Churrería Desayuna (Solagua)

No es la primera vez que el trato recibido es malo, siendo un dia “festivo” no estaba el local muy lleno.
Al entrar, bueno casi no me han dado la opcion ni de ello, se acerca una señorita y me dice: para llevar, pues por la ventana.
Habia dos personas esperando su pedido para llevar dentro del local, cosa que a mi no se me ha permitido, al recibirlo, le he preguntado a la persona que me lo entrego, el por que unos clientes si y otros no?
No supo muy bien que contestarme, lo que me dijo es que solo permiten dos personas en el local para recibir pedido, cosa que no esta reflejada en ningun sitio.
Puedo entender, que como muchas otras veces el local este lleno y para que sea mas comodo los pedido se realicen fuera, lo de hoy ha sido una falta de respeto tremenda, la señorita que me mando a la ventana, parece que le hizo hasta gracia, lloviendo y con basta te frio. Pena el trato que dan….
Con su respuesta quedan totalmente retratados, ese es el trato que dan ustedes. Un saludo.

La comida está muy buena y hay mucha variedad respecto a lo churros, aunque no respecto a otras comidas fuera de su especialidad.

Lo malo es que, al menos es el baño femenino no hay ningún tipo de cierre de seguridad tipo pestillo, por lo que más de una vez me he encontrado a una niña que no cerraba del todo, o que pensaba que estaba vacío.

El servicio es muy bueno y los camareros también son bastante amables con servicio a mesa, pero no para pedir.
Los precios también están muy bien. Dos chocolates y cuatro porras con chocolate fueron 7€, a 50 cent la porra. Tampoco cobran la leche extra si le quieres echar al chocolate, y siempre ponen un vaso con agua con cualquier consumición

Qué pena que en este local, a pesar de que puedas comer unos churros y unas porras bastante ricas, ofrezcan una de las peores atenciones que he vivido. Me lo recomendaron unos vecinos que viven en el barrio y fui a desayunar con mi pareja. Ya al entrar me dan la primera en la frente: antes de pedir (no te toman nota en la mesa, tienes que pedir en el mostrador, supongo que eso les funcionará aunque como cliente no es algo cómodo) iba yo a pasar al baño y una señorita me increpa secamente que a dónde voy, así que me quedo un poco cortado, le explico mi intención y le pregunto si entonces puedo pasar o tengo que esperar a hacer el pedido y estar en una mesa antes de tener derecho a usar el baño. Solo tras dejarme pasar esta chica tan hospitalaria, uso finalmente el baño. Y al salir veo que la fila donde me espera mi pareja no ha avanzado ni un centímetro. Observo que hay bastante personal, pero la sensación de caos es manifiesta y el servicio no muy ágil. El señor que estaba haciendo churros sale y discute con clientes que le reclamaban no sé qué, otros en la fila a su vez estaban dando voces. en fin, todo muy relajante. Por fin nos atienden en el mostrador y toma nota de mi pedido un chico que no debe de saber ni sonreir ni decir gracias ni hasta luego; casi ni levanta la mirada. Una máquina probablemente hubiera sido más amable que esta persona. Cuando por fin estamos sentados, esperamos otro buen rato a que nos traigan el desayuno, tan pacientes como los demás que nos preceden y los que van viniendo detrás. Lo más triste está por llegar: un niña muy graciosa de una mesa cercana se levanta y entabla conversación con nosotros, cuando de repente la camarera que nos trae el desayuno llama la atención a la cría y le dice a sus padres que tiene que estar sentada, sin ningún tipo de delicadeza. Los papás se quedaron de piedra, tanto como nosotros. La situación es bastante bochornosa porque la criatura en absoluto nos estaba molestando, de hecho me sentó mal porque estábamos hablando con la niña y nos interrumpió sin miramientos. Supongo que, entre sus prioridades de organización, los camareros aquí se ocupan primero de regañar a los clientes antes y luego ya si eso los atienden. Las porras no estaban nada mal, el café normal y corriente pero lo más importante es que no desayunamos a gusto, no solo por este detalle tan feo sino porque en general el ambiente del local era de nervios en el peor sentido. Nerviosismo, desorganización y desatención. Uno puede entender que la afluencia de clientes les genere estrés, es lo que hay en una cafetería en hora punta, pero los modales son algo básico cuando tienes que atender a clientes. No me importa esperar a que me atiendan, pero a mí por lo menos no me gusta que traten así. Imagino que ya tienen clientela hecha y no les importa nada más, mucha suerte con eso. La impresión ha sido muy negativa y no puedo recomendar en absoluto esta churrería, que
por lo visto no necesita recomendaciones porque les sobra de eso. Tal vez valoraciones como esta que hoy les doy desde mi experiencia también sean útiles a los usuarios y también al propio comercio. Pero me da que esto último no va a ocurrir, porque entre el tipo de respuestas del propietario a las reseñas críticas puede comprobarse que se agarra a lo de "nuestro modelo de negocio", "tienen que comportarse" o "deberá buscar otro lugar que se adapte a sus necesidades". Yo haré caso a tan amables, sensatas y profesionales respuestas.

