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El camarero que nos atendió súper borde y no escuchaba los pedidos de la gente, echaba la bronca por sentarse en mesas grandes. Mal rollo y con más ganas de irnos que de quedarnos.
Llevaba tiempo sin ir, hace años iba a comer con mi familia y tengo que decir que el servicio y la atención eran espectaculares. En esta ocasión fui a tomar un café y refrescos un domingo por la tarde con mi familia, lugar icónico con ambiente literario, si es cierto que el precio de un refresco es algo elevado, pero merece la pena. Dispone de terraza en el exterior con sombra.
El personal está formado exclusivamente por hombres de avanzada edad que son muy irrespetuosos e impacientes con los huéspedes. No debe ser superado en amabilidad. Los platos estaban prácticamente tirados sobre la mesa y esperamos 30 minutos la cuenta, aunque se lo señalamos al camarero 3 veces.
Tomamos unas tostadas y unos zumos. El servicio me pareció pésimo, un señor que pasaba de la hostilidad a la amabilidad con asombrosa facilidad. El sitio curioso, en su día sería sitio predilecto para artistas, hoy en día, me pareció un viaje a la cafetería de la película "el resplandor", atendida por un Jack Nicholson, al que solo le faltaba el hacha.
Hemos hecho una reserva para comer dentro, nos pusieron fuera al sol, estuvimos esperando media hora sin preguntarnos por la bebida, nos fuimos sin comer. Fatal.
Después de que nos cambiaron la mesa reservada en el interior a la terraza, no sólo no nos sirvieron nada en más de 30 minutos sentados, si no que además ni tan siquiera nos preguntaron si queríamos beber algo. Sirvieron a varías mesas que habían llegado después que nosotros. Finalmente tuvimos que abandonar el local tras obtener respuestas desagradables por parte de los camareros!
Luces y sombras. Mítico café de tertulias en pleno paseo Recoletos con variedad en carta para comer, beber cócteles, o tomar pinchos. Los precios abusivos, pero entendible por la zona privilegiada en la que está. El trato depende mucho del día y de los camareros. El menú del día tampoco lo recomiendo demasiado, hay mejores opciones aunque salen del paso. Eso sí, los pinchos con nombres de literatos y los cócteles son espectaculares. Le doy 3 estrellas y media (7)
Cocina "muy mediocre" para un lugar emblemático y con historia. La mejor manera de cargarse años de trabajo de varias generaciones. No vale lo que cuesta
Mal servicio y muy caro encima hay que rogar a los camareros que te atiendan por favor si nosotros pagamos. Conclusión no recomiendo el lugar pésimo servicio y precio muy caro.
Très déçus par ce restaurant! Bel emplacement dommage que le personnel n’essaie pas de comprendre et que le repas ne soit pas à la hauteur! Menu du jour inexistant alors qu’il était affiché. Notre plus mauvaise expérience à Madrid
Estuve ayer, el servicio de mesa, horrible, casi tuvimos que pedir perdón por entrar, pedimos chocolate con churros, no había lo cambiamos por croisants, tampoco había, nos dijeron que tendríamos que pedir bizcocho. Nos fuimos, eso sí, con mil disculpas. No vuelvo más, pues siempre me pasa algún inconveniente.
Local con una historia digna de una novela histórica. Inmejorable lugar para hacer una parada en el paseo de Recoletos y degustar una cerveza bien fria bien en su interior o en su encantadora terraza. Visita imprescindible para todo tipo de público.
Cafe bonito.en buena ubicacion pero ni esto, ni su historia justifica el desorbitado precio. No dudo que el cafe sea bueno.pero una infusion 3.20€? ! Señores que es agua del grifo x dios! Espera al menos una sonrisa del camarero.por esos precios ya podían ponerle un poco de mimo.
Precio exagerado. Un café con historia que vive de su historia. Ha pasado de ser un café de tertulias a un café de turistas. No aporta nada nuevo ni especial para cobrar 3,20€ por un café. Para no volver.
