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Fuimos el otro día a comer a Arima. La verdad que fue una experiencia increíble. Me habían recomendado el restaurante e iba con la expectativas altas. Aún así, consiguió sorprenderme. Desde el primer aperitivo al postre fue una maravilla. El local súper agradable y una camarera, Margi nos atendió con muchísimo cariño. Restaurante recomendable 100%
Increible lugar, super bien ambientado y la calidad de la comida y el servicio fue espectacular, Margie nos trato genial y nos hizo sentir como si estuvieramos en casa. El taco de oreja, el ciervo y el pastel vasco de chocolate espectaculares
Mucho ruido y pocas nueces. El sitio y la comida no están mal pero no para el precio que pone, tenia reserva a las 15: 30 he llegado a las 15: 39 y lo primero que me dicen es que la cocina cierra en 20 minutos… la comida en general del montón, todo tiene muy buena pinta pero el sabor no es nada del otro mundo. He comido bien pero muy caro, no repetiría. Lo mejor la Gilda.
No recomendable. Muy caro para el producto que tienen. Mala atención del servicio. Mala carta de vinos. Por el precio que pagas, hay muchos mejores sitios en Madrid. No venid al restaurante de Ponzano
Demasiado caro para la calidad. Copas de vino demasiado escasas. Lo peor fue que nos cobraron 3.90 por una botella de agua que rellenaban en el grifo del baño. Les vimos rellenando la botella en el baño y luego nos dijeron que esta filtrada… En fin. También nos cobraron una cerveza de más. Dos personas por 120 euros… No volvemos.
Lo mejor: las Gildas en sus dos versiones, el servicio, la decoración y selección de vinos. Al medio: puerros, croquetas. A mejorar: Un vino en la barra a 4,50 € merece una tapa por pequeña que sea. Musica de ambiente. Yo volveré a Arima
La verdad es que pasamos sólo a tomar algo y estaba reservado así que nos quedamos en la barra.los cócteles muy bueno y bien decorados la atención muy buena y el sitio acogedor, volveremos a probar la comida.
Carisimo! Me parece que muy inflado para la calidad. El precio por persona es de alrededor de 60 euros.
Te obligan a pedir 3 tapas en la mesa, que cuestan como 12 pavos cada una y es más pequeña que una regañada.
Luego el plato principal esta bien, pero tampoco es cosa del otro mundo.
Fuimos tres personas y Lo que si aprovechamos fue el pan, que además de pagarlo (que me parece muy cutre si ya te vas a pagar una pasta en el resto de platos) entre que los platos eran minusculos y entre plato y plato tardaban el pan nos Salvo.
Sitio con encanto y con una propuesta interesante pero que no está a la altura.
El local es realmente pequeño, tiene unas 6 mesas en total y todas muy pegadas unas de otras, imposible tener una conversación íntima y no sentarte sin molestar al comensal contiguo. Te obligan a pedir un número de entrantes y a elegir chuleta o rodaballo, propuesta arriesgada pero que podría funcionar - no es el caso. Los entrantes por lo general muy bien pero la chuleta, muy por debajo de expectativas. Muy caro - unos 90€ pp ya que repito te obligan a pedir un numero de mínimo 3 entrantes y a elegir chuleta o rodaballo (68€/kg y 95€/kg respectivamente.) El servicio excelente, pero por lo general no es un sitio en el que comer cómodamente y la comida no está a la altura del precio. No volveremos
Fuimos 3 parejas y el local es pequeño pero el personal muy atento. Pedimos las gildas 2.0 (había estado en otra ocasión y no puedes irte sin probarla, es una explosión de sabor), croquetas de queso, merluza rebozada, muy suave, y la carne como plato estrella. La carne la sacan poco hecha sin preguntar, por lo que varias personas del grupo pidieron que les pasaran un poco más lo suyo. El postre de chocolate fue un acierto para acabar la cena. Con vino y bebidas 60eur persona
Experiencia top. Unos amigos nos regalaron la experiencia de menú gastronómico cerrado con bebida incluida. Materia prima buenísima de su propio huerto y local, todo producto Vasco. Un trocito de San Sebastián en Madrid. Muy recomendable. El sitio es pequeño, conviene reservar.
