Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Le han dado una vuelta importante a este kiosko de parque. Ahora es un súper local. Con buen tiempo, muy buena terraza para poder dejar niños jugando. He ido de cena y de picoteo y es una comida más que correcta, pero especialmente buena la decoración, los detalles, mesas separadas, mucha luz y muy buen trato del servicio. Opción segura a precio alto, en la estación no hay casi nada parecido.
Desastre de trato al cliente. totalmente nefasto. Se están luciendo (en el mal sentdio) para lo que es Pozuelo.
Hemos ido a probar el sitio porque estábamos pensando utilizarlo para una invitación con bastantes comensales y cuando hemos visto una mesa libre (después de esperar porque los anteriores clientes se estaban yendo) en la terraza nos hemos sentado. Como tardaban, me he acercado a la barra a preguntar si tenían servicio de terraza o debía servirme desde la barra y me he encontrado con una persona que estaba llamando la atención a la camarera de bastante mala formas y se ha ido a la terraza. La he seguido, para encontrarme que esa persona estaba levantando de la mesa a mi acompañante (mi madre de 80 años) porque decía que tenía otro cliente antes. Evidentemente, hemos abandonado el restaurante, con un importante enfado, que es lo que me hace advertir de esto.
Si para utilizar las mesas de terraza debemos ser sentados por los camareros, deben poner un cartel que así lo indique y un sitio donde apuntarse o similar. La terraza está en un parque y no resulta evidente que haya que solicitar que a uno se le siente como sí pueda ocurrir en un restaurante formal. Aún así, si yo fuera el dueño jamás se me ocurriría levantar de una mesa a un cliente con cajas destempladas.
Me temo que no nos volverán a ver por allí, y menos a mi madre que va dos veces por semana al club de al lado. Ha jurado que no se toma allí ni un café.
Con la competencia que hay en Pozuelo.que les vaya bonito. Decididamente hay mejores alternativas y muchas, al menos en trato al cliente.
Pésimo. Mal servicio y comida. Pedimos unas bravas y eran unas patatas alargadas con una salsa amarilla de bote. Las mesas sucias y la camarera nos preguntó tres veces que habíamos pedido, cuando solo eran dos raciones. Y encima caro. No recomiendo en absoluto
El sitio está chulo, en medio en un parque. Podría ser un gran referente en la zona con semejante ubicación. Lastima que los precios son un poco altos en relación a la calidad ofrecida. Servicio simplemente correcto
Buen aperitivo. En general es un lugar poco concurrido por lo que de momento el ambiente de barra es algo frío. La carta no es muy extensa y los precios son algo elevados teniendo en cuenta la relación calidad- cantidad- precio. No sé si volveremos ya que la competencia en la zona es mejor.
Estupendo sitio, estuvimos cenando cuatro personas. Pedimos varios platos para compartir y todo estaba muy bueno, sobre todo la ensalada de ventresca, los esparragos, las rabas y las zamburiñas. Las torrijas de postre espectaculares. El local muy bonito y agradable, servicio perfecto y muy amable. Aparcamiento a la puerta. El precio en la linea de un restaurante de este tipo en Pozuelo. Ibamos un poco preocupados por alguna critica no muy buena en Google, pero superaron mucho nuestras expectativas. Un sitio al que volveremos
Carta de picoteo ridículamente escasa. La ensaladilla rusa de bar corriente. Las rabas correctas. Para nada lo que te esperas con el nombre que le precede. Lo mejor el sevicio Absolutamente prescindible
Vinimos a comer con nuestra hija pequeña. Todo facilidades, tanto en la atención como en opciones de comida para ella “fuera de carta”. El personal muy amable. La comida muy rica. Hemos sido clientes de Taberna del Alabardero de Washington durante unos años, … y ¡nos encanta! Ahora tendremos que hacernos de las de por aquí. Pedimos huevos rotos, pimientos de Padrón, lubina y rodaballo. Todo muy rico. De postre, optamos por la torrija. Muy muy rica y recomendable. Eso sí, en el apartado de postres yo hubiera añadido algo de chocolate… no había nada para elegir. Y que no fuera el “coulant” ese que ponen en todos lados. En la taberna de Washington, tenían uno que se llamaba “Chocolate en texturas con salsa de ron y piña”. Era impresionante. Molaría que lo hicieseis aquí también. Gracias por todo. ¡Volveremos!
La acústica es pésima y los precios disparatados. Íbamos con un menú cerrado y la copa de vino a parte 4.3€, entre otras cosas. Eata en un entorno buenísimo pero con esos precios no les auguro futuro