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El bar es precioso, los dueños siguen apostando por el jazz en un espacio único donde vienen bandas emergentes y artistas consagrados. Comprar SIEMPRE la entradas anticipadas porque vuelan! Mis dieces a uno de los últimos reductos musicales de calidad en Madrid.
Este lugar es pequeño pero al mismo tiempo ahí está lo que lo hace tan peculiar. Muy bien decorado y con un aforo maximo de 20 personas aprox se crea durante el concierto un ambiente íntimo difícilmente igualable. El servicio tengo que decir que, a diferencia de otras opiniones, fue excelente. Las dos chicas y el chico que atendían la barra y la sala de conciertos siempre nos trataron con una sonrisa y muy buen trato. Desde luego ha sido todo un descubrimiento y volveremos seguro. Posibles dos cosas a mejorar (crítica constructiva) : incorporar algunas tapas o raciones a la carta y poner algún tipo de cortina o biombo o algo para separar la sala de conciertos del resto del bar porque el bullicio a veces molestaba un poco poder escuchar bien el concierto.
No apto para conciertos. Sobrevenden y no se puede escuchar la música desde fuera con los clientes del bar. O concierto o bar, pero las dos cosas al tiempo son incompatibles
El grupo de músicos, muy bueno, pero la puntualidad dejo mucho que desear, tuvimos que esperar 30 minutos, y nos cobraron de mas por la primera consumición,
Lugar con mucho encanto. Merece la pena escuchar la buena música en directo con músicos de alta calidad. Únicamente, es algo molesto el ruido de fondo de la gente que está en la barra y que te colocan muy pegados a la gente de alrededor.
Es un sitio alucinante para ver Jazz en vivo, da igual el día que vayas, los músicos siempre buenísimos, buen ambiente, mas sitios debería haber así en Madrid,
El sitio es súper pequeño y superan el aforo con creces, la acústica es malísima, hay ratos que escuchas más el jaleo y las conversaciones de la zona donde la gente no está en el concierto, que el propio concierto, me parece cara la entrada para lo que es, además de que el concierto empezó 20 min más tarde. No suelo poner malas reseñas, pero creo q este sitio se debería poner las pilas para ofrecer un buen servicio. Nosotros estábamos sentados en un sitió que no nos podíamos mover ni un centímetro, y mira que a mí me encantan los locales pequeños de Madrid, pero este se pasa de incómodo.
Buen lugar para escuchar conciertos. Servicio atento. Eso sí, el pasillo que va a dar al escenario es bastante estrecho y, de una mesa a otra, los pobres camareros deben pasar de refilón, molestando a los clientes que se encuentran en medio.
Buen club donde escuchar algo de jazz si tienes ocasión de disfrutar música en directo. El local muy chulo y acogedor con ambiente chill. Camarero paibon.
Hemos estado 15 minutos, nos sirven dos copas y nos cobran al momento, apenas terminamos nos retiran las copas, al minuto nos limpian la mesa y al minuto nos invitan a cambiarnos de mesa.una pena es un lugar muy bonito pero para vivir apurado tengo mi día a día.
Un lugar mágico de Madrid, no puedes no pasar a tomarte algo. Lo mejor sin duda las camareras, te hacen sentir como en casa. Repetiré siempre que venga a Madrid. Gracias por todo!
El lugar tiene su encanto y su historia, pero la zona de música en vivo es un cuchitril que no reúne ninguna condición para escuchar jazz, ni por acústica ni por espacio. El sonido cuando fui era tan horrible y tan mal ajustado que me tuve que levantar a los 15 minutos y aun así la dueña insistió en cobrarnos las consumiciones y las dos entradas al “espectáculo”. 25€ por un vinazo, una caña doble y cuarto de hora de dolor de oídos. Bien por vosotros, pero creo que ha sido lo último que me vais a cobrar.
Un lugar con encanto especial. Música de jazz en vivo con mucho nivel; atención y servicio excelentes y una decoración con estilos art nouveau y art deco. Entrañable y encantador
Excelente café con estilo añejo madrileño, acogedor y bonito, con una pequeñita sala de conciertos en la que programan sobre todo jazz, el dueño y su hija atienden muy bien a los clientes. Es un sitio muy recomendable.
Bar con conciertos en directo, si bien la zona habilitada para los mismos es de espacio muy, pero que muy reducido. Ideal coger las mesas que están a la entrada de esa zona. Hay que negociar todo con el dueño, que yo creo que ya no está para estos trotes. No hay mucho control sobre quién paga y quién no para la actuación. Cuando estuvimos nosotros teníamos debajo a un grupo de tres chicas que nos dijeron que ellas no habían pagado y nadie les había dicho nada, aunque igual como se estaban apretando 3 copazos habían hecho la vista gorda. La zona no es muy allá pero merece la pena estar al tanto del menú musical.
Un clásico entre los clásicos. Para amantes del jazz.y no tan amantes. Música en directo en un rincón bastante pequeño e íntimo. Un café especial con un encanto único.
Buen lugar para tomarse una copa escuchando música en directo. Es un local con mucha solera y personalmente me gusta ir. La zona de concierto es muy pequeña, mejor reservar o ir con tiempo. Tienen web y puedes ver el calendario de conciertos.generalmente jazz.
Mucho OJO con este lugar! Un sábado noche el lugar prácticamente vacío. Nos sentamos en una mesa y después nos damos cuenta que hay un concierto de Jazz en una esquina, no me gusta el Jazz pero nos movemos a una mesa más cercana para curiosear un poco. La sorpresa viene al ir a pagar que nos dicen que son 8 € por entrada/pax para ver el concierto! Intento razonar con la camarera y aparece un tipo mayor de barba blanca muy mal educado, con el argumento que es buena música y hay que pagarla. No tengo nada en contra siempre que se indique claramente.no pienso volver, menudos jetas.
They do trap with the price. My friends and I just came to order some drink. But then there was a Jazz concert. Without telling us before they forced us to pay the concert ticket when we order our bill. The owner is also very rude. Everyone should be carefull with this place.