el ambiente tranquilo. Terrazas muy agradables. Recomiendo el tartar de atún, las berenjenas con humor y los tacos de gambones

Sitio muy caro con comida correcta pero cantidad ESCASA. Aperitivo y pan de entrada caro y abusivo (3 euros por persona). Bebida con precio elevado por encima de la media. Servicio muy atento. Decoración bonita. Asi imposible llenar tantos locales en un ambiente único como es Rumbo Aravaca. Están vacíos entre semana pero seguirán estándolo con esa política.

Fuimos a comer en la terraza y la verdad que estaba bastante agradable. Uno de los comensales tenía justo detrás una estufa y terminó asado de calor, no se si deberían poner las estufas tan cerca de un comensal. Pedimos varias cosas para picar: tortilla (rica pero sin más), ensaladilla (un sabor muy casero la verdad), arroz a banda (tenía un sabor que no me cuadraba mucho, como a demasiado ajo o a alguna especia fuerte) y la chuleta (muy buena y tierna, las patatas buenísimas). De postre pedimos la torrija (el caramelo estaba quemado y todo sabía amargo) y la tarta de queso (muy muy buena). Personalmente, yo le doy bastante importancia a como están los servicios ya que muchas veces los restaurantes que cuidan con mimo la decoración exterior y la presentación de los platos se olvidan de cuidar de ese espacio tan íntimo para el comensal. En este caso me defraudó, ya que no había jabón y había varios rollos de papel esparcidos por el habitáculo. No creo que vuelva aunque la comida está bien y los camareros son atentos.

Genial servicio y relación calidad precio. Estaba todo espectacular. Buen producto trabajado de manera extraordinaria y por ensalzar algo por encima de resto, la tarta de queso que no he comido otra igual en mi vida. La música en directo crea un ambiente perfecro

Lugar muy acogedor, atención correcta, precio muy elevado y calidad media. Por el precio de la carne y el pescado se echa de menos que se incluya un acompañamiento. El pollo picantón no estaba todo lo hecho que me hubiera gustado y la parrillada de verduras me pareció muy escasa. Fuet de "cortesía" a 12€ en la cuenta final. Todo lo demás OK

Un sitio muy chulo para cenar, todo muy rico. Su ensaladilla está riquisima.
La única pega fue que tardaron bastante en atendernos para lo que queríamos comer, beber, servirnos, Salvo eso, todo lo demás recomendable.

En general platos sencillos y sabrosos (el aguacate saben tratarlo muy bien y la tarta de queso de lo mejor de Madrid), buen ambiente y servicio excelente, pero con poca uniformidad en la calidad de las carnes, unos dias esta fenomenal y en otras ocasiones mas duras que una piedra, deberian atender esta circunstancia para ser un buen restaurante.

Un sitio muy bonito y agradable, la comida está bien pero evidentemente no para el precio que cobran, su comida no tiene nada de especial para lo que cobran, tal vez un precio superior al normal se pueda justificar con su excelente local y sobre todo terraza.

Desastroso el servicio. Los baños asquerosos.
20 minutos esperando entre el entrante y el plato principal y otros 20 minutos más para que nos sirvan el postre.
El restaurante medio vacío y el encargado cómo si nada.
Fatal servicio. Esto no es de recibo.

Cocina buena. Personal correcto. Baños sucios y pequeños. Cuando reservas no sabes dónde te van a sentar y si llegas pronto te largan la mesa que no quiere nadie. Eso me ha pasado ya dos veces. Luego hay que negociar para que te den una mesa decente y uno ya no está para malas caras.

La comida estaba bastante buena fuimos por el brunch y es un plato completo. La atención puede mejorar la última persona que nos atendió fue bastante amable pero el mesero que nos dio la mesa no tanto.

Muy mala experiencia ayer Domingo para desayunar. Cuando llegamos nadie nos hacía caso, no te atienden salvo que llames repetidamente su atención. La camarera no nos quiso dar ninguna mesa a pesar de encontrarse el local casi vacío. Tuvimos que hacer una reserva por internet delante de ella para que nos sentara en una mesa. Una vez sentados, cuando conseguimos por fin que nos atendiese, a las 11 de la mañana nos dijo que no servían tostadas y café, sólo Brunch. Ni en el restaurante ni en la carta lo indican. Creo que la mujer estaba molesta de lo sucedido y por eso actúo de tal manera.

Recomiendo a los propietarios de este local que vigilen mejor a sus empleados si no quieren que les arruinen. Muy pocas ganas de trabajar.

Cenamos aguacate relleno de tartar de atún picante, croquetas, berenjenas en tempura, tacos de solomillo salteados, hamburguesas de vaca y steak tartar.todo estupendo. De postre, tarta de queso, de limón y de manzana.la mejor sin duda la, de manzana. Muy buena atención. Un lugar muy especial Rumbo Aravaca, con diversos restaurantes para elegir según el gusto de cada uno y en todos se come muy bien.

Sitio agradable con terraza amplia (que en pandemia viene muy bien). Comida más que correcta: sencillo, nada que te sorprenda, pero todo rico; raciones justitas. Prueba los tacos mejicanos, la ensaladilla, el guacamole o el tartar de atún. Precio muy razonable.

Todas las veces que he ido, y van 3, me resulta llamativa la atención, que no está acorde con el sitio: cuando llegas, eres como transparente, nadie te pone caso y puedes esperar un buen rato hasta que alguien te sienta. Hoy pretendían sentarnos a 4 personas en una mesa diminuta en la que con las justas cabrían 2, y lo peor es q el metre quiso desentenderse del problema. Una vez en la mesa, tardan muchísimo en atender y servir. Una pena.

Muy mala experiencia. Servicio lento estuvimos una hora esperando a los segundos platos. En cuanto a la calidad de los platos, muy caros y escasos en cantidad. Los tacos de gambas solo nos vinieron 2 unidades cuando en fotos de otras reseñas vienen 4, el sandwich de pollo parecía un montado muy pequeño. Por ejemplo el precio de la caña de cerveza 4,5€. Conclusión: Malo, caro y nos quedamos con hambre. No volveremos más