Cafetería antigua con mucho nombre pero poca calidad, no tienes variedad de leche y vegetal aún menos. Dos cortados por 8€. Te cobran el café igual que un cappuccino cuando en la carta no especifica cuánto vale el café normal. Para mí un 0.
Los camareros muy desagradables. Tardan en atender y son muy bordes. El lugar es muy bonito Pero tiene pésima atención. Los camareros son muy mal educados
No aporta más que una entrada sobre su historia en Wikipedia. Pagar 6.70€ por un agua y un café con leche. Gracias que MONDARIZ sabe hacer agua, porque ellos el café aún no lo controlan, poco a poco.
12 churros fríos sin azúcar, 3 tazas de chocolate y un café con leche: casi 24€, de propina un camarero no muy amable. Evidentemente, no volveré, y me da igual su relevancia histórica.
Penoso, más de 10 minutos en ser atendidos, un café solo normalucho en taza grande, una infusión y 3 churros frios, pasados, dejados de la mano de Dios, por 9.10 euros, para ni volver ni recomendar y desearles que cierren por favor
He venido con mi pareja y a parte del sablazo por dos cafés el trato de los camareros es muy muy muy malo. Entiendo que estemos en una localización que pueda ser algo más caro (nos da relativamente igual pagar por el sitio), pero que el trato del personal sea tan deficiente no debe entenderse porque no tiene explicación. ¡¡NADA RECOMENDABLE!
Café Gijón en Madrid entrena castellana un sitio estupendo sábado de enero con solecito ideal para tomarse un vermut blanco con casera y de tapita paella Rica
Horrible service. Waiter spilled wine and coffee on our group of three And then threw my friend's credit card at him after we paid. All this in 20 minutes, pretty amazing.
Fatal. Nos sentamos en la terraza, pero antes de hacerlo preguntamos si tenían porras, dijeron que sí, pero al pedirlas ya sentados, dijeron que no, cuando veíamos que las llevaban a otros clientes y sí tenían. Igualmente, y obviando las miradas de desprecio, las contestaciones fueron muy bordes, mostrando poca educación. Por no hablar de los precios. 9 euros por 2 cafés y un cola cao. Supongo que les sobra el dinero y no necesitan clientes. Pero en ese caso es preferible que lo digan en lugar de amargar un desayuno
Da igual, pasan 30 años y en el Gijón siguen los "mismos" camareros sobrados de chaqueta blanca. Siguen igual de bordes que cuando tenia 23. Porqué he ido? Intento estar agusto, algún siglo.qué pena.
Trato horrible, camarero super borde. Te cobra lo que le parece al tio, porque el ticket te lo escribe a mano, me parece una estafa. No vuelvo aqui ni aunque me obliguen
La gente menos profesional y más borde que he visto en mi vida en la hostelería, no faltó que nos dieran una patada, nos dicen que el menú del QR no lo tienen, "que tienen lo de todos los bares", nos atendieron a regañadientes, eso sí los precios para echarse a temblar, no sirvieron todo para 15 personas en una esquina, no vayan nunca
Sinceramente tienen a los peores camareros que he conocido. Deberían estar en el paro, lo siento, pero hay muchas miles de personas que trabajarían mucho mejor que ellos, con ganas y educación. El problema es que nadie hace nada y eso que el 80% de las reseñas trata de lo mismo. Parece que te hacen un favor por estar allí pero, hasta donde yo sé, ellos comen y viven de los clientes por lo que tendrían que estar un poquito agradecidos. Ayy si Benito Pérez Galdós, entre otros intelectuales, viera cómo se ha echado a perder este lugar tan emblemático. Una total vergüenza y falta de respeto a lo que fue en el pasado.
Classic Madrilenean café, the lower priced 'sibling' of the historic 'Café de Gijon', the meeting point of yesteryear's Spanish writers and painters. Whereas the latter one has original drawings and poetry on the walls, this one exhibits paintings of local writers, journalists and other intellectuals.
