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Sábado de primeros de marzo, hacía algo de frio, estábamos esperando a mas personas para ir a comer y decidimos sentarnos en la terraza para tomar algo y hacer tiempo, pensando que encenderian la estufa que teniamos al lado, ya que las mesas donde habia gente la estufa estaba encendida y no fue asi, mi hijo le pidió al camarero que la encendiera y no lo hizo, los niños empezaron a tener frío y pedimos la cuenta que me pareció bastante cara. Una decepción.
Lo siento pero los torreznos correosos, la oreja grasienta, el alioli una masa de bote, las croquetas bueno, lo único algo normal las patatas bravas, el camarero alto necesita educación en higiene, con lo que era esta Cervecería.
¡Un servicio estupendo! Todo el personal es súper amable y atento. He ido un par de vez con amigas a tomar algo y a cenar. Recomiendo probar la tortilla de trufa ¡Está brutal! También los fingers de pollo, las croquetas y el coulant de chocolate.
La terraza está muy bien, y ahora con el frío los calefactores de pie que tienen están genial y casi ni notas el frío.
Todo mal. Nos sentamos en la terraza. 15 minutos para atendernos. Otro tanto para traernos lo que habíamos pedido. 20 minutos para traer la cuenta y la vuelta de la cuenta me tuve que levantar a pedirla y va y me dice la camarera que estaba detrás de la barra que como sus compañeros de la terraza no se la llevaban creía que era para el bote. Después de eso lo que bebimos y comimos no hace falta ni valorarlo, lo primero es el servicio.
Su ensaladilla rusa con ventresca es para repetir, pueden comer varios, o pide media ración si no puedes con toda. Este Riaño es la famosa cerveceria que hizo historia, con su público y sus costumbres, Cea Bermudez 49 esquina Andrés Mellado. Se puede comer, cenar, tomar el aperitivo, como siempre. Yo la conocí en tiempos de estudiante en la Ciudad Universitaria donde te tomabas una de las mejores cervezas. El servicio actualmente es distante, tirante. Ya tienen un punto que mejorar.
Ojalá nunca desaparezca este bar emblemático de Madrid, sigue con su ambiente entre juvenil por la proximidad de la universidad y la calidez de un bar señorial por estar en esa zona estupenda que Argüelles. La cerveza y sus tapas como siempre muy buenas
Acceso accesible Baño no accesible por silla de ruedas. Terraza exterior accesible Interior con mesas y sillas standsrt Y sillas taburetes mesas altas Servicio profesional amable y de respuesta rápida. Precios asequibles
Fatal! El servicio está fatal! Los camareros no son amables, en cima son mal educados. Tardan mucho en atenderte, en traer la comida y en todo. La comida no vale la pena para nada. Mejor comerse un bocadillo debajo de un puente.
Como se aprecia la lechuga de la hamburguesa, con tierra y suciedad. Parece ser q en cocina dan de comer esto en su hamburguesa Riaño. Ascazo, ya se donde no volver.
Un lugar de recuerdos de mi juventud, que se ha convertido en un clásico de Chamberí. Excelente el servicio y el trato que conduce a una sana nostalgia.
Como es posible que tengan "reservada" toda la terraza a las 18: 00 pero cuando les preguntas te dicen que las reservas son para las 22: 00. Es una manera magnífica de ahuyentar clientes y perder dinero. No sé quién será el genio detrás de la idea.
Acabo de pedir una tortilla de patatas y un bocadillo de calamares para llevar a través de Uber Eats y han sido 20€ tirados a la basura. El bocadillo tenía más pan que calamares, la tortilla estaba incomestible, sosa, con sabor a fritanga… Además de pequeña por 12€ que cuesta. Un desastre y un timo.
Servicio pésimo.comida regular en calidad. Las gambas al ajillo se veían claramente que eran congeladas y sin terminar de hervir. Mesa mal atendida, dificultad para que el camarero llegue a la mesa. Contradicciones entre los camareros.
The food was nice but a bit expensive for the portion size. The patatas bravas mix was €8 and the gambas al ajillo (very small) was €10. A great place to go if you like beer and wine but limited options if not. No cider or cocktails available.
Bastante bien el servicio. Es una pena el tema de la entrada de garaje cerca. Aún así, la terraza tiene buena separación entre las mesas y la calzada. Empleados muy amables. Buenas tapas de regalo pero yo recomiendo las raciones que son más que generosas! Se aprecia el detalle de poner uno de los televisores de cara a la terraza para poder ver la pantalla desde fuera.
Tan bien como siempre, a destacar que esta vez nos atendió un camarero que se llama Fermin y el trato y el servicio fue excelente! Todo muy rápido, precio calidad de 10! Seguiremos repitiendo.
Bebidas muy caras (agua de medio litro casi 3€ en terraza) y la comida nada del otro mundo. Bastante caro por lo que ofrece. Lo mejor el pincho de solomillo y cebolla caramelizada.
A ver, la comida muy rica, pero la gestión de mesas y organización un poco desastrosa, la verdad. Los clientes somos los que pagamos, ¿qué es eso de que venga un camarero que acaba de incorporarse a su turno y conteste a una clienta que está pidiéndole unos cubiertos que conteste: "señora, acabo de incorporarme". Más cosas: la caña es la caña en Madrid y en casi todo el territorio español, ¿qué es eso de que ahora en una terraza tengo que pedir un doble? Cuidado con descuidar la autenticidad de la idiosincrasia de una ciudad. La hostelería habrá que cuidarla, a la clientela que paga también
Lamentable el servicio de barra y de mesa, más de media hora para que alguien se digne a acercarse a tu mesa, en dos ocasiones me ponen el vino en una copa sucia y el vermouth que pedí me lo sirven con una cebolleta, la tapa fría y después de reclamarla durante 20 min, lo mismo que un señor de la mesa de al lado. Un servicio pésimo que me arruinó el aperitivo que tomé con mi familia. Ni volveremos jamás y ni se lo recomendaremos jamás a nadie.
