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Es una pena en lo que ha quedado este sitio, antaño mítico para tomar vermut en Madrid. Malos modos, actitud chulesca, no te dejan entrar si solo vas a tomar algo…supongo que les compensa engañar a los turistas y no tratar bien a la gente local.
Actitud chulesca e incluso agresiva por parte de ambos camareros (propietarios). La interacción con el cliente es desde una posición prepotente y amenazante. Los modales que demuestran no son aceptables por faltar a la dignidad del cliente. Están destrozando el trabajo de su generación anterior. La mejor prueba es leer los comentarios que hacen de las críticas negativas, se definen ellos solos. Bad service and prices over the regular price in the area. Warning, this place try to fool the tourist. I am from this neighborhood and I recomend other typical places around, like: Casa Ciriaco, Capitán Alatriste, La Posada de la Villa y La Revuelta. Bon appétit!
! Un verdadero timo. Cero estrellas. El vermú no era ni lo que cabe en un dedo meñique. En un micro-vaso tipo dedal. Agua. 2,40 euros. Un micro-canapé (diámetro de una micro rebanada tipo baguette) de queso que estaba rancio, 2,70 euros. Estafa total. Supongo que se aprovechan de la ubicación y no cuidan lo que dan. Tienen un morro que se lo pisan. Había estado otras veces. Donde se estaba de pie dentro de la bodega han puesto 2 mesas altas y no se cabe. Estuvimos fuera. De camino al servicio ves la falta de limpieza. Botellas y utensilios llenos de polvo, los cubiertos y platos a remojo en cubos de plástico. ¿Esa es la forma de limpiarlos? No volvemos.
Por recomendación de Lonely Planet, fuimos a este lugar al principio de nuestra estancia en Madrid. Curiosamente, y seguramente contraproducente para cualquier buena estrategia de negocios, cuando el lugar estaba vacío a las 22: 15, solo podías tener un lugar dentro si pedías una ración, no solo unas tapas. Ningún otro lugar de Madrid era así. Nos reímos mucho durante la semana porque, como Frank Costanza, no pudieron mantenernos fuera de Del Boca Vista. Habíamos pensado que podrían estar de mal humor de una manera encantadora.
Gran error al volver hoy: servicio antipático; pequeñas tapas poco creativas, y nos estafaron, dándonos tapas menos caras, fingiendo no hablar nada de inglés y cobrándonos las tapas más caras sin darnos un recibo detallado, como creo que exige la ley, y al menos En el resto de Madrid lo menos se hace.
Tienen pequeños carteles colocados por todas partes sobre sus reglas, pero estafar a las personas que visitan el país y ayudan a la economía, pero no hablan el idioma, y no dar un recibo o proporcionar un recibo incorrecto, no son dos de sus reglas.
Parecen afirmar que han estado abiertos desde 1867, pero es probable que pronto cierren. Si no se puede encontrar un mejor modelo de negocio para cobrar 1,30 euros no ganados por una venta, entonces se está en el camino equivocado. Evite este lugar ya que Madrid tiene mucho más que ofrecer.
A este sitio ni media estrella. Hemos entrado a tomar un vermut y el empleado mega majadero con muy mala leche diciendo que nos saliéramos. Dando voces como un desquiciado, que solo te ponen el vermut si vas a comer (pero era media tarde) estaba completamente vacío. Jamás en Madrid había visto un tío que trabaje en hostelería tan desagradable. Y viendo las demás reseñas me doy cuenta que no somos los únicos que hemos recibido tan fino trato. NO LO RECOMIENDO PORQUE VERMUT BUENO HAY EN MUCHOS SITIOS. Si no te gusta tu trabajo dedicate a otra cosa.
A veces veo bares centenarios. De cañas y callos, imprescindible visitarla para conocer el Madrid castizo. Esa maravillosa seducción de lo antiguo que termina siendo lo más moderno.