Local muy pequeño con decoración agradable. Servicio profesional y atento. Cocina con raíces vascas y recetas modernas con platos muy conseguidos y otros no tanto. Las raciones son excesivamente pequeñas para el precio que tienen. Lo mismo aplicable a los vinos
El producto espectacular. Los platos son creativos y diferentes. La gilda 2.0 y la merluza frita son un clásico. La atención es excelente. Se come muy bien, no es barato pero merece la pena. Siempre que tengo ocasión voy, es un sitio de repetir y de llevar a gente si quieres quedar bien. Gracias y volveremos.
La dueña de este sitio se dedica a subir stories a Instagram insultando a los influencers… desde luego que no iré jamás aquí. Si es capaz de insultar a alguien sin Conocerlo de nada y sin venir a cuento, imagínate lo que no hará en sus cocinas. Mal no, lo siguiente.
Me llevaron de cena sorpresa por mi cumpleaños y la verdad que fue todo un acierto.
Cenamos en la barra. Primero nos pusieron un aperitivo delicioso y unas Gildas 2.0 que repetimos. Pedimos también el Matrimonio que estaba espectacular, unas alcachofas y por último unos espárragos que aún estando ricos fueron un poco más flojos que el resto.
El personal súper atento, explicándonos cada plato que probamos y dando sugerencias. El local también muy bonito.
Sin duda repetiremos en cuanto tengamos oportunidad.
Celebré mi aniversario un lunes noche y fue todo un acierto. La delicadeza y el sabor de los platos, una pasada, lo disfrutamos como enanos. Todo muy bueno y atención excelente
Iba a Arima frecuentemente antes de la pandemia. Era divertido, mucha variedad + la especialización en vermut. Es lo que esperaba anoche para celebrar mi cumpleaños con una amiga, y nos encontramos con un restaurante más formal, ahora sólo platos pequeños y carísimos. Apenas tienen vermut, ahora son vinos de unos 5€ a 15€ por copa. Dos platos y un postre, todo para compartir, más la bebida = 90€. Una auténtica pasada. Tuvimos que volver a cenar más tarde.
Súper lugar! La comida excelente y la Gilda creada por su chef espectacular! Si le falta una Estrella es por el trato recibido, siempre que voy allí a tomar el aperitivo son bastante secos, parece que sino comes sentado y te gastas mucho no les interesa y el trato es muy seco, porque cuando voy a cenar y me siento el trato cambia! Ojalá les sirva para mejorar
Teníamos reserva y le habían dado la mesa a otra persona. Buena carta de presentación. Evidentemente nos fuimos a otro sitio por allí cerca.
He visto la respuesta y me hace gracia lo de falta de empatía. Lo que si es gracioso es que cuando hemos llegado no sabían ni cual era nuestra reserva. Muy profesional por su parte.
Un poco decepcionado con Arima. Había escuchado muy buenas opiniones y la verdad es que casi nada de lo que pedimos pese a probar muchas cosas destacó. El puerro fue tal vez lo que más nos gustó. Las txuletas pedimos dos y la primera sin mucho sabor y un poco pasada y la segunda algo mejor pero tampoco perfecto. El local y el servicio muy bien pero para lo que pagas no merece la pena
Gran materia prima y local precioso en la animada calle ponzano. Comimos en la barra gastronómica, con atención completamente personalizada. Todo lo que comimos estaba buenísimo; no pongo 5 estrellas porque pese a que la calidad y el servicio fueron muy buenos; las raciones eran pequeñas y el precio me pareció un poco elevado, casi 100€ por persona.