Desde luego un lugar muy recomendable. Al entrar su decoracion minimalista de fondo blanco, nos proporciona un estado de amplitud. Y si hablamos de los churros, porras y chocolates, son tan buenos que no podras parar de comerlos. Además por un precio muy razonable. La hora de cierre es a las 21.00.

Primera vez que pruebo los churros sin gluten y me han encantado. Los camareros nos han atendido genial, muy majos todes: D

Churros, porras y chocolate maravilloso. Normalmente los pedimos.para llevar, pero el servicio en su cafetetia tambiėn es muy bueno. Han solucionado un poco el tema de la climatizacion.

Un sitio muy agradable, los churros, porras y chocolate riquísimos y lo mejor también pueden disfrutar de sus productos las personas con intolerancia al gluten.

La mejor es que una persona celíaca pueda comer churros o porras. Merece la pena. Repetiremos.

Producto y trato inigualable! Voy siempre que puedo a esta churrería y he ido en varias ocasiones con mis sobrinos y jamás han tenido un mal gesto hacia ellos, también es verdad que lo niños meriendan y se están en su sitio sin molestar a las personas que están trabajando. ENHORA POR VUESTRO TRABAJO.

Y a los que os quejáis tanto de como os “regañan” por vuestros hijos, a lo mejor es porque lo único que hacen es incordiar sin entender que hay gente con bandejas cargadas de tazas y vasos, gente merendando o desayunando a la cuál les puede molestar los niños andando por allí.

Muy buen sitio para desayunar.
Los churros sin gluten riquísimos y con la tranquilidad de no tener contaminación cruzada al elaborarlos en un obrador a parte ¡volveremos!

Si pone que están hasta las nueve, nos ha chocado que a las ocho y cuarto nos digan que valoremos si nos da tiempo a tomarlo porque cierran a y media

Unos churros y porras buenísimos y el chocolate estupendo. Muy limpio y agradable. Lo recomiendo tanto para ir con niños como solo para adultos.

Bien organizado, precios correctos, personal atento y suficiente para tratar un gran local. Pasamos un desayuno muy agradable. Ya son de nuestro club.

Que no os engañen todas las reseñas malas son merecidas, no se merecen nada, ya cerraron en leganes norte porque no les quería nadie, lo de los niños es cierto soy testigo de cómo el camarero venezolano le dijo de malas maneras a una niña de 15 años que apagará la luz del baño obligándole a volver a apagarla y decirla: a que en tu casa siempre la apagas?
Según pides pagar. Y si te apetecía un churro después volvías a pagar el churro.en fin una vergüenza.
Mis padres y familiares dejaron de ir por este trato.ni que se fuesen a escapar y no pagar 2€ de cuenta.
No soy de poner reseñas.pero haber si reflexionan y el servicio cambia o se van con sus churros a otro lado.
Un saludo a la dirección

Churros y porras muy buenos, trato muy agradable. Aunque el chocolate hace un mes que está menos espeso y menos dulce. Recomendable

Lo mejor:
- está cerca de mi casa
- local nuevo y bien aprovechado
Lo peor:
-trató del gerente, sin educación.
-no vayas con niños, no son bienvenidos.
- solo tienen café, chocolate y churros.
- he ido varias veces y los churros no están tan buenos como para que sólo tengan eso y el chocolate es del montón.
-en un local con 7 camareros tienes que ir a pedir a la barra.

Tiene churros sin gluten. Y es espacioso. No tuvimos que esperar. Trato muy amable. Se agradece todo ello.