Do yourself a favor, skip the touristy Mercado de San Miguel and come here! The tapas are genuine and wayyy better! And the callos are to die for! One of my favourite tapas places in Madrid. Oh and no credit card allowed but it’s worth it!
Una experiència muy increíble, vermut de primera, camareros majos y muy atentos, la calidad de las tapas no te dejará con mal gusto. Recomiendo 100% Un sitio donde pasarlo bien tomando Buenos vermuts
No puede haber una atención más borde y desagradable. Que pena de sitio. Creo que era la taberna más auténtica de la zona y ahora no deja ser un sitio turístico más.
No puedo opinar por la comida pero si por el mal servicio por lo siguiente: Habrían un jueves a las 13: 30, les llamo a las 13: 17 para confirmar si abrían y me dicen que abren entre las 13: 30 y 13: 45. Al abrir sobre las 13: 50 siendo los primeros en la cola, nos dicen que está todo reservado y que en la llamada no les hemos preguntado si quedaba sitio sin reservar. Nos tuvimos que marchar a otro restaurante
Fantastic authentic tiny little spot in a touristy area. The callos and the albondigas are must haves. The fresh bacalao over pan con tomate was excellent. Great wine a selection.
No entiendo nada. La parte interior incluyendo la barra reservado para comer o cenar. Menuda taberna/bodega donde no puedes disfrutar de unas cañas en la barra y esto es post covid porque antes no estaba así. No se puede pagar con tarjeta "desde 1867", para esto no hace falta ponerse al día y ya se han preocupado en hacértelo saber forrando todas las mesas altas de la terraza con todas las normas de la Comunidad de Madrid en el ámbito de terrazas. Una pena porque el local es interesante y en general la experiencia no es agradable.
Singular local, casi un museo que exhibe un sinfín de botellas y piezas desde que se fundó en 1865. Precioso lugar. A destacar sus encurtidos, callos y unas albóndigas caseras que quitan el sentido. El local es muy pequeño por lo que hay que tener suerte para coger sitio. El servicio muy atento.
Conozco la taberna desde hace más de 20 años, ayer me sorprendió q había pequeñas mesas reservadas para cenar! Cada uno lleva su negocio como quiere, pero, de verdad, es necesario terminar con la esencia del botellin y su tapita de bacalao? Para mí quedan un poco pretenciosos y ridículos
Por ser una bodega tradicional de las mas antiguas de Madrid, el trato de cada uno de los q la regentan y todo lo q puedas pobar y comer con una gran calidad.no creo q existan callos a la madrileña mejores q los de ellos y el resto como potaje, albóndigas, judiones, etc.recomendable 100%
Taberna típica con diseño rústico, pequeñita pero familiar, te tratan como si te conocieran de toda la vida. Comimos una tapa de bacalao desalao en aceite y pan con tomate que estaba ESPECTACULAR! Unos callos que se te saltaban las lágrimas de lo buenos que estaban, creo son con diferencia los mejores que he probado y unas albóndigas que casi se salían del plato la Sra. Ana (la cocinera) un amor de mujer. Y los camareros (creo, hijos de la Sr. Ana) super amables y atentos! Nos llevamos un muy buen recuerdo de esa pequeña taberna de Madrid. Volveremos sin dudarlo!
Curiosa y atractiva taberna que visite de camino a la cava baja.segun nos dijeron las tinajas de barro son de los años 50.excelente vermú. Pienso volver en mi próxima visita a Madrid.
Q pena, venimos de propio de Ricla (Zaragoza) y el camarero no nos ha dejado tomar nada siendo q no tenía gente. Estuvimos en diciembre del 19 y la madre y su hijo (dueños) fueron encantadores. Ahora volvemos y el camarero ha sido un borde, ni nos ha mirado a la cara…
Bodega histórica que mantiene su precioso diseño antiguo en plena zona turística. Una oferta de tapas muy limitada (no hay cocina) pero muy rica en quesos, embutidos y conservas. El personal sigue siendo de lo más amable, pero los precios ya son del siglo XXI.