It was not to our liking. The food looks good but most of it tastes average and a bit pricy for that quality. The waiters were a dismissive of our complaint that the white wine tasted bad (tasted like a wine that was open and not well refrigerated). The decor and the place inside is nice.
Local con mucho encanto y comida de gran calidad. La gilda y el chuleton astronómicos. Bien de calidad-precio, pero las cantidades no son muy grandes. Para salir lleno hay que rascarse el bolsillo
Lugar con mucha reputación, pero para mi la calidad precio no corresponde. Decoración curiosa. Servicio poco atento. Algunos platos aceptables. Lo mejor el tartar.
Llame a reservar en barra y a los varios días nos llaman para decir que la reserva está en terraza. Un fallo lo tiene todo el mundo pero la soberbia y el mal trato para solucionarlo no. Muy mala experiencia.
Comer en Arima es una maravilla para el paladar Queríamos probarlo todo, a si que nos animamos al consejo del camarero y nos nos arrepentimos en absoluto Una maravilla, y los postres brutales Recomendable al 100% c 100%
Producto y elaboración perfecta, ingredientes sencillos perfectamente seleccionados de su Huerta en Navarra. Brutal la Gilda 2.0 que elaboran, cualquier verdura, pescados de primera calidad y gran chuletón perfectamente asado. No es barato, porque los ingredientes no lo son. Lo que si le pondría un pero es al tamaño de las raciones, algo justas para su precio, la menestra era bastante pequeña (20€). En el pescado y la carne no pasa claro, te lo cobran al peso. Buena carta de vinos, fino, manzanilla, champagnes por copas, mucha variedad y referencias muy interesantes. Sin duda uno de los mejores restaurantes donde tomar el mejor producto con recetas sencillas y tradicionales.
Comida de calidad, el concepto es genial y bien ejecutando. El servicio un poco lento y los bancos incómodos, necesitan algunos cojines más. En general un muy buena experiencia, volveremos.
Ayer pedimos gilda, puerros y chuleton. La gilda y los puerros buenisimos, pero son dos puerros. EL chuletón estaba bueno, pero lleno de grasa y con un buen hueso. Eso si a €62/kg. El vino mas barato empezaba en casi €30. Fuerísima de mercado comparándolo con sitios top de carne. Le han hecho una reforma y el sitio esta muy bonito, pero no volveré.
Ridículamente caro y raciones absurdamente pequeñas. No vale lo que cuesta. La comida no estaba mala pero ha sido de las veces que más descontento he salido de un restaurante.
He comido sola en la barra y la experiencia ha sido muy grata y el servicio excelente. Su versión de la gilda, el steak tartar de vaca y el lomo de merluza rebozada con salsa verde me han parecido espectaculares. Para darse un capricho sin hacer un agujero al bolsillo es muy recomendable.
Buena comida. Gilda, alcachofas con manitas, callos de bacalao y merluza frita (esta ultima espectacular). De postre compota de manzana con helado de sidra. Servicio correcto, a mejorar la atención a las alergias de los comensales.
Este fin de semana estuvimos comiendo en su terraza a pesar del frío. Tanto la comida como la atención de la chica de maravilla (las pochas y el pescado que nos recomendó, sin palabras). Sin duda volveremos. Recomendable 100%.
Un verdadero robo.las raciones muy pequeñas a un precio de escandalo para comida de nivel medio. El servicio en terraza fue desastroso y tardamos 2 horas en comer de picoteo.
Fenomenal! Me ha encantado la experiencia. La comida estuvo increíble, seguimos varias recomendaciones de los camareros y han acertado con cada plato. Todo impecable. Volveremos sin duda!
