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Trato muy humano y cercano con los mayores. Si hemos necesitado algo, lo hemos solicitado o hablado con su directora y nos lo han solucionado rápidamente. Ya que no es agradable llevar a nuestros mayores lejos d nosotros, sin duda te reconforta ver cómo están alli
El trato a los ancianos por parte de algunos trabajadores es muy bueno; pero no por parte de todos los cuidadores que están con ellos.
Da la sensación de falta de coordinación entre el equipo médico y el de enfermería; alguno de los médicos dan información sin contrastar y errónea. Es muy importante mejorar en este sentido para no perder la confianza de los familiares en el equipo médico.
Los medicamentos se entregan a los ancianos en la mano, llevando las auxiliares los medicamentos en la mano de varios ancianos a la vez, con el riesgo de cambiarlos. Seguro que el protocolo de entrega de medicamentos también se puede mejorar.
Durante todo el día, incluida la noche, hay un sonido insoportable de los llamadores de las habitaciones que se quedan sonando a veces largos minutos sin que nadie los apague; el sonido es altísimo y los ancianos tienen que estar soportando este sonido todos los días. Sería genial que cambiaran ese sistema o bajaran el volumen de esos timbres. Es atronador.
El personal en general bastante amable y aplican cuidados efectivos. La dirección médica penosa. Con mi abuela falleciendo no quisieron activar al ESAD (equipo de cuidados paliativos dependiente de Atención Primaria) y tampoco nos dejaron estar con ella (en una habitación individual y con todos vacunados) por protocolo Covid, cuando resulta que el resto de residentes ya podían salir con sus familias durante varios días (se ve que ahí el riesgo de contagio no existía). Mucha falta de humanidad y empatía para con los familiares en situaciones de duelo. Espero que los responsables de estos protocolos, totalmente deshumanizados, nunca pasen por la situación de no poder acompañar a un familiar en sus últimos momentos. Como familiar de una residente, y como profesional sanitaria, me avergüenza sobremanera este comportamiento.
Es una pena que dejen que se vaya Miriam (fisioterapeuta) por motivos economicos. Una gran perdida que sentimos mucho ya que tanto ella como Bea tienen su sueldo bien merecido y son dos grandes personas.
Falta de respeto continuas por parte de algunos trabajadores, trato a los residentes que deja mucho que desear, y poca información sobre los pacientes a la familia, secretismo y mentiras en situaciones delicadas con los residentes hacia las familias
Leyre, estoy bastante de acuerdo contigo, deberíamos juntarnos las familias para que nuestras opiniones se tuvieran en cuenta e intentar cambiar muchas cosas. Desde la dirección siempre responden con buenas palabritas, justifican todos sus fallos y sigue todo igual.
Llevamos sin calefacción más de una semana sin poder duchar a los abuelos porque tienen frío y nadie lo soluciona no tienen calefacción en las habitaciones.un desastre
Quisiera a través de unas breves líneas transmitir mi agradecimiento y reconocimiento al trabajo realizado por el equipo de Amavir San Agustín. Es posible, es seguro que habrá cosas que mejorar y que afinar. Pero, ya antes de l pandemia mi visión sobre como trataron a mi madre, lo calificó de notable. Si lo observo durante la pandemia he de decir que mi madre no ha sido infectada por el COVID-19, de más de cuatro PCR todos por fortuna (o por las medidas que el centro ha puesto y en algunos casos ha funcionado) negativo. El afecto, el cariño, la simpatía es en líneas generales lo que he visto y veo en las personas que cuidan de mi madre. Que a veces no llegan lo se. Que la comida es mejorable seguro (en cada una de nuestros hogares alguna ve se va l maní con la sal) Pero, yo me pregunto y llego yo (o mis hermanos). Para finalizar he leído una reseña que sin duda es muy dura y debe denunciarse de forma diferente a lo que una red, como está permite. Hay aseveraciones muy duras que con el máximo respeto el camino no es la red es otro lugar más jurídico. Gracias, gracias y muchas gracias por hacernos más fácil el cuidado de nuestros mayores.
Como es habitual en las residencias de mayores, cuidan mucho la atención de cara a los familiares pero no siempre tratan igual a las personas mayores; y yo lo calificaría como inhumano. A mi abuela le rompieron ¡las 2 piernas! Cuando la dejaron caer ¡2 veces seguidas. Y no nos avisaron, hasta que el dolor en ella se hizo tan insoportable que tuvieron que llevarla al hospital, y allí nos enteramos de todo. Después de eso ni una llamada, ni una explicación. Ya no se recuperó de las múltiples operaciones, y cuando finalmente falleció y nos devolvieron sus pertenencias también estaban destrozadas. En el último año de COVID-19, en que no podíamos visitarla con regularidad, perdimos el seguimiento real y las consecuencias han sido terribles.
Nosotros hemos dado muchas quejas por muchas cosas. Pero en está pandemia lo han sabido gestionar muy bien! Mi madre la trataron enseguida y cuando no se pudo hacer más la trasladaron enseguida al hospital y se han estado interesando en todo momento y nos han informado muy bien de todo. Gracias a que todo se hizo bien y rápido mi madre está viva. Así que es necesario que igual que nos hemos quejado cuando algo nos ha parecido mal ahora tenemos que felicitaros por la gestión.
Pésima experiencia. Mi padre estuvo aquí y no lo recomendaría a nadie. No recuerdo nada positivo. Con otros familiares buscamos sitios de trato mucho más humano y apenas cuesta un poquito más.
Estupenda residencia. El equipo humano es excelente, desde la dirección hasta el personal de recepción, las trabajadoras sociales (Rocío y Sonia), el equipo médico, psicología, enfermería, fisioterapia, auxiliares, como no, Clarines la gobernanta.transmiten profesionalidad y mucha vocación.
Las instalaciones están muy bien mantenidas a nivel de limpieza y conservación.
Todos los departamentos están bien organizados y coordinados.
Después de casi dos años en los que mi madre ha estado ingresada y magníficamente atendida solo tengo palabras de agradecimiento.
La residencia y el centro de día de San Agustín del Guadalix que gestiona Amavir, cuenta con varios ingredientes que, desde mi punto de vista y mi experiencia personal, la hacen destacar entre otras. Por un lado, la gran profesionalidad, el trato cercano y familiar, y la vocación que presentan sus trabajadores. Además, está ubicada en una zona tranquila de la localidad que hace desconectar de la urbe, su ruido y su estrés.
Mi abuela no puede estar mejor que en esta residencia! El trato es excepcional, son muy buenos profesionales, especial mención a Clarines por su buen corazón y por la manera tan buena que tiene de hacer su trabajo. Gracias a todos!
A ver, tengo algo que ver, trabajo ALLÍ! Me considero afortunada! Es con CRECES, uno de los GERIÁTRICOS DIEZ! En serio, no hago "pelotas" ALLÍ, lo primero son nuestros MAYORES, asistencia 24h. Cómo en hospital!
Excelente y muy bien organizada. De todas las residencias en las que estuvo mi padre la mejor. La ropa limpia y lavada en el día sin perder una sola prenda. Habitaciones amplias y limpias.buen trato.actividades para mayores. Buena gestión. Lástima que me pillara muy lejos y lo cambié para peor.