Small and cosy tapas bar. The environment there is very friendly to the level I wished that I understood Spanish. The meatballs was really tasty. The cecina was drizzled with really tasty olive oil.
Siempre hemos venido y nunca nos han tratado tan mal como hoy! Es una pena venir desde tan lejos y con tanta ilusion para que el servicio sea tan maleducado! Si tienes un mal dia, no lo pagues con tus clientes. Gracias
La mejor bodega que he visitado en Madrid capital. El vino y las tapas son impresionantes PERO el trato de los hermanos a cargo del establecimiento es insuperable. Si quieres vivir una experiencia madrileña este lugar es muy, muy, muy recomendable.
Bodega añeja y preciosa. Profesionalidad y amabilidad de sus empleados, alta calidad en los productos que probamos (judiones, cabrales y callos), pero quizá algo subido de precio si tu opción es el cerveceo y salir de cañas. Para comer, buena opción; no tanto de tapas
Hemos querido tomar algo cuatro personas en una hora donde había mesas libres fuera y todo vacío dentro.
Cuál es nuestra sorpresa cuando al querer entrar dentro y, a su vez, querer resguardarnos del frío madrileño, un trabajador que parecía portero de discoteca sin querer devolvernos el saludo nos ha señalado un cartel donde se indicaba que solo se podía acceder al interior si íbamos a cenar.
La verdad es que íbamos a cenar, pero el gesto nos ha parecido tan feo que hemos preferido ir a la latina donde, además de haber bodegas con mucha solera también, el personal tiene más educación.
Estupendo sitio de toda la vida para tapear, típico, clásico, curioso. Excelente trato por parte de toda la familia, un imprescindible cuando vayas por el centro de Madrid.
Si buscas una bodega de estilo tradicional. Bodegas Ricla es la elegida. El encanto de sitio y la família que lo regenta són realmente lo que describe que los bares típicos no tienen que desaparecer. Podemos destacar que la madre es la cocinera y no puedes dejar de probar los callos y las albóndigas.
Una bodega muy auténtica y tradicional ahí radica su encanto. Establecimiento centenario con tapas de calidad y unos callos buenísimos. Merece destacarse que es un local gestionado por una familia que te hace sentir como en casa. Un servicio especialmente amable. Nos ha encantado.
Me encantó esta bodega muy cerca de la Plaza Mayor. La tapita gratis de morcilla choricera y la tapa de cecina me parecieron ESPECTACULARES! (gracias por la recomendación camarero!). Incluso los callos, aunque no soy muy fan, hay que reconocer que estaban muy buenos!
This is the real place to go. Get away from the tourist traps and come here. Great vermouth on tap! Get it with a splash of soda which is called pinceladas. They give you free tapas with your drinks here and you can order some very reasonably priced tapas like bocarones en vinagre which are great. The callos are best in Madrid. This is one of the few places that actual Spaniards still come to. Highly recommended.
En nuestra visita a Madrid fuimos en busca de casas, tascas, tabernas y bodegones castizos. No nos equivocamos al entrar en Ricla. Desde luego, un producto inigualable, con gran variedad y precio más que razonable. Pero sin duda la esencia de este lugar, es que detrás de esa barra se encuentra Emilio Ricla y en la cocina, su madre, 2 personas que merece la pena conocer. Algo mas autentico que ésto? De los lugares que poco quedan. Deseando volver a probar las albondigas y la morcilla de León, entre otros
Una de las tabernas mas antiguas de Madrid, merece la pena visitarla y tomarse un buen vino y una ración. Lo callos están delicioso, las albóndigas igual y el embutido también. Felicitaciones
Great local bar which is located directly across the street from the Oldest Restaurant in the world. This place is from 1867 so it is very old as well.
Local bar, very pleasant bartender/owner. Provided recommendations. Plenty of people cycle in and out. We stuck it out for a few hours and had a great time
Simplemente espectacular! El mejor bacalao en aceite que te puedes comer en el centro! Los dueños bien simpáticos! Si buscas castizo en el diccionario verás una foto de esta magnífica bodega! Cada vez que paso por Madrid es parada obligatoria!
