Café Continental

Sitio 9/10 comida 2/10 ‘’tostada’’, sin tostar aguacate artificial, tostada de rucula con literalmente 3 tristes hojas de rucula. Desde luego mi primera y última visita a esta sitio.

Un clásico en Alcalá con una carta con un poco de todo para beber: cócteles, batidos, smoothies, cafés. Dentro tiene una terraza muy agradable y muy fresquita en verano.

La nueva gerencia es pésima. No gestiona bien la entrada a clientes, el tipo, imagino dueño, es un antipático, nada afable. Deje de ir, una pena.
No creo que dure mucho abierto, ya muchos pensamos que el dueño es un antipático.

Terraza muy bonita pero con un trato excelentemente pésimo, eso si.por parte del camarero y jefe de terraza Javier, es muy facil de identificar quien es por su cara chulesca y prepotente, pero sobre todo, porque no tiene ni un pelo, ni de listo ni de amable y que hablar de servicial, tardaron en atendernos mas de 15min, en servir mas de 10min, con malas caras, formas y de manera escalonada, donde cuando el hielo de mi copa estaba casi deshecho, todavía había copas/consumiciones pendiente de llegar.y éramos 5.no me quiero imaginar una mesa grande. En fin, los cocteles y copas, nada en especial, más bien tirando a básicos y sin sabor y el servicio muy decepcionante.

Y Recordad.si finalmente queréis jugársela o simplemente buscáis una experiencia única.solo tenéis que acudir a Café Continental, pero importante en el turno de Javier, y fundamental.pedir que os atienda Javier, nunca la olvidareis, (como nosotros unas cuantas reseñas más podéis leer sobre este elemento que lo avalan)

"PREFERIMOS QUE NO VENGA LA GENTE CON NIÑOS". Esto es lo que el dueño ha tenido la poca vergüenza de decirnos, a la cara, ya que según ellos les crea muchos problemas. Así que si tienes hijos NO vayas a este lugar (si no los tienes tampoco, la verdad). En la puerta tienen este cartel y aunque tus hijos ni griten ni corran el dueño de la cafetería manda a sus camareras (ya que valentía para venir y decirlo él a la cara no tiene) a decirte que si los niños se pueden sentar y no moverse, cuando, literalmente, están ANDANDO tranquilamente por el patio recogiendo hojas del suelo sin molestar a nadie. Según el dueño en el cartel pone que los niños tienen que estar sentados con sus padres, subo foto por si le da por cambiarlo, como su discurso cada dos frases porque obviamente sus argumentos carecían de razón ni sentido ninguno.
He estado en MIL sitios y NUNCA jamás ha pasado así.
En el fondo, quizá deberían de invitarme a una consumición, ya que prefieren que no vayan niños y con esta reseña les hago un favor. Que no se molesten porque, con o sin niños, no vuelvo.

Lo único que merece la pena es el local, el personal es apático, las bebidas buenas pero excesivamente caras. Nos ha atendido un camarero llamado Hector un par de veces y la impresión ha sido mala. Parece que se molesta por hacer su trabajo, la segunda vez no llegaron 2 bebidas y sus miradas frías lo dicen todo. Creo que no volveremos en un tiempo.

Mientras esperaba aproveché para ver reseñas de otros clientes, por cierto las últimas todas negativas y la verdad es que tienen razón.
Este es un sitio al que solía venir hace muchos años y al volver nuevamente el local sigue siendo precioso con una terraza espectacular pero si, efectivamente la atención de los camareros es pésima están todos mustios tristes con caras largas y el camarero ese al que mucha gente cita efectivamente es un maleducado y un borde, esta vez pedimos smoothies, sosos, como la atención recibida, una pena con lo chulo que es el local.

El lugar idílico, la música buenísima, pero la atención deja mucho que desear
Las camareras secas y antipáticas
Nos han servido lento y a destiempo.han traído la cuenta sin terminar de consumir. Una pena.

U

Pésima atención. Local medio vacío con 45 minutos de espera para que te sienten y otro tanto para que te atiendan. Una cosa es que avisen a la entrada mediante un cartel que no es un lugar para ir con prisa y otra cosa es el trato que nos dieron. Camareros desagradables y maleducados.

