Casa Camacho

El sitio perfecto, el camarero que nos ha tocado horrible, sin gusto por su trabajo y lo más desagradable del mundo. Dejo foto

Los yayos muy ricos, aunque un poco escasos y algo caros.el camarero alto de pelo muy corto y blanco bastante antipático, hay que tener mejores modales con los clientes, y si pone pinchos que los coja con pinzas no con las manos hay que ser higiénico, queda fatal ofrecer un pincho de pan con sardinas y colocarlo en un plato con los dedos para algo estan las pinzas.

Histórico sitio de malasaña…con sus yayos maravillosos, sus camareros de toda la vida, es como si el tiempo se hubiera congelado allí. Una maravilla q se debería de conservar

Excelente servicio, personal super amable y simpático. Pedir un "yayo" y una "Gilda" y de Madrid al cielo. Volveremos.
Gracias "Casa Camacho"

Un clásico del barrio Malasaña y quizás de Madrid. Tiene la gracia de ser un sitio de siempre de esos que ya no quedan. Si vas pide un yayo que es su especialidad por lo demás el sitio es cutre y suele estar llenísimo
Actualización 2023 pues el sitio está mucho mejor, han reorganizado un poco y ahora hay más sitio. Aún así es muy pequeño.
Recomendable

Bar castizo de toda la vida, sin ninguna pretensión, para ir a tomarse lo típico del local: los yayos. Un brebaje con vermú de grifo, gaseosa y ginebra, que no se sabe como pero entra solo.

Casa Camacho es ese bar que tienes que visitar si o si.un sitio con su bebida de los yayos que te hace quitar penas, te hace más extrovertido.en fin. Que hay que ir y probarla. Por cierto, sus tapas están muy buenas. Mejor comer para acompañar los yayos.

Pedí de beber una copa de acido lisérgico dietilamida, y de pinchos unas trufas triptamínicas de los montes gallegos.

El vermouth del barrio, ambiente especial. No dejes de probar los callos con garbanzos que hace Santi. Tasquita chula malasañera. Penita pena que ya NO se puede entrar con perritos

Lugar muy simpático para conocer. El bar mas antiguo de Madrid. Parece haber quedado en una cápsula en el tiempo

Un sitio que nunca me pierdo cuando voy a Madrid. El camarero es genial y el sitio agradable. Imprescindible por supuesto tomar los yayos, exquisitos!

La tapa de boquerones también estaba riquísima.
Lo recomiendo.

Un clásico de Malasaña. Tienes que probar el vermû: secos, con selz y los yayos. ¡Recomendable!

Sitio de toda la vida del Madrid castizo, vermut muy bueno pero por una cazuelita de barro pequeña con garbanzos y callos que brillaban por su ausencia nos cobraron 10 euros, mientras había gente que se lo sacaban gratis con la consumición, creo q nos tomaron por guiris, me sentí engañada, no volveré mas

Local de toda la vida, con clientela de siempre no esperes grandes lujos, pero si un buen servicio, y unos yayos unicos, y acompañados de unas ricas tapas gratuitas.
No hay viaje a Madrid sin pasar por casa camacho

Un clásico en la zona! Es volver atrás en el tiempo y verte con bastantes años menos, disfrutando de lo antiguo.y nuevo de Malasaña

Sitio perfecto para cañear. Un vermú de barril riquísimo y de los pocos sitios que te ponen tapita con la bebida. Muy recomendable

Buen lugar para ir a tomar unos yayos y disfrutar del ambiente de bar tradicional, aunque la clientela es joven y hay también bastantes turistas. Afortunadamente, el bar guarda su esencia y no se ha adaptado a estos últimos como la mayor parte del centro. Por las tardes está siempre lleno, y el bar es pequeño. Uno de los camareros es muy simpático, el otro más seco. Te ponen siempre unas aceitunitas o unos frutos secos con la bebida.

¿Quien no ha ido a Casa Camacho a tomarse un yayo? Si aún no lo has hecho, has de saber que es uno de los planes más míticos de Madrid. Ojo, que no te das cuenta pero están cargados!
El local es una maravilla, parece una máquina del tiempo. Otra cosa mítica es el baño, al que tienes que pasar por debajo de la barra.
Estupendo para ir con amigos y reírse un rato!