Aún no me creo el timo! Como tantos otros días, nos hemos acercado a la Taberna Gijón, calle Almirante, a desayunar. Hoy hemos acudido pasadas las 12: 00 pm (concretamente a las 12: 10) para tomar un desayuno tardío y, atentos, NOS HAN COBRADO 7 EUR por 1 COCACOLA ZERO y 1 PINCHO DE TORTILLA! Decir además que el pincho es escaso y de un sabor nada memorable.
Tras decírselo al encargado, Paco, nos ha mirado con cara de indiferencia y no ha hecho ni medio amago de explicarnos el porqué de semejante rejón, nos ha cobrado y le ha dicho al señor de al lado: "¿Qué le pongo caballero? "
El Café Gijón ha sicuramente perso i valori della cultura di un tempo. Basta dire che sono arrivato in ritardo di 11 minuti e mi hanno fatto saltare la prenotazione per dire tutto! Finito il tempo in cui il grande maître de salle con un colpo d'artista gestiva le emergenze e trovava al volo un tavolo chiedendo scusa ed offrendo una coppa di champagne al cliente.questo servizio qui è morto. Dispiace che un luogo di questo tipo resti ormai solo nella memoria di chi oggi non c'è più. Solo per galanteria evito di commentare la pulizia delle toilette ed il disordine con pile di tovaglie e dispenser di fazzoletti (quelli per intenderci che trovi sui tavoli dei bar) tutto in bella vista. Da evitare per chi desidera fare bella figura con i propri ospiti.
Horroroso, casposo. Los camareros perdieron la elegancia y el saber estar. Nada que ver con lo que eran. No les apetece mucho trabajar, nos tuvimos que ir después de esperar un rato largo porque se dedicaban a recojer cascos, haciendose los despistados sin atender a los nuevos clientes y además estando casi vacío. En definitiva HUMILLANTE. Quién lo ha visto y quién lo ve.
Caro y pretencioso basado en su historia. El café carísimo y puesto en taza de bar cutre. Los camareros son serios y ásperos, incluso el trato fue con desdén. Las pilas de manteles blancos por en medio. La tarta de queso fue bastante pésima y ¡qué cara! Es una pena que haya envejecido tan mal para un sitio tan mítico de Madrid.
Nefasta atención del personal especialmente del más antiguo, como el señor que atiende en interior con uniforme gris, negro. No hay un saludo amable ni incitación a entrar siquiera. Siempre enfadados y refunfuñando e incluso se permiten llamar la atención al cliente. Un sitio tan emblemático debería tener profesionales a la altura. Parecen funcionarios del estado que te están haciendo un favor por atenderte. Lo de menos es que sea caro, que lo es, lo que tira para atrás al cliente es que algunos camareros Veteranos no merecen trabajar ahí. En cualquier otro negocio estarían en el paro. En ese sentido altamente irrecomendable entrar en ese café. Una pena, la verdad.
Terraza muy bonita, pero la atención de los camareros nefasta y desagaradable.no había comunicación entre el personal y casi no había nada de los productos de la carta para la hora de merendar. En definitiva, muy caro para la atención recibida. No repetiría.
Sitio emblemático de Madrid. Lugar de reunión de grandes escritores e intelectuales. Buen servicio. Lógicamente, consumir en esas terrazas supone pagar más de lo habitual. Tres combinados de ron y ginebra con cola y dos cafés, 33 €.
Un clásico de la ciudad de Madrid como punto de encuentro de literatos, artistas, políticos y bohemios de la noche como Valle Inclan, Perez Galdós, etc, famoso por sus tertulias y ahora con terraza en el Paseo de Recoletos q acoge a trabajadores de la zona con carta y menú del día variado, no excesivamente caro y comida normalita.
Valoro su ubicación, pero el trato del camarero que nos atendió deja mucho que desear…tener muchos años de servicio se debe traducir en una atención impecable a los clientes, no el ver a un sujeto con pocas ganas de atender …
Fuimos 2 personas a desayunar, el camarero que nos atendió bastante arisco y maleducado, 11,70€ por 2 tostadas con tomate, una coca cola zero y un café con leche, la botella de aceite estaba pringosa puesto que la habían rellenado, cosa que esta prohibida. No lo recomiendo en absoluto.
