Cilindro Restaurante

Perfecta fusión de comida peruana con toques asturianos.
La calidad respecto al precio es bueno.
El servicio rápido y ambiente agradable.
Imprescindible pedir ceviche, para mi gusto más rico el verde. Al igual que el taco de atún, una delicia y el rollito asturiano.

Cilindro Restaurante, una cocina fusión de peruano y asturiano, de la mano del Chef Mario Céspedes y su mujer Conchi Álvarez. Hecha "al cilindro", en horno de leña tradicional empleado para ahumar y brasear carnes y pescados. Nos dejamos aconsejar, y acertó. Comimos nachos de atún rojo con aguacate y chile, ceviche a la crema de rocoto y aguacate, y cachopines de ternera con queso de cabra y setas. De postres tarta de queso azul con helado de frutos rojos y coulant de chocolate con helado de piña.
Ha sido una comida fabulosa

Comida peruana fusión con asturiana.
Los camareros muy amables. El menú degustación muy rico, con mucho sabor. Recomiendo nacho de atún y rollito de rabo de toro.

Muy buen restaurante, comida justa, no te quedas con hambre, tampoco sales lleno, camareros muy atentos y carta diferente.
El unico pero, si somos 2 comenssles poner 4 piezas, no 3.

Nos sorprendió gratamente. Platos muy sabrosos, originales, con elaboraciones modernas y materia prima de calidad.

Los camareros son muy amables, te recomiendan platos y guían a la hora de decidir. Su oferta gastronómica es muy variada y adaptable a todos los gustos.

Un acierto total para todo el grupo de 6 que fuimos. Seguramente repetiremos, y probaremos el resto de restaurantes de la cadena ya que se ve que el chef le pone empeño y ganas.

Recomiendo mucho el ceviche de rocoto, el tiradito, y el plato estrella, el nacho de atún. El postre de coco es brutal también.

No llegamos a probar la comida. Nos colocaron en una mesa pegada a la pared con una puerta por la cual entraba y salía continuamente el personal de sala. Una de las sillas de nuestra mesa obstaculizaba esta puerta teniéndonos que mover prácticamente cada vez que pasaba algún camarero, algo que ocurría cada minuto. Hasta los clientes de la mesa de al lado se reían. Preguntamos al personal por un posible cambio de mesa y nos lo denegaron. Fue cuando nos íbamos sin comer cuando sí nos “hacían hueco” en otro lado. Es una pena que un restaurante de estas características (que no es un bareto) sea capaz de ofrecer mesas de este tipo.

Atención agradable, comida rica, con opciones sin gluten y alérgenos deliciosas. Todas salimos contentas y sin duda recomendamos el restaurante.

The food wasn’t what you would expect for a Peruvian restaurant. It is a fusion of Spanish and Peruvian food, so don’t expect to be blown away by the traditional Peruvian dishes, such as the ceviche, lomo saltado, etc.

I believe the customer service you receive when you go to a restaurant is important. Unfortunately, this restaurant could do a better job when it comes to customer service. The lady who served us was rude. Toward the end, she brought the bill, and when we asked her politely to divide it in three (since there were three people in my party) she gave us a negative attitude. She decided not to split the bill in three, but instead charged everything on my card, even though we had asked her not to do that. After the fact, she apologized in a very hypocritical, petty and passive aggressive way. The restaurant cannot blame this due to a language barrier since I was eating with two Spanish friends who asked her in Spanish. I will not be coming back here because although the food was decent, the customer service you receive is essential to the experience of dining out. I recommend you look elsewhere for Peruvian food.

Tapas/raciones bastante ricas. La tarta de queso azul, que al abrirla de desace cual volcán me pareció de lo mejor!

No está mal pero decepciona un poco. Los platos son más bien raciones pequeñas y es mejor pedir recomendaciones a los camareros porque luego llegan y te dicen que si has venido a comer poco. Lo mejor de lo que comimos fue el ceviche y el nacho de atún. El cachopo estaba pasable y el pulpo con guiso nos lo acabamos por no dejarlo en el plato porque solo era media ración pero no nos gustó nada. Los camareros atentos y la chica que lleva el pinganillo en la oreja súper atenta y se conocía los platos al dedillo a diferencia de los camareros.

Comida muy sabrosa y rica. Nos ayudaron a elegir platos y cantidades y acertaron a la perfección. El punto que creo deberían mejorar es el ritmo de la cena. Fueron excesivamente rápidos, sirviendo platos antes de haber terminado el anterior, lo que genera sensación de que quieren que te levantes lo antes posible para no retrasar los turnos establecidos. Si cuidaran este aspecto, sin duda les daría las 5 estrellas.

