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Un local emblemático en una ubicación privilegiada. El lugar encanta desde que se abre la puerta y te reciben a la entrada. Lugar tranquilo y apacible en mi caso para tomar un café sin prisas. El precio es un poco más elevado de lo habitual pero es que el sitio tampoco es como uno habitual. Recomendable para tomar aunque sea un café.
Un sitio emblemático de Madrid, pegado al palacio real donde no se puede solo destacar una cosa. El servicio es insuperable, eficaces y extremadamente educado( Rocío nos dio un trato excepcional y Silvia nos dio un servicio impecable), el lugar es muy elegante, su ambiente tranquilo invita a quedarse un buen rato y su comida es clásica pero con toques modernos y sobre todo deliciosa. A destacar su revuelto de setas y gambas y su bacalao a la madrileña con tempuras y salsa brava. Imprescindible terminar la comida con su torrija, impresionante!
Un lugar excepcional para celebraciones familiares, como el primero de año. En un entorno regio , encuentras un local elegante y sofisticado , donde recibes una atención espectacular , y por supuesto, un menú extraordinario. Salimos encantados!
Estuvimos en familia tomando Cafés y es inconcebible que un solo camarero tuviese que atender a toda la terraza mientras el encargado de la terraza le echará la bronca al camarero en vez de ayudar me ha parecido muy mal
Un lugar verdaderamente fantástico situado en la Plaza de Oriente justo entre el Palacio Real y la Ópera. El servicio es absolutamente notable por su cortesía y profesionalismo. Comí el atún toro, que estaba perfecto, y la tarta templada de queso de postre, estaba muy delicada. El vino tinto español estaba divino. Todo ello en esta elegante plaza y en un ambiente con estilo. Lo recomiendo mucho y volveré en los próximos días, incluso antes de regresar a París.
Sitio inigualable por la situación en frente del palacio real, atención muy buena, ambiente tranquilo y comida un poco escasa tampoco nada del otro mundo para los precios que ponen.
No está mal el lugar, pero la atención la tienen que mejorar y no tardar tanto en atender y los precios un poquito altos para la calidad de los productos.
Me parece inconcebible que al sentarte a la hora de la comida, se te acerque una mesonera a decirte “disculpa pero esta mesas están reservadas para la comida “ aquí de inmediato me he parado con mi marido; me preguntaron si iba a comer? Nunca lo hizo, simplemente me vio y dijo estos no van a comer, como la sabes? Me lo preguntaste,? Q fuera de lugar. Me lo habían recomendado, pero veo q solo atienen a gente blanca
Restaurante ubicado en plena Plaza de Oriente con vistas al Palacio Real. Elegante por dentro, acogedora terraza. Merece la pena visitar tanto a turistas como los que somos de Madrid!
Maravillosa cocina, atención exquisita. Para volver muchas noches como la que he pasado.regalos que te hacen con mucho amor. Aunque lo mejor de todo es mi chico. Joaquín
Tomamos unos tés y mojitos en la terraza por la tarde. Buenas estufas. No pasas frío si estás cerca de ellas. Buen servicio, bien servido todo. Local bonito. Baños limpios. Es el lugar donde más caro he visto mi whisky favorito, Lagavulin 16 años. > 20€. Una sobrada.
Sigue siendo uno de los mejores restaurantes de Madrid, en un entorno precioso y privilegiado. La calidad de la comida inigualable, la atención, los detalles y la amabilidad de Cuca exquisitos desde el primer momento. Muy recomendable para cualquier ocasión y momento. Gracias!
El tiempo todo lo cambia. Lamentablemente solo queda el lugar, el nombre del local y las vistas a la plaza y al palacio. Existe alguna otra razón para ir al restaurante? Yo no la he encontrado. La comida es ramplona, cara, insulsa, y muy lejos de sus mejores tiempos.
Ricas las croquetas y calamares, los platos principales solo correctos. No están mal, pedimos solomillo, carrilleras y bacalao, pero estando bien, esperábamos más. Los cuchillos de carne muy mejorables, no cortan bien.