Me hace gracia que te pongan un aperitivo de la casa y que te cobren 2€, y encima sin ni siquiera pedirlo. Como el pan y el servicio. 3,50€ por cabeza, que por una parte menos mal! Porque gracias al pan nos hemos llenado. Solo por sentarte.pagas más de 5€. Carta muy escasa y excesivamente cara. Dos puerros por 11€. Chuleta de vaca 62€ que muy buena sí, pero he probado mejores por la mitad de precio. Seguramente la vaca debería estar bendecida por el Papa como mínimo para ese precio. Además hemos estado sentados en la terraza, en un banco incomodísimo y súper estrecho y por advertencia de la camarera que tuviéramos los bolsos encima por si acaso nos robaban! Jajajaja cuando al final el robo ha sido al recibir la cuenta!
El mayor sablazo de toda la calle Ponzano. Una estafa. Pedimos sidra y se les había acabado (en un restaurante Vasco). Te cobran hasta el agua del grifo (literal, 2,5 euros) y por supuesto el pan que no habíamos pedido. Un puerro de 10 cm, un (1) chipiron minúsculo y dos copas de vino: más de 40 euros. En una mesa en la entrada con un “banco alto” que no puede ser más incómodo. Muy pretencioso, intentando algo que no consiguen. El chipiron, por muchas cosas que le ponen, sabia a quemado de la plancha. Un quiero y no puedo en toda regla y una tomadura de pelo que hacía tiempo que no veía.
De los mejores sitios de comer en ponzano aunque lo recordaba mucho mejor. El ambiente dentro está bien y la terraza es bastante robusta. Genial para los tiempos que corren. El servicio no era demasiado atento y en varias veces tuvimos que repetir lo que queríamos. Los guisantes no los recomiendo me parecen demasiado caros por la minúscula racion. El chuletón está muy bien y a una calidad precio bastante buena pero eché de menos algo de guarnición como patatas y pimientos. Conclusión, hay mejores opciones por la zona, justo en la calle ponzano, un poco más complicado aunque también
Restaurante Vasco de calidad impresionante. El local es pequeño, pero tiene terraza y es muy agradable. Los productos son de calidad y la explicación de los platos ayuda a elegir con acierto. Desde la gilda, pasando por los berberechos y el corzo hasta la tarta de chocolate con caramelo salado.es todo una delicia. Buena relación calidad precio.
Le pongo dos estrellas porque la calidad del producto era buena, pero como para no serlo si pagamos 55 euros cada uno y tuvimos que comer tres trozos de pan grandes para no quedarnos con hambre.
El sábado noche el ambiente era demencial. Ruido ensordecedor. Niñatos borrachos sacando las copas a la calle. Las mascarillas brillaban por su ausencia. Las basuras tiradas en mitad de la calle. La policía ni está ni se la espera. Qué horror de calle Ponzano. Botellón a tope. Botellódromo de Europa?
El nombre lo dice todo, trato diferente y comida diferente. Mezcla de lo tradicional llevado a la alta cocina, quizás merecedor de una estrella michelín.
Lugar algo pequeño para poder tapear o estar en la barra cómodamente. Buenos combinados de vermuts muy poderosos aunque algo elevado el precio. Queda pendiente probar su gastronomía tan recomendada.
Buenísima experiencia la comida muy buena nagore una buena anfitriona nos quedamos con ganas de probar el pecado que tenía una pinta brutal ENHORABUENA
Esta taberna de espíritu vasco, se ha ganado un hueco en el corazón de los madrileños. La propuesta creada por Nagore Irazuegi a la que se unió Rodrigo García, el que fuera el alma máter de Chuka, pasa por una casa de comidas, una coctelería moderna y una vermutería. Y es precisamente en base a este último, en torno al cual han desarrollado una actividad que tiene lugar un domingo de cada mes, sus sesiones ‘Vermuteke’, un evento promovido por The International Society for the Preservation and Enjoyment of Vermut, que promociona la recuperación de la tradición vermutera. En la carta de Arima encontrarás una veintena de vermuts venidos de todas partes del país: Atxa del País Vasco, Perucchi de Barcelona, Petroni de Galicia o Guerra de El Bierzo, entre otros. ¿El mejor plan? Apostarte en su barra, pedir un vermut y acompañarlo con su exquisitas gildas, croquetas o el clásico bocatín donostiarra.