Llevaba sin ir antes de la pandemia y lo recordaba mucho mejor. Es típico de este sitio tomar un yayo (vermut especiado). Ahora te lo encuentras bastante más caro que antes a 3.20

Muy buenos los yayos míticos en este bar bien pequeñito. El servicio un poco brusco pero tiene único de sentido con la gente que viene hoy en día y como ha cambiado la zona. Las tapas de bravas buenas y la decoración sin cambiar hace muchos años. Un buen sitio para tomar algo

Uno dei pochi locali vecchi che ancora resistono. Sarà quello che lo rende così speciale, i gestori si vede che ci sanno fare, sono veloci e ti sanno consigliare bene. Da provare il yayo, un vermut con gin e gassosa che vale la pena provare. Con ogni giro ti portano degli stuzzichini e i prezzi sono più che onesti.

Excelente! No puedo estar más contenta con este descubrimiento, viene la primera vez con una amiga a
Tomar sus famosos yayos y salí encantada. Esta vez repetí en solitario, ya que estaba por la
Zona y la atención es destacable, cercanos y afables. Cada bebida con su respectiva tapa:) no puedo irme más contenta.

It's ok, been told by a friend of mine about this place and his "yayo" drinks whic were good. Not happy with the fact I had to ask for some tapas since we were the one without and mostly because he charged us ahead as if we would run away. Not sure I'll be back.

El bar de los yayos de toda la vida. Nunca probé la comida que no me resulta que sea barata. Pero la atención es tremenda. Ahora con el covid la ocupación bajó mucho, pero aún en estos tiempos merece las 5 estrellas. Un lugar destacable en mi opinión.

Genial descubrimiento para tomar el vermouth, y muy agradable el dueño que nos amenizó el rato que estuvimos con sus varias anécdotas.volveré.

Únicamente he probado el "Yayo" (vermuth, soda/casera, gin) y creo que es la bebida mas representativa del local.
Durante el covid intentan mantener la higiene y desinfección, pero la verdad que es casi imposible en un sitio tan pequeño como este.
Ya fui un par de veces y el sitio se mantiene igual de bien!
Volveré seguro.

Antro clásico de Madrid en la zona de Malasaña, donde hay que probar un buen yayo para el almuerzo, o la tarde, o la noche. De los locales con encanto castizo de los que cada vez van quedando menos en Madrid.

Terrible la atención. Llegamos pronto. No había nadie. Eramos 5 personas. Nos atendió el camarero que no nos dió ni los buenos días. Increíble. Tras 15 minutos nos dijo 10€ sin haber pedido la cuenta ni decir por favor. Alucinamos. Un amigo si que pidió el famoso Yayo. Dijo que no estaba mal. Debe ser quizá por eso que se pueden permitir tratar a los client@s mal. Es triste. Desde luego NO VOLVERÉ.

El más antiguo local de Madrid para tomarse un auténtico vermouth con anchoa casera, pepinillo y otras variedades de encurtidos/salazones.

Típico sitio de Madrid donde estamos muy a gusto, pedir los yayos típico ahyi, como no siempre acompañado de una buena tapa el camarero propietario muy bien, no le falta conversación

Bar mítico de Madrid. Ponen el mejor vermut de Madrid y tienen su trago especial: el yayo que merece la pena probar. Además te ponen aperitivos muy rico. Un lugar típico de Malasaña

Lugar entrañable y con muchísimo encanto. El camarero, gran profesional y hogareño. Visita casi obligada si vas a la capital

Los Yayos es la especialidad, lleva vermut, ginebra y casera.con 3 cruzas el punto de no retorno, con 4 te mandan callar por que no se puede cantar allí y con 6 ya bajas la calle rondando en modo ecológico. Barato, castizo y bueno para empezar. Eso si.para el uso del WC tienes que pasar a dentro por debajo de la barra, deberías de hacerlo antes del cuarto Yayo.

Una reliquia de bar. Su acceso al baño sigue siendo bajo la barra. Me encanta ir a media tarde un día de trabajo. Es una vuelta a otros tiempos. Sigue habiendo botellines y salen a 1,50 €

Lugar histórico.

Buenos vermuts y yayos! Hay que ir con cuidado que como te tomes tres a estomago vacío puedes salir piripi!

