Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Decepción absoluta. Me encantaba la Sureña, pero no es lo que he encontrado en Felipe II. Un despropósito. Berenjenas con miel: trocitos de berenjena con un rebozado hipergrasoso al que le echan antes de dártelos un chorro de miel de bote. Tortillitas de camarones quemadas y oliendo a aceite refrito mil veces. Ambos incomibles. No había gambas. Los mejillones duros. Una especie de trocitos de pota de calamar que prometían "al ajillo" y tenían un rebozado industrial más grueso casi que el producto que escondía. En definitiva, todo fritanga y de la peor calidad. Lo más comible, el montadito a 2€. Por no decir de las mesas en la terraza, muchas vacías con restos de comida sin recoger, donde las palomas campan a sus anchas. Una experiencia bastante mala, no sé si sobreviven por los conciertos o por los jóvenes que lo que van es a por los cubos de botellines. Qué decepción, y 30€ tirados a la basura, por basura. Una pena, la verdad, pero a esa Sureña ¡no vuelvo.
Una verdadera pena disponer de esa ubicación privilegiada y servir comida de tan pésima calidad. La berenjena con miel es un insulto culinario, no hay por donde coger el plato, es incomestible, y la miel es de flores no de caña. Una auténtica aberración.
El domingo estuve en la Sureña de Goya, que decepción, estaba todo asqueroso, el local, los baños los vasos, y la comida peor, escasa, pedimos mollete y solo tenía pan y lechuga, pero lo peor la persona que estaba preparando los pedidos, le dimos las quejas y paso de nosotros, salió el encargado y lo mismo, no volveré
1. Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como. Tienes que ser tú el que haga el pedido y vaya a recogerlo. 2. ¡Menaje de plástico! Envuelto en bolsita de plástico ¿dónde se ha visto en estos tiempos?
He ido varias veces y la atención es buena, sin embargo lo de hoy no es de recibo. Hay una nueva encargada y acabo de presenciar como, cuando una pareja solicitaba una mesa en terraza, esta les contestaba (de manera muy altiva y de bastantes malos modos) : “mira, tengo a tres personas esperando en caja y otra para cobrar, como veis hay prioridades, no estoy para vosotros ahora, no lo veis? Tengo mucho trabajo. Os esperáis” LOL. Al parecer no trata mal solo a los clientes porque hay otro camarero, Carlos, al que también vapulea. Madre del amor hermoso. Es la chica que está hoy, miércoles a las 15: 00. Vengo todos los miércoles sobre las 16: 00 y hay otra chica suuuper amable, no entiendo por qué han puesto a esta. Estoy flipando tanto que es mi primera reseña. La pareja esta está igual. Ánimo Carlos! Buen turno te ha ido a tocar.
He ido alguna que otra vez con mi familia y amigos a tomar algo, y para eso, está bien. El tema de la higiene ya es otra historia, ya que no lo tienen muy limpio y la verdad, entiendo que es algo que haya que mejorar.
Desconocemos el horario de cierre pero no has echado a las 22: 50. Pienso que las formas de los camareros no son las más correctas. No creo que vuelva.
La mejor manera y mayor demostración de industrializar el cañeo, puede gustar a alguien pero después de conocer otras cosas este tipo de negocio es malo
La clásica de los cubitos de cervezuela. Molaba antes cuando tenían Mahou. Atienden rápido y la comida estaba buena. Hacía hacia un poco de calor en el piso de arriba, pero había mucha gente así que es normal. Limpiaban las mesas con frecuencia y el personal en general era bastante majo. Cómo sugerencia, faltaban sillas altas en el piso de abajo, la gente tenía que estar de pie. Molaría que la terraza fuese más grande. Los precios guay. Por último, molaría que en vez de botellines de 0.2, fuesen de 0.33
Como todos los locales de esta franquicia garantizan buenos precios y un ambiente juvenil e informal ideal para quedar con amigxs. Sin embargo el servicio no me dejó con buen sabor de boca en esta ocasión. A pesar de un encontronazo, lo cierto es que no siempre es así, y si no hay mucha gente, es un lugar agradable.
Como todas las otras sureñas, cerveza muy barata, mucho frito y comida de bar tipo embutidos, focaccias etc. (también barata), no tienen servicio a la mesa. Lo bueno de este restaurante en concreto es la gran terraza sobre la plaza peatonal, es muy agradable si no se llena demasiado. Suele haber gente muy joven.
Tardaron lo indecible. La gente se iba sin haber comido. Al menos devolvian el dinero de las raciones. Y no llegaba a estar ni a la mitad de aforo. Penoso
La terraza está bien, sus productos son variados y tienen una calidad mínima aceptable. Tienen muy poco personal, las mesas algo sucias y sin recoger. Creo que se han ido demasiado al low cost sacrificando la atención al cliente.
Lugar para tomarse unas cervecitas o un vinito con unas cuantas tapitas. Lo mejor los cubos de cerveza. Es una cadena de restaurantes bastante extendidos por España. Servicio rápido. La tapas no son para tirar cohetes.
Solo pedimos un bocadillo y unas patatas y esperando más de media hora por ello, luego para unos platos súper pequeños, te dan cubiertos enanos de plástico y sin servilletas, tampoco hay servicio de camarero
MUY LENTO. Pedimos unas bravas y estuvimos esperando 45 minutos, estando el establecimiento bastante vacío. Muy mala la atención del personal ante el problema.
Buen sitio para tomar algo antes del concierto, una tapita, un cubo de cerveza, lo que te apetezca. Hay terraza fuera y planta superior que por cierto es la única pega que pongo, los baños están en la planta superior. Hay acceso para minusválidos.
El camarero super borde. La cerveza sabe peor que la meada que no pude echar en el baño por su culpa. No sé qué de un ticket me decía. Y no nos dieron ningún ticket.
Bar que queda en la Plaza de Salvador Dalí para buenas Tapas y Cañas. Entregan buckets de 6 botellas de cervezas y regalan 1 tapa pero puedes comprar más.