Hubo una emergencia médica en nuestro turno y se paró el servicio de comida 15 minutos. Cuando estábamos terminando el postre vino el camarero a preguntar si faltaba algo, mi acompañante pidió un té rojo y el camarero nos recordó que solo quedaban 4 minutos de nuestra reserva. Nos pareció un detalle horrible ya que por circunstancias mayores se nos dejó de servir durante quince minutos y teniendo en cuenta que estábamos ya en el café bien se lo podían haber ahorrado. Sentimos que nos echaban.

Mi restaurante favorito de Madrid desde hace años. Personal muy profesional, cercano y atento. Te explican todos los platos cuando te los traen. La calidad es exquisita y calidad precio es de lo mejor que hay. He idoconamigos y clientes y todos han repetido. Enhorabuena!

El declive de un restaurante que empezó con brillantez. Del matiz han pasado a la añurgancia.
No vale la pena.

Calidad en su carta. Platos originales muy bien fusionados. Lo mejor, la opción de medias raciones.

Maravilloso lugar, tanto el restaurante como las tapas. Siempre se ha mantenido la calidad y la buena atención.

Trato estupendo con muy buenas sugerencias de la carta y un precio muy económico. Nos ha encantado tanto el vino Riesling que hemos pedido como el pulpo con guiso de olluco, las gyozas de langostino y camarones, y las costillas de ternera con setas trufadas. Muchas gracias!

No me gusto y me gusta mucho la comida peruana y asturiana. El ceviche si estaba rico, pero el bao súper salado, la causa me pareció malisisma, la patata rellena no me gusto y los cachopines no estaban mal pero tampoco es que sea lo mejor. Los postres son malos y los que tienen no son característicos de la comida peruana. Fue una gran decepción

Después de estar en Ronda14 de Avilés, del mismo cocinero, nos ha defraudado bastante. Íbamos un poco buscando la misma fusión japonesa- peruana.
Cierto es que no es la misma cocina. El servicio muy bien. Local amplio.

Hemos comido estupendamente, todo riquísimo, pensado para compartir.
Los ceviches espectaculares. La tarta de queso azul.sin palabras.
Único pero: al pedir una jarra de agua nos han dicho que no tenían jarras, así que a pagar agua embotellada.
Sitio para volver una y mil veces.
El servicio

Todos los platos estaban buenísimos. Destacaría los ceviches y los nachos de atún. Muy recomendable!

Lo cierto es que tenía unas expectativas bastante altas con el sitio y fue un poco decepcionante. La ración de ceviche a la crema (15.9 €) muy rica, pero el ají de pollo con arroz (12 €), al ser una versión propia, no nos gustó. Los nachos (tacos) de atún rojo están ricos, se venden de manera individual por 3.8 €. Las gyosas de anticucho nos dejaron bastante indiferentes. En cuanto al vino mejor el Ribera (Legaris 2.9 € copa) que el Rioja (Ramón Bilbao 3.3 € copa). Es comida fusión, pero se pasan llegando a perder la esencia de los productos originales.

Calidad precio excelente.
Lo que menos me gusta son los turnos de cena que hay que irse en cuanto acabas apenas el postre.

Me gustó mucho la cocina Nikkei de Cilindro. Todos los platos tenían un nivel alto de presentación y sabor. Ademas, la atención al cliente es impecable. Recomendable 100%

He ido a cenar con los compañeros del curro como cena de Navidad, y me ha parecido muy bien, descartando el hecho de que no puedo comer comidas picantes; y que muchos platos lo son, la experiencia ha sido favorable. Los platos que pude comer, por no tener picante, estaban muy buenos, la atención de las camareras y camareros es súper eficiente. Un sitio completamente recomendable si quieres disfrutar de una gastronomía fusión de Perú, España y algún toque asiático.

La comida está espectacular, recomendación el ceviche, gunkan de huevo trufado y tarta queso azul. Ahora el servicio fatal, entre cada plato se tardaban como 30 minutos, la cuenta nos la trajeron mal, no no un desastre.

Nos han atendido muy bien, pese a estar con bastante gente a mediodia. Nos aconsejaron muy bien, el pescado y el huevo trufado nos encantó. Los entrantes tambien, de precio muy bien, no llegó a 30€ por persona (compartiendo varios entrantes y sin vino). Cocina elaborada, se nota le ponen cariño a su trabajo.

El servicio no es perfecto pero si muy amable y la relación calidad precio reconozco que es fantástica, pero el resultado no es lo que esperaba. Probé el ceviche verde, el gunkan con huevo de codorniz, el nacho de atún (lmuy rico), el bao de rabo de toro (hubiera preferido la versión crunchi con torto) y la lengua. Nada estaba malo pero ninguno me gusto como para querer repetir, y, menos volver. Le falta el punto del sabor. El tinto de verano, demasiado dulce.

Súper recomendable! La comida es espectacular, es diferente a lo tradicional. Recomiendo el.nacho de atún, ceviche de rocoto y el rollito asturiano. Todo un acierto las recomendaciones de Badar, en todo momento estuvo atento, fue una cena muy placentera.