Uno de los mejores sitios para tomarte un vermut o un vino blanco (Alma). Muy bueno y buen servicio. Aunque las tapas de Fabas y de callos no son muy grandes, pero merece la pena están buenísimas.
Imperdible bodega junto a la plaza Mayor. Pequeñita, conserva todo el encanto de sus años de antigüedad: la barra, barriles, columnas. Cerveza muy bien tirada, vinos muy buenos, tapas gratis sencillas pero de calidad y cazuelitas y tostas caseras exquisitas. Aunque es un local muy visitado que suele estar lleno, lo mejor es esperar un poco para abrirse hueco.
Encontramos este local de pura casualidad callejeando, ¡Qué suerte la nuestra! De nuevo he tenido esa sensación de ser cliente habitual, de toda la vida, la atención cercana y amable del camarero me encantó. El vermut de grifo es potente pero agradable, baratisímo, y además vino con una tapita de embutido de jabalí.
Decoración clásica, se está fresquito y además tienen raciones a buen precio.
Visita obligatoria si quieres vermut de verdad en un local tradicional.
Buena atención. Trato exquisito. Buenos y variados vinos. Precios bajos. Local con tradición desde 1867. Visita imprescindible. Famoso su vermut. Tapas variadas. Muy recomendable
Un clásico junto enfrente de Botín. El 'botijo' siempre a temperatura adecuada. Y siempre algún vino interesante. Casi siempre que salgo por el centro o me acerco a la cava baja, hago una parada.
We had great homemade vermouth here. The bar itself is small, but authentic. The old ceramic vermouth casks and a working tap are all there. There is also a selection of wines hand-picked by the owner. The times we were there it was packed. Wished we had had a chance to try some of the tapas. The bar owner and his mom were SUPER-NICE to us despite a huge crowd of locals and tourists in the bar.
De los pocos sitios con encanto que quedan en el centro. Trato familiar, ricas tapas a precio justo. Espero que nunca cierre Recomiendo el queso con anchoas y el mojama con almendras una delicia
This is small place with excellent vermouth, nice little tapas and a bar tender that is very cool with wonderful attitude. If you are tired of tourist traps, try this place
Sitio clásico de Madrid donde puedes probar infinidad de vinos de cosecha propia a la vez que te tomas una buena tapa. El lugar es pequeño y frecuentado por gente madrileña
Bodega genial, de las que quedan pocas. Negocio familiar atendido de maravilla. Gran variedad de vinos, vermut de grifo muy bueno, cañas muy bien tiradas, y tapa con cada consumición que suele ser salchichón, morcilla, o quizás queso. También se puede tomar algún espirituoso, cavas, y hasta spritzer. Es de mis tabernas favoritas, sitio con solera en el que sentirse como en casa.
Sobresalientes callos, alubias, albóndigas. Todo consistente. Un auténtico vermut "de grifo" y una excelente selección de vinos para acompañar tapas y raciones. Sabor castizo sin concesiones a la decoración moderna, así desde el siglo pasado!
Taberna de toda la vida, vinos y cañas servidos rápidamente y una vecina que está de muerte, además de otras tapas /raciones, incluso de cocina como las albóndigas. Frecuentado por pequeños grupos de turistas, nada invasivos, que le aportan un punto de gracia
Tabernita con encanto que es un imprescindible para empezar una mañana de tapeo a la hora del aperitivo. El vermú de grifo riquísimo. Eso sí siempre esta lleno, un poco de paciencia porque merece la pena esperar
Excelente lugar para hacer un vermut de grifo acompañado de una tapita de embutido gentileza de la casa. Cecina o cabrales en aceite 3,8€ muy recomendable
Taberna antiquísima con buenos productos, falta algo de variedad, es pequeña y siempre está llena los fines de semana. Para conocerla bien ir en días de normales.