Un lugar idóneo para estar y tomar un granizado de limón o naranja con cava, muy rico el café islandés demasiado alcohol, muy fuerte ambiente selecto a edades desde 18 a 60 años.

Entre emocionada porque el local estaba dentro de un edificio antiguo.
De primeras no me gusta ese cartel que adjunto con la reseña, me parece que sobra.
Luego entiendo que ahora con el COVID se han perdido muchos puestos de trabajo, pero deberían formar a sus empleados con el uso de las tecnologías para facilitarles a ellos el tomar nota y que las cosas salgan bien.
Añadiría más postres como gofres o tortitas.
El café bombón no lo recomiendo, el moka si.
La tarta de tres chocolates sin más.
Por lo demás el ambiente es relajante y el sitio en sí es bonito, pero no es lo más destacable de Alcalá ni mucho menos.

Un clásico de Alcalá con un magnífico café. Venido a menos en cuanto a atención (esa galleta de acompañamiento es obligada cuando cobras más de 3€ por un café), rapidez y opciones de entretenimiento (música, juegos, etc.)

Te sirven la copa a 10 minutos de cerrar, sin avisar. 8,50€ y les pides un vaso de plástico y pretenden que me la lleve en un mini vaso.
Pides un smoothie y te Dan macedonia de frutas. Por que tiene más tropezones que líquido.
Además todo el rato subiendo y bajando la música. Poniéndote dolor de cabeza.
Una de las camareras (una chica rubia) más borde imposible.
Casi 27€ de cuenta para tirarlo todo, desde luego no volvemos ninguno.

Buen vino, un sitio agradable para estarrelajado en su hermosa terraza. Lo recomiendo para estar charlando tranquilamente con una buena copita

Lugar donde te cobran más casi por el sitio que es que por lo que ofrecen, aun así el capuccino está bastante bien. Como no hay starbucks en Alcalá esta cafetería de toda la vida es la mejor alternativa, teniendo un ambiente muy agradable. Las camareras son muy amables.
Edición 2021: 3,90 por un capuchino, ojo. Ahora hay alternativas mejores y cerca de allí.

Atención nefasta x parte de la persona que asigna las mesas, prefiere limpiar a tomar la comanda. Más de 20 minutos esperando para ser atendidos, aperitivos rancios de cortesía y sirven a mesas que llegan más tarde antes que a los que estamos esperando. 45 minutos para un mojito. Vergonzoso. Y el jefe no da la cara escudandose en la única persona simpática del lugar. El que trae las bebidas de la barra.
No lo recomiendo.
Una pena que después de una pandemia y la caída del sector, no sepan mantener a la clientela.
Indignante

Lentos, lentos, lentos. Hicimos cola para entrar y había solo tres mesas ocupadas. El resto vacío. Otros tiempos habrá tenido mejores.

Pésima atención, ahora los camareros son los dueños y la borde de la camarera de siempre. Muy caro por dos cafés y dos cachitos de tarta casi 12€.

Un sitio precioso, eso que hemos estado de dia de noche tiene que ser precioso.tardan un poco en atenderre y nos tuvieron un buen rato esperando para entrar, eso que habia mesas libres.

Servicio lento, calidad mediocre y precios elevados. Lo único bueno, el local y la terraza interior. Para no volver.

El local inmejorable, una antigua casa en el casco histórico de Alcalá. Buena carta de cócteles y café. La peor piña colada que me he tomado en la vida y los camareros bastante lentos. Buen local, servicio mejorable

Sitio muy agradable para tomar algo y charlar. El servicio un poco lento pero eficaz. Es un buen sitio para salir por el centro y tomar algo.

La terraza está muy bien y poco más fuimos el domingo sobre las 16 y ya no tenían ninguna tarta, el servicio lento o lo siguiente, pedimos un frape que nunca llegó y los smoothies que si llegaron aguachinados sin apenas sabor una pena que un sitio tan agradable sea tan decepcionante.

Parada obligatoria para tomar una copa siempre que paso por Alcalá. La terraza está genial, bonita y acogedora.

Hemos ido 6 amigas a tomar café, hemos esperado en la cola y al ver que no venía nadie a atendernos, hemos entrado a preguntar y nos han contestado fatal, que si no nos interesaba esperar que nos fuéramos. Había mesas libres pero poco o nula organización. Una camarera nos ha confesado que antes eran 10 empleados y ahora solo 4. No volveré ni lo recomendaré.

