Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
No entre en la cafetería pues tenía una cita con una ocupadora social, pero se les habían agotado los sprays antimosquitos. Tenían una plaga de tal magnitud que me recordó una estancia en Matalascañas en pleno mes de Agosto. Si entrabas en el ascensor podían dejarte sin sangre antes de llegar al primer piso. La peluquería cerrada y el podologo tampoco se quedó.
Porque puedes pagar por un café un precio módico y no irte a cualquier otra terraza que te cueste el doble la cuestión es estar en una terracita a buena compañía y no por ello.te claven x ello
Una maravilla con for del local camareras muy amables simpáticas y las personas que frecuentan el local maravillosas y la comida bocadillos fantástica calidad gracias