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Un bonito y amable lugar para momentos de tertulias. Acoge a personas que organizan íntimos encuentros literarios y a amantes de la bohemia. Una joya de Malasaña que parece oculta de los turistas y amantes del caos, pues está en medio de una calle poco concurrida. Un oasis de paz en medio de un barrio acelerado.
El sitio más raro que he visitado en mi vida con mucha diferencia. Escondido, lúgubre, tenebroso.daba autentico miedo! Había un pequeño grupo de gente escondido tras una cortina teniendo conversaciones muy extrañas sobre asuntos existenciales. El dueño parece sacado de una película de Tim Burton. El café carísimo para la media de Madrid (3€). No vuelvo más a menos que sea Halloween
Uno de los mejores cafés que aún quedan de estilo bohemio, donde el café te sienta de maravilla escuchando música y en tertulia con el dueño del café que es encantador. La mejor tarta de zanahoria allí la podéis comer, el café asiático que me preparó buenísimo, el ambiente tan acogedor como si estuvieras en el salón de tu casa
Le pongo 2 estrellas y no 1 por el increíble decorado y el ambiente, el cual se agradece. Ahora, no sé si los dueños de este establecimiento no son realistas con sus precios o directamente no quieren que acudan personas con ingresos monetarios normales… los precios son totalmente absurdos. Es la primera vez que me siento a tomar un café y me encuentro con que el café más barato son 3.00€ y los siguientes son a partir de 4.20€. Adjunto fotografías. Y el que supongo que era el dueño más antipático no pudo ser. Definitivamente no recomiendo este lugar y no volveré.
El sitio está bien. No está muy saturado, y se puede hablar cómodamente. Es acogedor aunque huele un poco a viejo. El trato del camarero es correcto, parece el dueño del caldero chorreante. Lo que me ha parecido una pasada es 3 eur por un café normal. Pero normal normal normal, de los de 1 eur o 1.5 eur en cualquier otro bar. Eso sí lo puso con una pasta casera. Aún así el precio es tan elevado, y no está especialmente bueno, por lo que no volveré.
Me encanta este café de Madrid no sólo por la cerveza tan estupenda que tiene y distintos cocktailes si no que es un lugar que aún guarda su sabor castizo y su dueño no puede ser más amable.
Café (abre a las 15: 00, con copas por la noche) en la tranquila calle Galería de Robles en Malasaña.
Su actual dueño abrió este establecimiento en 1978 y le dió una ambientación fantástica a antiguo café de principios del siglo XX.
Es súper amable y me estuvo contando que él mismo construyó la barra o como tiene clientes finlandeses que después de varios años regresan aquí.
El local es maravilloso, las fotos hablan por sí solas, se respira una gran tranquilidad, ya que en esta calle pese a estar en Malasaña no hay ningún tipo de ruido.
Café decorado con gusto "a la antigua" y batidos magníficos. La calma vale la pena, creo que hasta tuestan sus propios cacahuetes, una maravilla para disfrutar del lugar y de los cócteles.
This is one for the history book. The last authentic bar of this kind. The owner has had it for 44 years and you can see the stories on the walls. Original decor and very personal service.
¿Una cerveza en la barra a 4,5€? El propietario ha cometido dos errores. Uno, cobrarnos eso por una cerveza. Dos, pensar que somos turistas. Ha perdido dos clientes que podían ser asiduos.
Lugar muy acogedor, y con una decoración muy pintoresca. Me sentí como si estuviera en casa de mis abuelos, y por lo menos a mí las dos persona que nos atendieron nos trataron casi igual. Sitio para tomar buenos batidos, cafés y cócteles. Recomiendo sin dudarlo la tarta de zanahoria, ya que es la mejor que he probado en mucho tiempo. Aviso por si quieres visitarlo, traer efectivo y ser pacientes las cosas tardan pero están espectaculares.
Un café y bar de copas muy original. Su dueño, Helio, muy simpático. Lo regenta el solo desde los años 80. El es de Asturias y el local está lleno de objetos antiguos de su patria lo que crea un auténtico ambiente retro. Local indispensable para una salida por Malasaña. Yo suelo ir por las tardes y tomarme un café asiático cuyos ingredientes Helio mantiene como alto secreto.
Tomamos un café con tarta y estaba muy rico. El lugar es espectacular y agradable con un aire vintage muy chulo. Un café de los de antes que no se debería perder. Es un recuerdo de nuestra historia.
