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Buenas porras y chocolate. Sitio familiar. En barra de cháchara lugareños. En mesas familias con niños y grupos de locales. Mucha gente comprando para llevar a casa. 3 porras + chocolate + cortado 4,80 Decorado con TV viejas, aperos labranza y Beatles y Marilyn Monroe Volveré.
El local pintoresco, el chocolate bien, los churros aunque no los probé aparentemente bien, pero las porras. Un desastre todas partidas en varios trozos y muy resecas o estaban muy fritas o recalentadas las peores que he probado. No vuelvo.
Trato muy bueno y porras aún mejores. Muy chulo el local, pequeño y parece que antiguo, pero adornado con teles vintage y otros elementos que le dan un toque de churreria antigua. Volveremos.
Las porras estaban buenas pero los churros muy salados y súper aceitosos. La mala reseña se debe al mal carácter de los dos individuos que lo regentan y en especial la señora fue totalmente desagradable puedo asegurar que a este sitio no volveré.
Los churros están riquísimos, de 10! Recomiendo este sitio, el personal es muy amable. Las porras están muy buenas, una churrería muy tradicional, volveré!
Es una churrería de pueblo de siempre, también ofrece servicio de cafetería, los churros y porras calidad precio están bien, no son muy grandes pero tampoco muy caro, pero preferiría que fueran más grandes. El local es pequeñito y difícil de aparcar.
Los churros y porras buenisimos. Se nota la calidad cuando ademas de tener gente dentro comiendo, tambien hay mucha gente esperando para pedir para llevar. Muy recomendable.
Churros y porras artesanas como los de toda la vida. Es la típica churreria de hace 40 años, tiene un look retro que mola con objetos antiguos, muy recomendable.
Siempre me ha gustado esta chocolatería. Hacía tiempo que no iba. El chocolate y las porras siguen siendo exquisitas pero el local lo he encontrado un poco abandonado y es una pena porque siempre era un lugar muy agradable dónde desayunar un buen chocolate con porras.
¡Me ha encantado esta churrería! ¡Los churros y las porras estaban buenísimas y el chocolate es espectacular! También el trato ha sido genial y el sitio es muy pintoresco, cargado de televisores y radios antiguas y otros objetos que te transportan a un pasado no demasiado lejano jeje. Desde luego repetiré, porque ha sido una experiencia muy agradable y un desayuno para chuparse los dedos.