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En la recepción por la tarde hay una señora con gafas que no puede ser más desagradable, parece que vas a pedirla dinero. Te pregunta las cosas a gritos como si tuviera obligación de contarle con que problema vengo y más repitiéndola que vienes con cita, ya lo ha hecho mas de dos veces. Este tipo de gente no debería trabajar cara al público y menos en un centro de planificación, psicología.pero vamos, ni aunque trabajara en una frutería, ese comportamiento no debería de ser aceptable, hay mil personas válidas con empatía. Creo que pregunta las cosas para poner en evidencia a la gente, porque además las formas no son buenas. El resto de profesionales con los que he topado muy amables, pero esta señora no se merece estar ahí.
Decidí irme de la consulta del ginecólogo (señor mayor, acento argentino, mascarilla en la barbilla). No me dejó explicarle mi situación, no leyó los informes médicos que le entregaba, me trató con condescendencia y me metió miedo sobre el procedimiento que me iban a realizar, llegando a indicar que posiblemente me tuvieran que sedar y que eso no lo podían hacer en el centro por falta de medios.
Por último, se dedicó a pegar gritos a una enfermera que entró pidiendo ayuda para otra chica que tenía un dolor muy fuerte. En este momento decidí salir corriendo de la consulta.
Si este ginecólogo no sabe hacer su trabajo, que se jubile y deje la plaza a médicos que si que tengan las aptitudes para ejercer su trabajo.
En la recepcion hay dos personas a cada cual mas inutil. No solucionan nada y son muy desagradables. Pagamos su sueldos todos nosotros y se creen con derechos a contestarte mal y marearte. Este tipo de gemte hay que expulsarla.