El vermut los yayos está buenísimo, no se compara con el de otros bares, y las aceitunas que te ponen también, lo malo es que es bastante pequeño y se tiende a llenar, y el baño es de difícil acceso

@alf94 en Instagram! Un sitio mítico de Malasaña, no puedes irte sin probar los yayos o ir al baño de esa forma tan peculiar. Aunque suele estar bastante concurrido a horas puntas

La verdad que el personal era bastante borde. Nada mas llegar nos llamaron la atención por dejar en la barra una chaqueta.y ni siquiera era nuestra.
El bar, no se, te dirán que es un bar típico o no se pero.a mi me parece un bar cutrecillo y feo.

Hace 6 años podías tomarte sus yayos por 1,5€, ahora valen 3€ y está masificado. El servicio y atención al cliente cada vez es peor: s

They ask if you want two. You say yes. You get the cocktail of the house and a tapas. 6 euro.
What else do you want?

Los yayos son una mezcla de Vermut, gaseosa y ginebra que está muy muy bueno. Algo típico del bar. Encontramos el sitio de casualidad y nos encantó. El precio está genial con respecto a la calidad del producto y la atención ha sido impecable. Está todo muy bien decorado y la presentación de los platos también está genial. Volveremos seguro.

Con tantas opciones como hay para tomar un buen vermut en Madrid no merece la pena soportar actitudes chulescas.

Histórico y auténtico bar, bodegon Casa Camacho. Un clásico de Malasaña! En su gastada Barra de estaño, siguen despachando Vertmu, vinos, cervezas con su correspondiente tapita. Una curiosidad.el baño detrás de la barra.

Una taberna de toda la vida. Cañas muy bien tiradas acompañadas de su correspondiente aperitivo. Parada obligatoria si estas por Malasaña.

Genial para ir de vermouth! Para ir al baño tienes que pasar por debajo de la barra. Siempre hay un montón de ambiente

Very good old vermouth bar. Nice and funny locals inside. When you order yayos you get free various tapas with every glass. Severe barmen remembered what he gave you with your previous glass of yayo and next time you get other variety of tapas with yout excellent yayo. Highly recommend!

Los más típico de este bar son los yayos, sinceramente para los 3€ que valen no me parecieron. Algo diferente, pero demasiado sobrevalorado. De tapa nos pusieron unas aceitunas. Para ir al baño hay que pasar por debajo de la barra y subir un escalón. Solo hay un único baño, que cuando fuimos a las 10 de la noche estaba ya impracticable. Un bar sacado de otra época.

Un buen lugar, muy tradicional. El camarero nos atendió estupendamente. Son muy recomendables los "yayos", un tipo de vermut que es dulce y con un gran sabor. El precio es muy económico y se acompaña la bebida con unas estupendas tapasa. También es curioso la cantidad de artículos de decoración

Bar clásico del barrio, la bebida típica (yayo) es un imprescindible: vermut de grifo, soda y ginebra

Casa Camacho es de los pocos bares de toda la vida que van quedando en el barrio. La auténtica Malasaña.

DESAGRADABLES! Fui con unos amigos a probar el famoso vermut, pero la verdad q me lleve una gran decepción, lo primero la falta de higiene, no poder hablar "Alto" (es un bar no una biblioteca) ni si siquiera sacar fotos y videos, seguimos con el trato al cliente de sus camareros, personas mayores con más de 45 años en la hostelería como me echo en cara uno de ellos al decirle si podía darle un pequeño y humilde consejo de una persona q no había estado nunca, mi consejo era cambiar esa cara de agrios, malhablados, desagradable.para saber tanto de hostelería deberian de renovarse en ese sentido, otro más sus variedades de pinchos. MENTIRA, aceitunas y pipas con mas sal que pipas, teniendo en sus mostradores tortilla y más variedad, me pusieron en una de las rondas frutos secos y soy alérgico, les dije si podía ponerme unas aceitunas y me puso UNA aceituna en un plato (flipé en colores) al final como es normal les dije q dejaba mucho q desear como bar y el trato, y q no volvería por ese bar, y la contestación de uno de sus YAYOS «PUES MEJOR NIÑATO» cuando los niñatos como yo (tengo 32 años) son los q estamos dandote de comer, en resumen UN LUGAR AL Q NO ACONSEJO IR, CASA CAMACHO= DECEPCIÓN Y MALHABLADOS.

Los yayos, vermut con casera y ginebra, son capaces de resucitar a un muerto. Es agradable el ambiente de bar de los de toda la vida. Su público es variopinto y sus camareros singulares