Que pena que un bar de toda la vida para los que vivimos en argüelles, se haya convertido en un bareto para q los adolescentes tomen copas, totalmente descuidado el servicio y la comida, camareros exhaustos que no dan más de si. No lo recomiendo
La peor atención, nos tuvimos que ir sin ser atendidos y cuando me acerco a la barra a solicitar el servicio, el camarero es un maleducado y grosero, jamás volveré
Fatal. Cañas fatal tiradas, se equivocan en la bebida, croquetas congeladas por dentro, el pan de hace 3 días, por lo menos. No volvemos, peor imposible.
Menú del día, 11 euros, para elegir 2 primeros lentejas o alcachofas y de segundo huevos o bistec. La comida caliente, el personal amable. Se postre arroz con leche o piña natural. En resumen, un menú muy correcto.
Hoy hemos estado en esta cervecería. Lamentable el encargado o camarero que estaba SIN MASCARILLAS, hablando a sus compañeros por todo el recinto si utilizarla la mayor parte del tiempo y cuando de la ponía eso no es una mascarilla es un trapo viejo. Sobre la ración que hemos tomado revuelto de bacalao el susodicho percado brillaba por su ausencia. No volveremos.
Fatal. El bar caro para la pésima calidad que tiene. Mucha suciedad y la camarera Argentina una déspota y borde tremenda. Los baños imposible entrar en ellos de sucios que estaban.con excrementos secos (por decirlo de manera fina) y al decírselo a la camarera encima le sienta mal.cuando no se podía ni entrar. En pocas palabras, NO PIENSO VOLVER.
Una pena porque era de los mejores sitios donde tomar una cerveza con unos pintxos. La cerveza la siguen tirando bien, depende quien te pille. La cocina ha cambiado a bastante peor, y el servicio es malo de solemnidad hasta el punto de encadenar 3 rondas de dobles y escaquearse de poner un mísero aperitivo, y cuando se lo pides, se extrañan mucho y parece que les has pedido un centauro verde.
Hola buenas tarde ese restaurante todo muy bien pero veo k dueño oh encargado trata mal a su camareros debiera tratar mejor a su empleados ser mas humanitario y mejor jefe la atencion buena y la comida buena
Desde luego ya no es lo que era. Es una pena que un clásico no siga haciendo tan bien aquello que le ha dado fama hay opciones por la zona mucho mejores puntos deberían aprovechar mejor la reforma que han hecho para dar un mejor servicio y mejor calidad
Un lugar que engaña bastante por el aspecto exterior, pero si en derecho a llamarse restaurante, te sirven el menú en platos de aperitivo, la ensalada templada vergonzosa y muy muy escasa, y el secreto que nos sirvieron era ridículo, apostaría a que cogieron un filete y nos lo partieron en 2 y nos dieron un trozo a cada uno, me dio para 3 pinchadas.no lo recomiendo para nada, cualquier otro bar de la zona seguro tiene mejor atención.
Comida rica pero engaño a la hora de pagar NO ACEPTA tickets ni cheques gourmet como forma de pago pero no están dados de baja de manera oficial en las plataformas de pago. Es el restaurante quién ha de llamar para darse de baja y que le quiten de la app para no generar confusión con los clientes. Están consiguiendo publicidad gratis a través de las app y promociones varias a costa de quienes sí queremos usar este método de pago. No volveré.
Buen sitio para ir a comer, todo está buenisimo y la gente que trabaja allí es muy agradable, buen servicio y buen trato. El precio no es caro, y la calidad es buena, lo recomiendo totalmente
Es un buen bar para tomar una cerveza pero los camareros los veos como esclavos muy forzado (a) en su trabajo siempre veo lo mismo, al parecer hace tanta horas y no está bien por esa parte de un bar como este.
Es un lugar histórico. Ha cambiado de dueños hace tiempo y ahora es mucho más " fino". Pero la cerveza es de la buenas, la mejor. Pedid siempre un doble, merece la pena. Está tirada de maravilla. Cada sorbo, va dejando un anillo
Un local a tener muy en cuenta si lo que se busca es comer bien y a buen precio. El menú del día es 100% recomendable: por 11 € se puede elegir entre tres platos diferentes para primero y tres para segundo, con bebida y postre incluidos (o café, si se prefiere). La comida es abundante y muy bien cocinada. Francamente sabrosa, para mi gusto. Además te atienden hasta las 17.00 horas, algo muy interesante porque a veces se pasa la hora habitual de las comidas y es difícil encontrar donde almorzar. El local en sí es antiguo pero muy acogedor, tranquilo y luminoso, con unos amplios ventanales que ven potenciada la visibilidad hacia la calle con la colocación de unos espejos laterales. En mi opinión: 9 sobre 10.
Es un bar muy agradable, las tapas muy ricas y sobre todo la atención de Ana, camarera excelente y muy lista, hacen q sea un sitio para volver frecuentemente. Esa chica no tiene precio!