Fuimos a tomar algo antes de ir a comer a otro restaurante cercano. Le pongo dos estrellas por la ubicación. El trato es mejorable y los precios bastante altos. Vale que está en Recoletos pero cobrar por dos Águilas casi 10€. Para ir una vez como experiencia pues vale pero no voy a volver, eso lo tengo claro.
Nada que ver con lo que fue, o pudo haber sido. Es un lugar innegablemente histórico y una Meca para los amantes de nuestro cine y nuestras letras; pero la atención, por desgracia, no está a la altura de su trayectoria.
Mal, estuve una tarde de domingo de julio dentro del local, y pedimos 2 cafés con leche (sin espuma, fríos y caros de narices, vamos para los ingleses) el local con la barra cutrificada con todo tipo de trastos colgados, letreros que no pegan con la decoracion etc. PERO LO MEJOR FUE CUANDO PREGUNTE AL CAMARERO, TIENES ALGUN PERIODICO PARA DARLE UN VISTAZO? (NO AQUI NO TENEMOS PERIODICOS) me quedé estupefacto, tertulia literaria? Nunca más en mi vida
He estado varias veces y hoy por un camarero borde que no estaba por la labor de trabajar ni volveré. En plena pandemia se ha negado facilitarme una código QR para escanear y ver la carta cuando anteriormente ya lo he hecho! Me he esperado unos minutos por si estaba buscando solución y no fue así así que me he levantado y me he ido pero me ha hablado de mala manera y por eso no volveré y es una pena porque me gustaba el sitio!
Terrasse pour un verre. 4 serveurs traînant les pieds (c est vrai qu'il fait chaud) en chemise blanche avec boutons dorés et épaulettes dont une au moins vu sa couleur est allergique au pressing. Puis quand on met la carte sur QR code, la moindre des choses serait que la page internet soit lisible et avec des prix (au demeurant un peu chers). Voir photo. Finalement vous n y viendrez pas pour la qualité du service ou les prix mais pour la terrasse ombragée et son dispositif d aérosol rafraîchissant.
Average One drink at the terrace. 4 servers hanging the feet (it is true that it is hot) in white shirt with golden buttons and epaulettes, given its color one at least is allergic to the laundry. Then when a restaurant uses a QR code to provide the menu, the least that the customer would expect would be that the web page is readable and with prices (by the way a little expensive). See photo. At the end you will not come for the quality of the service or the prices but for the shaded terrace and its refreshing aerosol device.
Mala Experiencia En Este Lugar, se nos rompe sin querer una copa y el camarero casi nos tritura, yo pidiendo perdon y el señor un maleducado.cuiden a sus empleados para que traten bien a los clientes. Un descuido lo tiene qualquier a, era simplemente una copa.
Ensaladilla regulera y callos de andar por casa. Más la fama que la lana y obviamente barato nada. 5€ la cerveza y 2.50 el PAN. Sinceramente con Don José Bárcena había todavía algo del romanticismo del lugar. Ahora na de na
Beautiful terraza, but the waiters are unfriendly, and the place isn't very clean. When the waiter washed the table, he ignored the giant spray bottles of disinfectant, and instead slapped down a smelly rag and wiped a few spots before sauntering off in his filthy jacket. The coffee was ok, but the saucer was really dirty - you can do better elsewhere.
Estuvimos ayer mi amiga y yo para tomarnos algo de beber y un camarero nos sentó en una mesa en la terraza. Después de 10-15 min esperando parece ser que nadie tenía el más mínimo interés en atendernos. Y es que cuando el camarero se cruzaba por nuestra mesa ni nos miraba y en una de estas le dije lo que queríamos y básicamente ni se molestó en escucharnos, así que decidimos irnos. Pongo una mala valoración porque si tienes un negocio lo menos que puedes hacer es atender a la gente y no pasar olímpicamente como si fuera el único sitio de Madrid en el que tomarse algo.