Es un lugar entrañable, donde se valora la calidad, el servicio y el buen gusto. Un rato de tranquilidad echando un vistazo al pasado. Para el dueño, prácticamente sirve la misma descripción
Un sitio muy especial con encanto y diferente, merece la pena ser visitado y ya sea un cocktel o un café con tarta, es mucho más especial que en otros sitios. Su dueño es un hombre muy majo y que te recomendara bien si no sabes que tomar. Estos sitios ojalá permanezcan siempre
El unico genuino café sobreviviente de la Edad de Oro del Barrio de Malasaña. Negocio familiar donde priman calidad y hospitalidad. El ambiente es entrañable y sus numerosos tertulianos saben apreciarlo. Lugar ideal para disfrutar deliciosos cócteles, batidos (granizados en verano) cafés, tartas y pastas, como ya no se hacen en ningún otro sitio. El dueño, Helios, es un profesional ejemplar, muy bien secundado por su familia. Su trato es franco y humilde, como el de todas las personas que valen por lo que son y no por lo que aparentan. Abstenerse iletrados y "peseteros".
Un lugar tranquilo y un clásico del barrio para relajarse leyendo, charlar, buena música ambiental.el dueño es encantador y siempre está pendiente de las necesidades que se puedan tener.
Lugar donde poder tomar algo y charlar con los amigos, música agradable y a un volumen perfecto. Los batidos son fantásticos, así como las tartas (yo no soy de café pero por acompañantes dicen que es muy bueno) ; el dueño un amor de persona.
No aceptan pago con tarjeta. No es una queja, a mí me da igual, pero en este mundo donde prima ese tipo de pago hay que tenerlo en cuenta.
Un rincón íntimo, agradable y acogedor que suele pasar desapercibido para bien. Ideal para ir en pareja o grupos pequeños. Los batidos los hacen al momento ellos mismos y están deliciosos.
Un cafe que te transporta décadas atrás. Muy atentos los dueños. Ambiente tranquilo, excelente para tertulias, sobremesas y conversaciones sin prisas. Única pega es que NO se puede pagar con tarjeta.
Hay que ir y experimentar la sensación de sentirte en un rincon más que maravilloso de Madrid y probar sus deliciosos licores y pastas artesanales. Abundancia. Gracias por todo. ️
Café clásico, tranquilo, en calle peatonal en el corazón de Malasaña Atención muy personal. Té y café muy bueno, tartas caseras. La de zanahoria extraordinaria. Recomendable 100%
It is a very unique place. It looks like it jump of a mondigliani painting. Everything is quality and tasty. A memory palace in the center of Madrid. Highly recommended.
Estuvimos ayer y nos encantó, tanto el lugar como el trato recibido por parte del dueño, las tartas caseras deliciosas al igual que los batidos, sin duda cuando vuelva a Madrid, volveré
El mejor café de Madrid. Buen servicio y una carta de bebidas amplia. Un lugar emblemático con una decoración antigua y muy cuidada. Una visita obligada. Repetiré!
Una de las cafeterías con mayor encanto de la ciudad, ideal para los que nos gusta más las tertulias acompañadas de un buen café y una cuidada música de fondo.
Una cafetería bastante original, tranquila, y comoda, con una decoración muy agradable y tranquila. Pero aún mejor es su oferta: una enorme variedad que a mí me ha enamorado en los cafés: además de cosas clásicas que encuentras en cualquier otro sitio, tienen creaciones propias muy interesantes, con sabores unicos e intensos. Ademas tienen alguna tarta casera que está muy bien. El camarero nos dio alguna recomendación que acertó de pleno. La única pega quizás sea el precio: casi cualquier café se pone en 5 euros o más, así que uno debe valorar si le merece la pena o si es para acudir solo de forma ocasional.
El sitio adecuado para una tertulia, una reunión o para tomar café y tarta casera y probar uno de sus cócteles. Un sitio con encanto y con el mejor trato por parte de los dueños.
Lugar tranquilo con ambiente agradable para mantener una relajada conversación con los amigos. Debieran intentar ventilar más el local ya que, al ir entrando al interior del local, se nota un cierto olor a cerrado y/o humedad. Afortunadamente, la pituitaria se satura y a los dos minutos ya no notas el olor.
Café emblemático de Malasaña, buenos batidos, zumos, cócteles, etc, buena carta de bebidas en general. Lo más importante que conserva la misma decoración de hace 40 años, un pedazo de la historia cultural de la ciudad, es de agradecer el esfuerzo por conservar lo auténtico. Si esto te emociona es el lugar perfecto para disfrutar de un zumo.o o copa
Un lugar muy tranquilo donde tomar un buen café o una cerveza o una copa para después de cenar. Perfecto si lo que buscas es tranquilidad o una charla relajada entre amigos.
Es como retroceder a 1900. Tiene mucho encanto, forma parte del patrimonio de Madrid. Es un lugar de otra época, como de esos sitios que hace décadas desaparecieron con el ruido y la posmodernidad
Es muy agradable estar en ese ambiente q nos transporta a un siglo atrás, tranquilidad, muy buenos combinados y un trato excelente. Las maravillosas tartas caseras son exquisitas. Volveré siempre que pueda