Es un sitio muy bonito y agradable pero no ponen cafés ni infusiones a partir de las 00: 00 y nos hemos tenido que ir y eso que parece más una cafetería que una discoteca o un pub de copas.

Este lugar es especial, siempre que he ido buen trato y servicio. Tienen precios normales y lo que hemos probado está muy rico. Seguiremos repitiendo!

Una terraza estupenda con pulverizadores de agua, se agradece ahora en verano.
Recomiendo de la carta de bebidas el Maximus. (Con alcohol)

Se portaron muy mal con dos amigas y conmigo, nos echaron cuando había gente esperando y dijeron vosotros si vosotras fuera, no tuvieron ninguna consideración ni respeto. No volveremos más

Fuimos para merendar… Muy bonito el diseño del bar y muy bueno la tarta Pastoret que me tome, pero el personal no fue muy amable y los baños estaban un poco sucios. Mejorando esos dos aspectos, sería perfecto para merendar o realizar un cumpleaños…

Parada obligada para tomarse un cóctel en condiciones, el mejor blanco y negro de España.

Gran variedad para pasar la tarde. El sitio está en el centro y bien montado.

Camareros super majos y profesionales.

El lugar es ideal, tanto decoración interior como patio al exterior confortable y fresco, pero al pedir granizado de limón trajeron con alcohol mientras la camarera con ciertas confianzas desmentia y adjetivaba. Al comprobar llevaba bien de tequila. Como no notarlo si estaba con mi bebé que doy el pecho! Sin más.

YA NO ES LO QUE ERA. ES UNA GRAN DECEPCIÓN.

Decidimos ir después de un año y tras muchos años encantados con este local, nos quedamos sorprendidos del mal trato y de las condiciones que impone el personal a los clientes.

Tras más de 30 minutos esperando una mesa, (percatándonos en todo momento de las malas contestaciones por el personal hacia otros clientes. Vimos como echaron del local a varios grupos de personas por entrar y ponerse a esperar una mesa cerca de las 12 de la noche), nos sentamos, y 15 minutos más tarde, al no ser atendidos, optamos por llamar a la camarera ya que allí parecía que nadie nos quería atender (y si cerraban a la 1: 00 y se daban la misma rapidez en traernos las cosas, nos íbamos a tener tiempo ni de tomar la consumición).

Le pedimos la carta y lo que nos contesta es que solo hay refrescos, que ya son las 00: 15 de la noche y que solo nos pueden ofrecer eso (ni batidos, ni cocteles, ni zumos, ni cafés…etc.), solo refrescos.

¡Una gran decepción, ya que ese local destacaba por sus batidos, cócteles, cafés y la tranquilidad del lugar (sobre todo en la terraza de verano). Estamos de acuerdo que quieran cumplir el horario que estipule su licencia (cerrar a la 1: 00), pero deberían de avisar a todos los clientes que tienen esperando desde las 23: 30 o a cualquier cliente, que a partir de las 00: 00 (según ellos), apagan cafeteras, no elaboran nada y la carta se reduce a refrescos. Al igual que deberían de avisar que su horario de cierre es a la 1: 00 (que no aparece en ningún sitio escrito) y que además ningún cliente puede ponerse a esperar una mesa cerca de las 00: 00.

En definitiva, vas con la idea de tomarte un cóctel rico, un batido, unas copas de helado y si te atienden a partir de las 00: 00 (ya no es llegar antes de esa hora, es que se dignen a atenderte), te vas con un refresco en el cuerpo y viendo las malas contestaciones del personal hacia clientes y sus caras de no querer trabajar.

No volveremos en mucho tiempo, esperemos que para un futuro cambie la situación porque habéis perdido a unos clientes de hace muchos años y no creemos que seamos los únicos.

Terraza para gente mayor y emperifollada. Como de señoritos.
Trato correcto pero precios alto su para la zona.
Buen servicio.

Lo mejor del local es que tiene una terraza muy bonita, lo peor la atención de los camareros. Tardaron 25 minutos en traernos una table de ibéricos, se equivocaron y nos trajeron una de quesos, y 20 minutos después, por fin la trajeron. Pero tuvimos que esperar 15 minutos más porque no habían traído cubiertos, y porque me levanté a por ellos después de pedirlo 5 veces. (no estaban ni la mitad de las mesas de la terraza ocupadas).
Sinceramente el trato es lamentable. Es una pena porque el local está muy bien.

