APHISA - Centro de Atención Temprana para menores con discapacidad

Atención de 5 personas amables y abocadas a las necesidades de las personas que nos acercamos

Personal atento y muy cualificado, forman un vínculo especial con los niños. Instalaciones limpias.

El mejor centro de Alcalá y la trabajadora social Beatriz es una persona encantadora, servicial y una gran profesional, para mi la mejor de lo mejor

Un centro de ayuda y apoyo para niños con dificultades. Grandísimas profesionales, donde además destaca su enorme empatía y cariño hacia los peques.

Voy todas las semanas con mi hijo Martin a Atencion Temprana. Son unos profesionales que nos están ayudando mucho

No me parece correcto que la Comunidad de Madrid concierte plazas con un centro que utiliza terapias que a día de hoy no se recomiendan en atención temprana como por ejemplo la terapia Vojta o Bobath

Muy contenta con las profesionales que atienden a mi hija pero la dirección deja mucho que desear. Desorganizado, descuidado y un poco maleducado. Una pena que tanta profesionalidad en las terapias este ensombrecida por una persona que gestiona tan mal el centro.

Es indignante que la dirección/coordinación de este centro, que ha tenido y tiene tan buenas psicoterapeutas, utilice identidad falsa para firmar cartas como prueba para despedir a una persona. En nuestro caso utilizaron nuestros nombres, sin ningún consentimiento, junto al de otras familias para justificar de forma totalmente errónea el mal trabajo de una asistenta social, a la que despidieron. En ningún caso nosotros como padres nos quejamos del trabajo de ella, sino todo lo contrario, siempre fue una persona muy atenta y dispuesta a ayudar. La dirección no dirige nada y la coordinación coordina bastante mal. La suerte que tuvimos mientras estuvimos en este centro es que nuestro hijo pasó por buenas manos en sala: Marta B, Laura V, Inés y Marta C. Curiosamente tres de ellas ya no trabajan en este centro. Mil gracias a las cuatro.

Pd.: la estrella que me obligan a marcar va por vosotras, no por el centro.

Toda la cúpula directiva son unos sinvergüenzas e irresponsables. En mi caso específico le modificaron el tratamiento a mi hijo sin comunicarnos nada a la familia y lo peor de todo que no había un informe que justificara el cambio. He puesto una queja en el CAT junio y a día de hoy no se han tomado la delicadeza de responder. Hay que denunciar a estos sinvergüenzas porque al final los afectados son los niños que necesitan que se les de la atención que requieren pues para eso la comunidad de Madrid destina recursos públicos y no para que ellos hagan lo que le venga en ganas. Sinvergüenzas. Mentirosos e irresponsables

Toda la cúpula directiva son unos sinverguenzas e irresponsables. En mi caso específico le modificaron el tratamiento a mi hijo sin comunicarnos nada a la familia y lo peor de todo que no había un informe que justificara el cambio. He puesto una queja en el CAT junio y a día de hoy no se han tomado la delicadeza de responder. Hay que denunciar a estos sinverguenzas porque al final los afectados son los niños que necesitan que se les de la atención que requieren pues para eso la comunidad de madrid destina recursos públicos y no para que ellos hagan lo que le venga en ganas. Sinverguenzas.

Gracias a todas y cada una de las profesionales que han ayudado a nuestro hijo a mejorar día a día. Grandes profesionales que no consiguen tapar el desastre de dirección del centro: cambio de terapeutas sin aviso, promesas incumplidas, falta de planificación. Una falta de respeto a sus trabajadores, familias y sobre todo a los nińos que reciben terapia.
Gracias Conchi, Julia, Bea, Sandra y sobre todo Aranzazu. Nosotros y nuestro hijo nunca os olvidaremos.

He trabajado en el CAT de APHISA desde 1986. El trabajo siempre se realizó en equipo y con un ambiente excelente. A partir de 2014 los cambios de directora y coordinadora se suceden, convirtiéndose el centro en la "LA CIUDAD SIN LEY". Los directivos del centro se han encargado de eliminar todo lo bueno que tenía éste, que era un gran equipo de trabajadoras.
En 2016 me despidieron como ya habían hecho con otras compañeras, en 2017 en el Juzgado el representante de APHISA (Helio Gascueña Quiñonero) reconoce la improcedencia del despido y me ofrecen una indemnización, que se suma a las anteriores indemnizaciones sin importarles dilapidar el dinero de la Asociación (dinero público).
Las bajas por ansiedad se siguen produciendo en el personal debido al acoso y derribo que viven día a día.