La que parece ser la Jefa de sala está muy atenta y te hace sentir muy cómoda y muy bien atendida. Además la comida Rica. Una decoración que te transporta a otra época
La comida buenísima, pero la atención dejó mucho que desear. Nos atendieron de una manera distinta al resto, empezando que al llegar no respondieron a nuestro saludo cuando en verdad ellos deberían de saludar al ingresar, pero lo pasamos por alto pues supusimos que habría tenido un mal día, luego cuando los llamamos muchas veces, de mala gana vinieron y nos dijeron qué queríamos sin habernos dado la carta, pasaron de nosotros durante mucho tiempo mientras que ingresaban otros clientes y el trato hacia ellos si era el correcto, en nuestro caso no fueron corteces al tomar nuestro pedido ni durante toda la cena. Otro punto curioso, fue que a los demás se les dio la bebida con un aperitivo hasta que llegase la comida mientras que a nosotros, primero nos trajeron la comida, luego la bebida y sin aperitivo alguno, fue muy evidente el trato hacia nosotros con respecto a los demás. Para finalizar al pedir la hoja de reclamaciones nos dijeron que por qué íbamos a hacerlo, una camarera "muy amable" nos dijo que habían peores lugares y que así se trata a la gente que llega a Madrid, obviamente nosotras somos extranjeras por lo que se evidenció la diferencia del trato, y nos dijo que habían peores lugares. El que nos dio la hoja de reclamación nos dijo lo mismo, que por qué íbamos a reclamar que eso no era considerado y era pérdida de tiempo. Así que, en conclusión, nuestra experiencia aquí fue desagradable.
Fuimos a cenar el domingo mi pareja y yo y salimos encantados con la comida y el servicio sobre todo por parte de la camarera (una chica con gafas) la cual fue encantadora y nos atendió de manera muy rápida. Es un placer, volveremos pronto.
Llamé por teléfono para reservar desayuno, me dijeron que no reservaban pero que para desayunos habrían a las 10. Internet ponía que a las 12, insistí pero me confirmaron que era a las 10. Hemos venido y por supuesto está cerrado.
Un sitio idílico para tomar café después de comer en la terraza, un ambiente tranquilo y recatado, el servicio excelente.el café de buena calidad y el interior es una pasada. Volveré para comer sin duda.
Esta Catedral se empezó a gestar allá por el siglo 18/ y tuvo varios parones por varios motivos personales y políticos y porfin se pudo inaugurar en 1993, se adaptó con vistas al Palacio Real, en bajar altura para no desentonar pero es preciosa y armoniosa y la cripta muy histórica en cuánto a los restos qué yacen allí. Con la particularidad de que está la Patrona de Madrid Nuestra Real y Señora de la Almudena.
La terraza agradable, tardaron en traer la cuenta. El interior del "café" ha perdido todo su encanto, las butacas son incomodisimas te vas resbalando de ellas.
Sitio con un encanto especial, no deja indiferente El tartar de atún marinado con aguacate, espectacular, el lomo de buey me decepcionó, y la torrija con toffe para los golosos como yo, riquísima El servicio muy atento en todo momento Desde luego que merece la pena ir
Sitio muy bonito en el medio de la plaza de oriente frente al palacio real. La zona de abajo dona ese algo de intimidad. Quizas precios algo caros, pero la zona es lo que es, con lo cual se podrian justificar. Menu decente y servicio muy cordial
The seafood tasted as if it was frozen for quite some time. The steak was over salted to the point I could not eat it. The wine and view were great. However the food and staff were OK at best.
No hemos probado un granizado de café y de limón peor que el suyo, ni regalado volvería a tomarlo y mucho menos al precio que lo venden: 5,2 €. Por ese precio debería ser extremadamente bueno. Además, el camarero que nos ha atendido debería ponerse un chaleco más limpio.
Sitio con solera y con vistas inmejorables. Precios elevados pero la zona es la que es. El café regulero, el servicio ni fú, ni fa, hispanoaméricanos que carecen de savoir-faire en hostelería pero esto es una constante por desgracia en muchos sitios de España.
Ya lo conocía pero me parece bien que s los turistas les siguen. Porque me pasa cuando voy a sus países también pero 4 euros por un café y 8 por una copa de caca barato además, catalan? Si me cobráis 8 euros por un champán como así lo anunciáis, que menos que un moet o similar! Y el café, una lastima de presentación. Al cobrar casi 4 euros por un café que menos que poner cargos tipos de azucar, un servilletero de papel y un par de pastas de té. Eso si es clase.
Localización y local muy buenos, raciones abundantes, pero en relación al precio, no está acordé a lo q ofrece otros lugares de ese nivel. Comida correcta, pero nada especial.