El personal es muy agradable, te sacan una sonrisa y definitivamente recomiendo pasar ahí una tarde ya sea en su gran terraza o dentro del local que es bastante acogedor.
Este mediodía he ido a la Taberna del Gijón para compartir la comida de Navidad con un grupo de amig@s. La reserva la hizo una de ellas. Nunca había estado en este restaurante y acudía con cierto interés al habérseme dicho que era un buen sitio. Pero lo cierto.y perdónenme la expresión. ¡¡¡basura. ¡¡¡nunca había comido tan mal.los entrantes estaban grasientos unos.salados otros.una especie de ensaladilla a compartir que no se sabía cuáles eran sus componentes.el plato principal que elegimos todos, un bacalao con langostinos (éso decía la carta) y.parece que erá bacalao (por lo salao) los langostinos.pues.recién nacidos.parecían gambitas.pero lo peor es que como decimos, estaba salado y reseco.coronado por una capa de mayonesa que parecía de la víspera. Tal vez ese restaurante tuvo épocas mejores y, como dice la sabiduría popular, creó fama.y se echó a dormir.y no se ha despertado aún! De auténtica pena! No voy a recomendar absolutamente a nadie la Taberna del Gijón y, desde luego, yo no volveré a comer ahí.
Un viernes de diciembre y estuvimos el grupo que fuimos solos? No sé me pareció muy muy raro, aunque no cenamos mal, ha bajado de nivel desde la útlitma vez que fui.
He de decir que algunos empleados son realmente desagradables. Lo siento, pero soy sincero en base a la última experiencia en este, por otro lado, estupendo establecimiento.
Un sitio ideal tanto para tomar una cerveza como para comer algo. Los huevos rotos con gulas y gambas están realmente ricos. Los camareros son muy agradables.
Taberna típica con aire retro donde se come rico y abundante. Recomendable si te apetece un vinito. Se llena a medio día ofrecen menú, menú ejecutivo y carta.
No me ha gustado nada.comida normalilla, camareros no muy agradables y encima han puesto alguna máquina a funcionar que hacia un ruido de fondo tremendo!
Fuimos recomendados y el menú de semana santa por 15,90€ no valía la pena. Comida industrial comida fría y La paella estaba padada sin duda no volveremos Además de que los camareros del bar son pocos amables.
La experiencia mala, fuimos hace unos días, un viernes por la tarde y el camarero no nos hacía ni caso, tardó un montón en atendernos y cuando pagamos ya desesperados de esperar le tuvimos que pedir el cambio, pedimos unas patatas bravas que no estaban nada buenas.
Un lugar pesimo, debido a la mala atencion del personal, camareros dejados, parece que les molesta atender a los clientes, no te miran, ni te saludan cuando entras. Hay que pedirles que te atiendan por favor, la comida mal cocinada, nos sirvieron un solomillo de cerdo medio crudo, las patatas fritas recalentadas y renegridas, a parte que son de malisima calidad. Los uniformes de los camareros, sucios, mala imagen, mala atencion, mala comida. No vayais nunca, yo no volvere.
A mi me encanta. Decoración, profesionalidad, aperitivos, raciones, comida. Algo elevado el precio, hermana del histórico café de Gijon, gran ubicación en un barrio que enamora. Hay sitios mejores pero no estaría mal que lo conocieseis.
Estuvimos ayer lunes por la tarde, trabajamos cerca, y fatal. El camarero antipático a más no poder, me puso la tónica que le pedí bostezando, hasta le tuve que pedir que me pusiera unas patatas o panchitos. Me puso de mala gana las patatas fritas. Con el resto del personal estuvo igual. El sitio ya lo conocíamos, no está mal, es algo caro, antes había otro camarero. No volveremos a ir.