He trabajado 17 años en este centro en el que he desarrollado toda mi experiencia profesional junto a excelentes compañeras y directoras. Pero hace unos tres años, con el nuevo equipo directivo, todo cambio radicalmente. Se acabó el trabajo en equipo, el desarrollo de proyectos nuevos y el buen clima de trabajo, que fue sustituido por la imposición y la coacción. Por ello, y tras 4 meses de baja por ansiedad, tome la difícil decisión de irme, a pesar de esperarme un futuro laboral más que incierto.
Hice bien, visto que la situación parece ir cada vez a peor. Ojalá las cosas cambien porque me duele en el alma ver el deterioro en la calidad de la atención a los niños y sus familias que este equipo directivo está propiciando. Y envío un mensaje de ánimo a las que aún considero mis compañeras para que no se dejen pisar por nadie y para que continúen disfrutando de un trabajo tan bonito.

He trabajado en este centro durante 2 años y 9 meses. A lo largo de mi experiencia en el mismo, solo puedo dar las gracias al inmejorable equipo de terapeutas que trabajan allí, así como a las familias y niñ@s que me acogieron desde el primer día. Todo lo que he aprendido y crecido profesionalmente es gracias a mis compañeras, las cuales siempre han tratado con respeto y calidad humana.
Lamentablemente, las irregularidades, faltas de respeto tanto a familias como a profesionales, la ausencia de ética y código deontológico por parte de las actuales Directora y Coordinadora, ponen en serio riesgo la calidad del servicio tanto en lo relacionado a la atención a l@s niñ@s como al trabajo de los profesionales.
Espero y confío que Comunidad de Madrid genere el cambio necesario de cara a garantizar que las personas que ocupan estos puestos estén a la altura de los mismos.

Los años que trabaje allí, hasta febrero de 2014, puedo decir que he formado parte de un equipo excelente, con compañeras muy cualificadas e implicadas en un trabajo tan vocacional como es el nuestro.
Excelente recuerdo de mi estancia en Aphisa, de mis compañeras, de los niños y de sus familias.
Aunque creo que la situación actual no es la misma que yo viví. Una lastima!

He trabajado un corto tiempo y conocido profesionales muy valiosas que me ayudaron y me enseńaron mucho. Lamentablemente el clima de trabajo era muy tenso y no sé porqué motivo, justo estás profesionales recibían un trato diferencial y negativo. Es una pena porque al final repercute en el buen funcionamiento. Espero que se solucione ya que El Centro estaba dividido, y las profesionales que llevaban más tiempo trabajaban con mucha tensión. Las familias y los nińos se merecen lo mejor, espero que se pueda solucionar y que se trabaje en equipo.

Lamentable la gestión del CAT que hace que grandes profesionales sean despedidos de un dia para otro o sufran bajas por ansiedad (y al volver les despidan o no renueven). Una pena que gente tan válida y con tanta vocación no pueda atender a nuestros hijos por culpa de la gestión de los últimos años. Y una pena que nuestros hijos sufran por este motivo de una terapia deficiente en los años en los que es más importante dar una continuidad, no es viable hacer un programa adecuado con tanto cambio de terapeuta. El último trimestre del curso pasado fue de órdago, y este año van por el mismo camino. Ánimo a todos los profesionales que, pese a todo, siguen ahí.

Extraordinarios profesionales pero una dirección que no cumple las espectativas. Tanto las pedagogas como las psicólogas y terapeutas (psicomotricidad) son de una calidad humana y profesional increíble pero, por alguna razón que desconozco, no son valoradas en absoluto a nivel interno y, cada dos por tres, se las está despidiendo cada año.

La Comunidad de Madrid debería echar un vistazo a este centro que subvenciona a base de becas porque la dirección se ha cargado en los últimos dos años a varias profesionales de primer nivel que se han ido con su experiencia y bagaje a otros centros. No se está dando continuidad a los tratamientos y al personal y eso para los niños no es nada positivo.

El único consuelo es que las personas que han ido sustituyendo a las que han demostrado tener criterio (e inmediatamente han salido del centro), han hecho todo lo que estaba en su mano para que no se notasen todos estos problemas de estructura.