Me gustaría calificarlo de servicio pésimo, pero para eso deberíamos haber recibido algún servicio. Tras 25 minutos esperando ser atendidos, suplicando a los camareros mediante gestos (ocupados reparando una estufa) y un amago de levantarnos, nos atiende y sorpresa, nada de lo que íbamos a pedir en carta estaba disponible, por ser domingo.
Maravillosa terraza. Pedimos que nos cambiasen la mesa porque en la mesa de al lado hablaban muy alto y no accedieron, a pesar de que había mesas libres. Precios demasiado altos para una cocina con altibajos.
Ubicación: El Café de Oriente está situado en los Jardines de Oriente, delante del palacio real. Ver caer el día frente al palacio real y como las luces del atardecer van apareciendo, es un lujo indescriptible.
Ambiente: El ambiente de la terraza del Café Oriente fue ideal, el personal muy servicial y atento, incluso con nuestro perrito, con unos manteles y servilletas de tela muy bonitos. Nosotras fuimos con reserva previa, lo que recomendamos -pues el sitio suele estar bastante lleno-, y fuimos de noche, por lo que la temperatura era muy agradable. Quizá el único punto negativo fue el tiempo de espera, un poco largo para tener la terraza tranquila.
Comida: De entrante nos trajeron, cortesía de la casa, un vasito de salmorejo con jamón. Muy bueno, sabroso y con unos trozos de jamón generosos en proporción. De primero: Un plato de Magré de Pato asado con compota de manzana, salsa de frambuesas y bayas de enebro. Muy buena. La carne en el punto del pato y con la manzana quedaba perfecto. Y de postre: Torrija típica Café de Oriente con tofe, cristal de pimienta y helado de vainilla. Solo os pedimos que veáis la foto. Un espectáculo para los golosos.
Calidad/precio: en total 34,4€. Si bien nosotras lo pedimos para compartir, para los estómagos más fuertes este sería el pvo pax. Vista la ubicación, el ambiente y la calidad de la comida, la relación calidad/precio está muy bien, además el pan también lo pone la casa.
Covid: Muy seguro, personal con mascarillas, mesas desinfectadas y cubriendo distancias.
Tiene un servicio impecable, la calidad de muy buena y bien elaborada. Dispones de salones reservados en los que tienes bastante privacidad, si prefieres aire libre la terraza de fuera con vistas al Palacio Real es estupenda con el mismo servicio.
Fuimos a comer después de visitar el Palacio Real de Madrid, del que se encuentra a muy pocos metros de distancia, en un lugar realmente privilegiado.
Comimos en el interior del local, puesto que en la terraza no se servía el menú que queríamos pedir y está más reservada a "snacks" y a la carta. Aún así fue una experiencia excelente. El trato del personal muy correcto y atento a la vez que eficiente. La decoración muy elegante. Cuentan con muy buena cocina y todos los platos que comimos estaban realmente buenos. De primero un salmorejo con tartar de fresas (lo cual le va de maravilla) y pasta a la carbonara (de la de verdad, con huevo incluido). De segundo codillo (siempre es una gran elección) y corvina con piperrada con aceite de albahaca. De postre perlas de tapioca y semi-helado de café con salsa inglesa, de los cuales sería difícil determinar cual estaba más bueno.
Nunca habíamos ido porque somos vecinos del barrio y pensando que no sería bueno y mucho turista. Obviamente hay turistas porque la zona es perfecta y acogedora: los jardines, el teatro real, parque, pájaros, sin coches. La atención es excelente, especialmente el que supongo que será el encargado (hablo de la terraza). Todo el personal amable, educado y eficaz. Ya hemos venido dos veces de seguido, y cada vez mejora más. Comida perfecta: hemos probado el arroz meloso de perdiz, rabo de toro, alcochofas con brandada, rabas. Y riquísimo. Tal vez un pelín caro pero merece la pena. De entrante hoy nos han puesto unas croquetas que son una ración y gratis. Muy recomendable:) Volveremos aún siendo del barrio.
Hemos quedado encantados, medidas de seguridad Covid, las mesas distantes, la comida exquisita, personal amable y tento, seguro q repetiremos y recomendable 100%. Gracias a todos por el buen trabajo.
Ha sido un referente de la cocina en Madrid, al menos x su ubicación. El covid ha hecho mucho daño a toda la hostelería y este café restaurante ha mantenido la esperanza y sigue abierto. La pena es que seguramente han tenido que reducir personal y ahora toca esperar casi una hora para que tomen la comanda en la terraza. Un solo camarero. Por lo demás, sus platos siguen estando muy ricos.
