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Al llegar a este lugar para cobrar un décimo de lotería, no el gordo, lo primero que te dice la señorita de la entrada es que no te lo pueden gestionar porque no tienen caja, sin preguntar ni nada, cuando le informas de que lo que quieres es una transferencia te mandan a tu oficina, cuando les dices que tu oficina no está en esta provincia, te dicen que tienes que pedir cita y cuando les preguntas la operativa de por qué no puedo realizar la transferencia si no tienen caja te contesta de forma seca y desagradable que ese no es problema de ella que es la operativa del banco, una atención al cliente pésima y desagradable
Un montón de personas en la entrada esperando desesperadas y a las que nadie atiende. Nadie en la recepción desde hace 40 minutos. Mucho mueble nuevo, mucha alfombra y muchas ganas de tomar el pelo a su clientela. Menos mal que no soy de este banco.
Hice una cita online, para hablar con un trabajador (ya que vivo en el extranjero) y como al parecer la consulta no me la podía resolver, me dejó plantada sin cancelar la cita o dar señales de vida (hasta que me contestaron a mis mensajes una o dos horas después), y evidentemente no les importó que me tuviera que coger un día de vacaciones. Una disculpa hubiera sido lo mínimo.
Y después de eso he escrito tres E-Mails para saber si han cerrado mi cuenta o no, y sigo esperando. Un servicio pésimo!
Una pena que no se puedan dar 0 estrellas, patético, el personal pasa de ti cómo si no existieses. No sé si la gente que está en la oficina trabaja ahí o son decorado, como todo lo demás. Una experiencia nefasta.
Creo que es la peor atención que he tenido nunca en cualquier tipo de establecimiento, más aún siendo cliente suyo. Directamente te niegan la atención, no hay personal y el que hay tiene baja cualificación.
Una atención pésima. Fui con la intención de domiciliar una nómina y quería saber si mi contrato iba a cambiar por ese motivo. Me atendió un chico joven en la cola y ni se sentó a hablar conmigo, luego desde lejos me hizo señas indicando que no cambiaban las condiciones. Conclusión, me di la vuelta y fui al Santander, dónde sí que fueron amables conmigo y domicilié allí mi nómina.
Han cerrado numerosas oficinas y la atención al cliente es pésima, todo al cajero. Lo cierto es que me dan mucha pena los trabajadores de este banco, porque además de no tener ganas de trabajar, son tan ignorantes que no se dan cuenta de que les van a echar a la calle en 5 años, pasando a ser sustituidos por un cajero.