3 para la comida excelente, aunque para traerte una tosta de lacón tardan 30 minutos y eso que no tenían todas las mesas ocupadas.
Un camarero para toda la terraza. Tardaron 20 minutos en tomarnos nota. El trato de los camareros perdieron las otras dos estrellas: enfadados, bordes y a una sencilla broma te contestan de los mas borde posible. Y eso que la camarera NO sabia que cocktail traia. Yo menos iba saberlo. Excepto Javier (Un camarero con paciencia y temple) lo demás.mal.
Terraza fantastica, local muy agradable, comida de buena calidad. Hey eso si NO hagan bromas y no sonrian!

Un sitio acogedor, con cachimbas y zonas para su uso donde no se molesta al resto con humo. Los precios son elevados, lo cual no es problema en algunos productos de la carta, ya que su calidad es muy buena, pero hay otros en los que es un auténtico atraco. Una de las cosas que más criticaría son sus camareros, que te tratan con gran desdén e indiferencia especialmente si te ven menor de 30 años.

Pues eso un sitio emblemático, y con historia. De patio íntimo cuando cae la noche. Servicio agradable y rápido. Variedad que beber. Y también cositas de picar variadas. Me gustan mucho la barra, los barriles del patio y la compañía de las gentes.

Pizzas muy ricas. Buena terraza interior. Frecuentado con familias con niños a la hora del café. Ideal para tomarse unas copas tras la cena

Sitio precioso. Refrescan el suelo con una manguera y agua fresquita y eso m gusto mucho. Pero desafortunadamente el café vienes estaba malísimo. Es una pena que un sitio tan bonito y por el que pagas un precio no barato por así decirlo.pongan un café tan malo. Con cualquier cafetera de casa de cápsulas uno se prepara un café mil veces más rico. A pesar de ser tan bonitno volvería por el café tan malo

Hace como 14 años ya venía al Café Continental, confundido años a, con la Continental, la de los autobuses.
A día de hoy solo uno de los dos sigue en pie donde estaba antaño.

La evolución del Café Continental, ha sido como la del buen vino.

Aún recuerdo la jaima en invierno, con su estufa de leña, sus mesas bajitas, sus ricos combinados, aquel cartel que prohibía el consumo de estupefacientes.

Uno de mis sitios favoritos en esta gran ciudad, Patrimonio de la Humanidad.

Excesivamente bordes, te miran y no te atienden. Te tienen esperando un buen rato para finalmente decirte que no hay sitio; habiendo, incluso, haber visto gente salir. Muy descontentos con nuestra visita a la entrada del lugar.

Lugar tranquilo, ideal para parejas, grupos, familias. Buen café, copas, cócteles. Lugar para relajarse y disfrutar.

Lugar con solera de Alcalá. Ocupa toda una casa antigua. Se puede comer y también tomar una copa o cocktail en su espectacular terraza en un patio interior. Sitio con encanto y muy agradable

Visitado en varias ocasiones.
Terraza muy amplia y cócteles variados.
Si tienes perros, te dejan acceder a la terraza con ellos, todo un acierto para los que tenemos!
La pizza de panceta.riquísima al horno de leña.
Personal amable.
Baños limpios.
Repetiremos próximamente!
La parte mala.es que dependiendo de la hora, suele haber bastante cola esperando, más con el fin del estado de alarma que todos ansiamos más salir.

Uno de los locales para tomar cerveza, café, te o lo que sea, con más solera de Alcalá. Sitio fenomenal si lo que quieres es reunirte con amigos a charlar al lado de tu bebida. Mucho sitio para sentarse. Perfecto tanto en invierno como en verano por su gran terraza

Sitio muy agradable, fui en invierno pero tiene una terraza para verano muy chula. Los camareros muy despistados, pedimos dos trozos de tarta y solo trajeron uno.

