Banco Santander

Trato espectacular, te ayudan en todo, a mi problema en mi cuenta y solucionado en un día como un 31 de diciembre, 10 como personas y 10 desempeño de su trabajo eran dos chicas las q había

Pienso que el Santander es un desastre de banco por mi experiencia personal, pero especialmente esta oficina destaca por nefasta. Me han cobrado un TPV virtual que llevaba meses cancelado, dando toda clase de excusas. Al final, aún probando que estaba perfectamente cancelado, llevo más de 20 días esperando que me devuelvan el dinero. Voy a presentar reclamación en consumo si no tengo una devolución pronto, y ahora mismo voy a intentar contactar con quien pueda para que esto no quede así. Pienso que un banco que cobra cosas que no debería y encima no sabe lo que se hace, es un banco nada confiable. Me alegro mucho de haberme llevado todo mi dinero.

Oficina operativa sin poner pegas.la señorita de atención al público encantadora y eso que es una oficina de gente mayor. Muchas oficinas tenían que tomar nota

Voy a recoger un obsequio por delegar el voto en la junta de accionistas con el ticket en el que claramente pone que puedo recogerlo EN CUALQUIER OFICINA.

La subdirectora, de nombre Coral, se niega a darmelo porque si no "puede quedarse sin y si viene alguien de la oficina no poder darsela". Todo ello con malas caras y gestos. Me toca desplazarme media hora a otra oficina porque esta señora decide arbitrariamente saltarse las normas del propio banco y promoción.

Menos mal que soy cliente, accionista y con una vinculación elevadísima, si no igual me echan a patadas.

Yo no tuve la suerte de ser accionista. Fui a hacer un ingreso y no me he sentido peor tratado en mi vida. La ¿Persona? Que está en ventanilla es bastante desagradable, vaga, malencarada y poco profesional. De hecho tuvo problemas con todas las personas que tenía delante, resultó patético verla correr tras un cliente porque se le olvidó darle unos papeles de una operación bastante sencilla de realizar. En fin, muy mala experiencia en lo que empieza a ser tónica general en oficinas bancarias ser tratado más como ganado que como una persona