Lo descubrí de casualidad y me encantó el ambiente, los desayunos y la buena atención, lo recomiendo

Servicio siempre lento, haya la gente que haya.
Los churros muchas veces fríos, esperan que se acaben para hacer más, les preguntas o les pides algo y siempre malas contestaciones y además malas caras. El sitio puede ser muy bonito y muy limpio pero esta reseña es porque esto me ha pasado ya en cinco ocasiones. Lo siento pero no vuelvo

No entiendo el porqué de los comentarios tan positivos. Nada más llegar para pedir mesa, nos dicen que la van a preparar y a los dos minutos nos dicen que esperemos en la calle a 7 grados. Después pasamos, un grupo de 8 adultos y 8 niños. Los niños, sin gritar ni correr por ningún sitio son llamados la atención, diciéndonos a los adultos que otros clientes se han quejado. Mentira claro, toda estos cliente con niños también, y con bastante ruido en el ambiente por estar el local lleno. Ya he leído otros comentarios al respecto de esto, así que me alegra saber que no es solo mi percepción la manía que tiene el dueño a los grupos con niños.
Eso sí, puedes meter al perro dentro del local, que ojo yo también tengo y si volviera lo llevaría. Si esta opinión te parece útil también puedes leer otras reseñas con circunstancias similares y las respuestas inapropiadas que da el dueño.

Es una cafetería muy agradable y las porras están buenísimas.
Las chicas son encantadoras, pero quiero comentar que una mañana que había mucha gente había varias personas que llevábamos porras para llevar, pero no estaban preparadas y el señor que atiende nos dijo a un grupo que esperáramos fuera en la calle y lloviendo. Ni a nosotros ni al resto de personas nos gustó semejante comentario, fuera hablamos con el resto de la personas a las que les hicieron lo mismo y comentamos el mal gesto que tuvo este señor, ya no solo por "echarnos" a la calle sino por la forma que lo dijo. Nunca nos habia pasado esto, mas siendo un sitio amplio.
Por lo demás es un sitio recomendable.

Tienes churros sin gluten (normales y bañados en chocolate) muy ricos aunq sabían bastante a maíz. También hay churros y porras normales. El chocolate también muy bueno. Y el sitio muy nuevo y bonito. La atención estupenda, muy majas todas las chicas. Volveremos seguro

Churros y todo muy rico y para mis hijas celíaca y con alergias.todo ha ido muy bien.repetiremos sitio precioso, con gente encantadora.

Un lugar muy agradable, muy limpio y nuevo. En verano se abre la cristalera y es diáfano a la calle, lo que da una sensación de amplitud muy agradable. El personal es encantador y los churros sin gluten están muy buenos, el café y el chocolate tambien.
Se aparca estupendamente y no da pereza ir en coche a por churros y chocolate para llevar. Muy agradecidos por tener una churreria sin gluten en leganes. Gracias!

Sin gluten certificado. Pudimos comprobar que los churros sin gluten se realizan nada más pedirlos, en habitación aparte, para evitar contaminación cruzada.
Pedimos churros sin gluten y porras con gluten, ambos riquísimos y lo mejor es que dejaban muy poca grasa, lo pudimos comprobar al quedar las bolsas donde las meten casi secos por completo al terminar de comerlos.
Local muy nuevo y con una gran sensación de limpieza.
Enhorabuena, repetiremos sin duda aunque nos pille un poco lejos

Qué nivel de organización, se nota que son profesionales. Lugar muy agradable para desayunar. Los churros y porras de calidad, y lo más original es que tienen churros sin gluten, que saben a maíz y están buenísimos!

Fui con niños a merendar y nos gustó el sitio, el personal muy agradable y competente, y el chocolate y los churros muy ricos

Churros y porras "rubios", nada grasientos. El local decorado con muebles minimalistas pero con gusto. Las camareras amables. Servicio rápido. Vamos todos los fines de semana.

Estupenda churrería en el barrio de Solagua. Establecimiento muy limpio y amplio. Churros y porras muy ricos y poco aceitosos, con lo cual, ayudan al proceso digestivo.

El personal es muy amable y atento, y sin desmerecer a ninguno de ellos, Anna es una chica super agradable, simpática, educada y encantadora. Da gusto encontrarse a profesionales así que se desviven con sus clientes.

Ojalá tengan mucho éxito y se consoliden en el barrio.

Seguid así!