Cenamos súper a gusto! Excelente variedad de platos, muy buen producto y muy buena elaboración! Definitivamente para repetir! Aprox 40€-50€ #breakfastalwayswins @breakfastalwayswins
Todo muy bien pero se confundieron en la cuenta con un crianza cuñado era cosecha. No habiauvja diferencia de precio pero en Madrid me pasa mucho y en este bar 2 veces de 2 veces que he ido la cuenta estaba mal, siempre a favor del local claro! Y aunque no creo q haya sido a propósito, creo que podrían ser más cuidadosos con eso
Estupenda comida de producto. Verdura excelsa traída del Pais Vasco. Guisos que hay que probar Raciones un poco justas y sitio estrecho hacen que no ponga las 5 estrellas
Este pequeño local trae de su propia huerta de Guipúzcoa todas sus verduras, así como la carne, el pescado y la morcilla. Una selección de productos de primera calidad que realmente tratan con mimo en este restaurante Vasco. Dejarse aconsejar por la selección de verduras de temporada de su huerta.
Excelente trato el dispensado por Nagore u su equipo. La cocina interesantísima, harían falta sus o más Arimas en Ponzano pero sólo hay una Nagore, como ella
Es un sitio muy pequeñito pero la verdad es que se come excepcionalmente bien y el precio es razonable.con nosotros fueron muy amables.todo lo wue tomsmos nos encantó pero destacaría los boletus con huevo de corral y la calidad de la carne del chuletón, que se deshacía en la boca.
Bien todo, el servicio muy bien, nos atendio Maribel y fenomenal, comida rica, por poner una pega, el local muy chiquito, pero se compensa con todo lo dicho anterior, VOLVEREMOS sin duda.
Una experiencia maravillosa llena de sabores y con un encanto especial y familiar dónde su dueña Nagore hace honor a sus raíces con productos de su tierra con una calidad excelente. Comida innovadora, las gildas, sus postres.maravillosos sus caldos. Hay que reservar pues es tan especial que sólo tiene 6 mesas, totalmente recomendable.
Magnífico local en la transitada calle Ponzano, no es muy grande, dispone de una pequeña barra donde se puede disfrutar de una muestra de su cocina y de poco más de media docena de mesas en el interior, su cocina de corte vasco con productos de primera calidad a destacar Verduras y Pescados es respetuosa y bien elaborada, a los mandos Nagore Irazuegi y desde primeros de año Rodrigo Garcia Fonseca que le aporta su toque innovador, una bodega interesante y un trato cercano y desenfado hacen que la experiencia sea muy agradable.
Todo muy rico, justo la chuleta que necesitaba, teato por parte de todos muy correcto y muy bien. Hasta la lechuga esta muy rica. Comi gilldas, rissoto, panceta, txuleta, lechuga.todo muy bien, volvere sin ninguna duda. Cerca de casa.
Excelentes pintxos y excelente relación calidad precio. Carta escueta pero muy potente. Imprescindible reservar en fin de semana, pero también se puede tomar algo en la barra, aunque es estrecho el espacio. Muy recomendable la Gilda, el pintxo de ostra y el chuletón El servicio fue amabilísimo. Repetiremos seguro
Muy agradable el sitio, pequeño y acogedor. La comida hecha con la mejor materia prima y toques modernos pero sin excentricidades. La morcilla y los espárragos para llorar de buenos
Muy acogedor ambiente profesional pero muy familiar me dio la sensación de conocerlos desde siempre, la cocina a la altura de lo esperado que era mucho
Buen lugar en una gran calle para la oferta gastronómica. Se come bien y se bebe mejor. El ambiente es estupendo. Desde una caña hasta cualquiera de los vermuts que ponen, pasando por un buen Pétalos del Bierzo, tomarse algo ahí es imprescindible si se visita Ponzano.