Las croquetas, de las mejores que he probado. Las setas rebozadas, suculentas. Y las berenjenas rebozadas con melaza, superiores. El vino de Ribera del Duero Crianza Camino de Castilla, muy rico. Algo ruidoso.
Lugar "frío" e "impersonal" que se nutre de la fama del Café Gijón y de usuarios/empleados del cercano teatro María Guerrero. Para mí personalmente, nada recomendable.
Fuimos 2 pedimos huevos rotos con gulas y gambas y palitos de berenjena con miel. Los huevos era un plato abundante para dos y estaban muy ricos pero las berenjenas estaban recalentada, unas frías y otras calientes y un poco sosas. La masa del rebozado no estaba crujiente. Se lo dijimos al camarero y tuvieron el detalle de no cobrarlas. El vino, bien y a la temperatura adecuada.
Pues no sabría decir porque me parece una elección pesima.pero si ves al camarero, muy peinadito, al fondo en la cocina rellenar dos botellas de vino con restos de otras dos de distinta bodega. Se lo hemos comentado cuando ha venido a tirar las botellas en nuestra jeta.y con media sonrisa, media vuelta y ni mú. Tampoco es agradable que te pongan de aperitivo unas patatas fritas y el tipo de la barra con sus dos manitas las saque de un bol y las ponga en tu plato. Debe ser como se las gasta el Café Gijón del S. XXI. Si algunos levantaran la cabeza, tampoco volvían, como yo.
Lugar emblemático de Madrid que conserva el ambiente literario y cultural de otros tiempos. Un clásico de Madrid muy bien conservado y que siempre está de moda. Merece la pena visitarlo y disfrutar de un café y una buena conversación.
Cafe histórico donde los haya. Solo estuve una vez, pedí un café y un agua, caros, pero no me importó. Hay experiencias que lo valen. A mi lado una tertulia, los actores Alvaro de Luna, José Manuel Cervino y algunos mas. Estiré la oreja pero, ¡oh decepción! Hablaban de fútbol. Cumplí una ilusión.
De los mas clasicos restaurantes de Madrid. Sabes que la calidad esta asegurada pero lo precios también están inflados al tratarse de un sitio iconico de visita de escritores famosos.
Lugar de comida y decoración tradicional en el centro de Madrid. Esta toque tradicional es el que lo hace atractivo, ya que ni la atención ni la comida marcan una diferencia. No es mala, pero tampoco es el sitio al que volverías porque la atención haya sido una diferencia sustancial.
De los pocos cafés antiguos que quedan en Madrid. Famoso en el siglo pasado por sus tertulias literarias, en la actualidad yo no he visto ninguna en las ocasiones que lo he frecuentado. Tiene una agradable terraza en la parte central del paseo. Servicio normal. Precios ligeramente altos. Imprescindible si quieres hacerte una idea de la bohemia madrileña del siglo pasado en Madrid.
Bueno.sitio con historia y en cierto modo acogedor aunque no sé si fue casualidad pero estaba desierto una tarde de día festivo. El capuchino muy caro para lo poco elaborado que estaba.
Muy mal, camarero muy desagradable y pasando totalmente de nosotros, el queso muy salado, el lomo fatal cortado y la ensalada templada de espárragos y cebolla casi sin pasar, lo único bueno la ubicación y el local, aunque cenamos en la terraza
El menú diario muy bueno. Bastantes platos a elegir y ricos. Comer en la terraza por 14€ es un lujo al alcance de todos. Un lugar mítico en un entorno precioso.
Caro y Pésimo café, pedimos un trozo de tarta de zanahoria y no sé cómo se atreven a poner platos no aptos para consumo, triste y decepcionante, por cierto estaba vacio
Una autentica tomadura de pelo servida por un camarero desagradable que no da ninguna explicación a las preguntas que se le hacen. Malisima calidad del café pagado a un precio desorbitado. El precio del café solo no figura para nada en su carta de precios. Cobraron lo que les dio la gana. Recomiendo irse sin pagar en cuanto se tenga la minima oportunidad.