Hoy domingo 9 de diciembre, el camarero que atiende la haima deja mucho que desear. Para empezar es un maleducado, comiendo chicle mientras habla contigo, el cliente, dando opiniones personales sin que se las pidan, y la amabilidad y educación se las debe de haber dejado en casa, si no cambian el servicio dudo que vuelva

La terraza con la parra es perfecta para el verano. El mejor sitio de Alcalá. Pero el servicio no puede ser peor. Bordes, lentos.dejamos de ir por este motivo.

Domingo tarde día 9/12/18, he venido con toda la ilusión porque había venido en mas ocasiones
Pero si el servicio no lo cambian, no volveré. Tremenda falta de respeto del camarero y mascando chicle con la boca abierta. No han servido la marca q he pedido y ni siquiera es consciente. Ademas opinando de las comandas de los clientes, patético. Las mesas que nos rodean opinan lo mismo, tanto q es la conversación de todos.
Me lo pensare la próxima vez para llevar a mis amigos

El local de lujo. Pero hoy 9 de diciembre, el servicio de pena. El camarero muy poco respetuoso, de hecho hasta ofensivo comentando las preferencias de los clientes y mascando chicle con la boca abierta y sin saber la oferta de su carta.
No volveré si no cambian el servicio. Espero q los dueños sepan el servicio q contratan. El local genial

Café en Alcalá. Local acogedor, aunque la zona de mesas de la entrada es muy ruidosa. El servicio es rápido. Tiene una zona exterior muy grande que tiene que estar muy bien en verano. Volveremos para comprobarlo. Por cierto, los cafés muy buenos y los batidos naturales y muy ricos. La tarta de muerte de chocolate, para morirse.

Lugar donde te cobran más casi por el sitio que es que por lo que ofrecen, aun así el capuccino está bastante bien. Como no hay starbucks en Alcalá esta cafetería de toda la vida es la mejor alternativa, teniendo un ambiente muy agradable. Las camareras son muy amables.

Buen ambiente para tomar algo en familia o con amigos.se puede ir con niños que no sean impertinentes y sin educacion.yo voy con los mios y comportandose.no hay problema que haya niños

Cómo cafeteria o pub esta bien tiene buena música y los saloncitos pequeños muy acogedores y la terraza es muy grande y está chula, pero me parece un poco caro, un chupito de licor 3€ me parece excesivo, cuatro cafes y tres chupitos 17€ me parece excesivo.

Una cafetería o afterwork imprescindible en Alcalá de Henares, tanto en invierno como en verano en su patio con diferentes ambientes. Precios correctos. Siempre que enseño Alcalá los llevo al Café Continental a tomar una copa o un café y a todo el mundo les gusta. Cierto ambiente bohemio.

La atención dejo bastante que desear, parecía que no tenían ganas de atendernos, a un grupo de 14 personas que está a copas dejándose su dinero, que menos que un poquito de simpatía por su parte y a la hora de pagar debido a su mala organización hemos tardado 15 minutos y nos han querido cobrar de más por que al parecer no saben restar.

Un lugar atípico, con mucho encanto, con una decoración que evoca a tiempos pasados, con sueles de cerámica antiguos y altos ventanales. Tienen muy cuidada la decoración. Las tartas depende del día tienen unas raciones u otras. Pero están muy buenas. Es un sitio típico dónde ir a tomarte un batido, o un helado.
También puedes ir a tomarte una cerveza.
Los camareros agradables y con muy buen trato, no hacen esperar a la clientela demasiado tiempo.

Pésimo servicio y pésima gestión a la hora de cobrar, después de que todas las personas pagáramos nuestras respectivas consumidores, más de 150 €, nos siguieron reclamando consumiciones que no habíamos pedido ni consumido que finalmente abonamos por no armar un escandalo, todo esto de muy malas formas y poca educación, para nada recomendable.

Sitio muy caro, mal servicio, eramos casi 20 personas y no nos ha servido más que un plato se aceitunas para todos después de tres rondas, nos han pedido que paguemos después de cada ronda, nos han hecho ñas cuentas mal y nos han tenido 20 minutos para pagar y al final nos han cobrado 15€ más, no lo recomiendo para nada

Después de una cuenta de 147€ tienen la poca vergüenza de reclamarnos una copa y un vino que no habíamos consumido. Después de la discusión, uno de los amigos lo paga y no tienen la poca vergüenza ni de despedirnos educadamente.
Tener un bar implica saber gestionar correctamente las cuentas.