¡Estupendo. Unas vistas impresionantes, una terraza con calefacción que la hace cómoda; un muy atento servicio; los platos ¡de 10! Y el precio, bastante más asequible de lo me esperaba y -opino- menor a lo mucho recibido. Lo recomiendo, sin duda.
Siempre es muy agradable pasar por el café, ahora en la terraza, pero con esas magnificas vistas, se echa de menos alguno de sus camareros ahora en erte
Estando bien, porque es un sitio agradable y que con menú tiene un precio muy razonable para el servicio que da, el menú que pedimos (el especial de 25 euros) no fue el que recibimos ya que no tuvimos aperitivo y nos sacaron platos del menú de 18 euros como si fueran platos del menú de 25 (cobrándonos obviamente el menú de 25, que va sin bebida), lo que molesta bastante. Quitando todo esto, es una comida rica y un servicio excelente.
EDIT: Al ver el comentario han llamado del local para pedir disculpas. Me reafirmo en la atención recibida, que fue y es excelente!
El sitio tiene una ubicación ideal y el local está muy cuidado En cuanto a la comida en el bistro el menú es estupendo Y al mediodía cuesta 18 € Calidades buenas y la cantidad ajustada
De nuevo en el Café de Oriente. Menú espectacular de Día de año Nuevo. Muy buen precio, muy buena calidad y un trato exquisito. Cada uno de los platos muy bien elaborados y con mucha calidad. Adjunto foto del menú de lujo.
Un excelente restaurante con mucha historia y, desde hace no mucho, un bar para disfrutar de estupendos gin tonic. En plena Plaza de Oriente y con vistas directas al Palacio Real de Madrid. Ell Café de Oriente tiene algo muy especial en el sótano: exclusivas salas privadas
Local con decoración clásica impecable y con un estilo un tanto decadente pero que encaja perfectamente en el entorno. Comida trabajada con platos de autor. No le doy las cinco estrellas por dos motivos, en invierno tienen el local frío y los platos son un poco escasos para un hombre que coma. La atención de los camareros es excelente.
Reseevamos una mesa en una sala privada y nos trataron perfectamente, los camareros solo aparecían en el momento adecuado. Los platos buenísimos y bien presentados. En el postre hubo un pequeño error y trajeron otro plato igual sin cargo. Muy recomendable rascarse el bolsillo y probar.
Precio abusivo, se paga por estar sentado viendo el magnífico Palacio de Oriente. Es verdad que la tarde estaba desapacible, pero por lo que se paga ya podía estar el servicio pendiente de las mesas de la terraza.
We chose this place to try the traditional tomato toast. It was good but nothing special in terms of dining experience. Have had much better breakfasts in the city.
We had a pizza mageritha and a vegetarian version of the focaccia. Unfortunately that wasn’t really tasty and there was not a lot of vegetarian alternatives, even when we asked for. But in general the service was good.
El sitio es ideal pero la comida deja mucho que desear. Al menos lo que pedimos que eran huevos rotos con jamón. Fueron los peores huevos rotos que haya comido nunca. Huevos muy hechos, patatas fritas congeladas y un jamón sin ninguna gracia. El precio era de restaurante de primera. Eso sí, el servicio y el entorno magnífico.
Impresionante nada más entrar, todo muy elegante, el personal muy amable y aunque parezca un lugar caro por lo elegante y bien conservando, no es así. Esta genial.
Con 1h, 5' para cenar unos sándwiches (no teníamos tiempo para otra cosa) estuvimos 45' esperando a que llegara el primer bocadillo a la mesa, comida en 7 mnts, cuenta en 2' y 21' para entrar en el Real t ocupar nuestra localidad. Vamos, lento y regulares los citados sándwiches.
Lugar muy recomendable, estuvimos en la terraza, enfrente del Parque de Oriente, al fondo la fachada principal del Palacio Real. Pedimos un café irlandés cada uno, buenísimo, como hacía mucho tiempo.
Fenomenal. Hemos celebrado allí nuestra boda (era algo familiar) y el trato fue excelente, y la comida riquísima. Todo el mundo quedó encantado. Le pongo un 12 sobre 10. No dudaría ni un segundo en volver a celebrarlo allí.