Bueno, Cilindro, el hermano pequeño de Ronda 14.
El restaurante es moderno y bonito, la atención del personal muy cercana y profesional y la comida bien.
Ronda 14 es mejor restaurante que esté aunque Cilindro no está nada mal.
Los Ceviches, muy diferentes los dos estaban muy bien elaborados, a mí parecer muy poco picantes, pero para gustos.
El rojo con rocoto y el verde con mango, muy especiales, y en las fotos son medias raciones, qué de cantidad estaban bien.
Los pan bao de rabo de toro nos decepcionaron un poco, estaban un poco secos la verdad, les faltaba jugosisad y algún aderecillo más, aunque bien de sabor y el pan en sí estaba perfecto.
Los huevos, para mí son mejores los de Ronda 14, estos eran un ni fu ni fa, no estallaban en la boca, les faltaba la potencia de una buena trufa y la explosión de sabor del huevo en la boca, el arroz estaba bien de punto, bien de sabor, el alga alomejor un poco basta.
El atún toro, sublime, rico, potente, con sabor, en el punto justo, acompañado con una salsa de chuparse los dedos con un toque picantón sí querías cogerlo muy acertado.
El cachopo, muy rico, igual que él de Ronda 14, diferente a cualquier cachopo, se te desace en la boca mientras te envuelven los sabores del quesito y el puré de patatas con las setas, fetén.
La tarta de queso azul es exquisita, nada más que decir que hay que pedírsela sí o sí.
El cilindro de chocolate, es como una ganache perfectamente elaborada, muy compensada y muy agradable de comer.
En general bien.

La comida fue transcurriendo fenomenal hasta que, traumáticamente, comprobamos que las condiciones higiénico sanitarias de este establecimiento dejan mucho, MUCHO, que desear.
Me ahorro la foto por no hundirles, sólo espero que tomen medidas para estar a la altura.

He probado más de 30 restaurantes en Madrid y repetido en varios.

Cilindro es aquel restaurante peruano que aparte de tener platos de asturias para su integración en Salamanca, podría ser considerado como bar de tapas por la comida gourmet que ofrece en cuanto cantidad, calidad y precio.

El ceviche con rocoto, soso sin picante
El lomo saltado, espectacular
La causa con langostinos, un plato de 50 gramos
La patata rellena, en su punto con una crema de huancaína perfecta
El postre de lúcuma, soso sin sensación de lúcuma
El maracuyá sour, sin dulzor

Puede ser considerado para una cena ligera de degustación con un precio por persona de aproximadamente 40€

Espero volver pronto con novedades en la carta

Espectacular. Viejos conocedores del Ronda fuimos a cenar de nuevo a este sitio aue tenía en mi mente volver desde hacia tiempo.

Pedimos tiradito, cachopines, pulpo con olluco, atun toro, rabo de toro, y huevo trufado. Todo increible. La tarta de queso muy buena, ahora no nos gustó nada el mochi (no como lo preparan si no en sí el plato) aunque invitaria a arriesgarse a los valientes

La atención estupenda, siempre pendientes y con buen rollo

Muy buena opción para probar algo diferente. No sabría muy bien cómo definir su cocina. Algo peruana, con influencias asiáticas y con guiños a la cocina tradicional asturiana. Suelo repetir porque me gusta su propuesta atrevida e innovadora. Déjate recomendar por su atento personal. Si quieres algo distinto atrévete. Sin postre, con vino y copa factura alrededor de 45 euros. Yo suelo pedir el ceviche, las gyozas de anticucho y el atún toro. Muy recomendable.

Sótano con buen acondicionamiento acústico. La próxima vez nos quedaremos en la planta baja.
Festival de sabores. Sugeriría quitar de la carta la media ración de Causa de langostinos, es demasiado escasa.

Segunda vez. Segundo acierto.
Muy buen servicio. Camareros muy amables. Comida con gran elaboración. Exquisito el ceviche y el nacho de atun rojo. El pulpo, torta de rabo de toro y pulpo, también un acierto. La tarta de queso espectacular. Buen ambiente.

Como punto en contra, baños sucios.

Repetiré.

Decepcionante. Bien ubicado. Servicio correcto. Para mi gusto, local demasiado grande, aunque es de agradecer la distancia anticovid. Probé los "platos estrella". El ceviche, los nachos de atún, la causa, gunkan, rollito asturiano.y no estaba malo pero no decían nada no tenían nada especial, no transmitían, esperaba mucho más, lo mejor el vino blanco.un godello espectacular, Treixadura de Ramón do Casar, en resumen no repetiré y tampoco lo recomiendo.

Lately yuyi dinner
Cocina peruana con influencia asturiana. Hay algunos platos de su hermano Ronda14.
El restaurante se divide en la zona de terraza, con estufas para los más frioleros. En la parte de dentro, lo más divertido es la primera planta que las mesas son altas e interactúas más con los camareros. La planta de abajo es más formal, con mesas bajas y redondas. Decoración bien, no destaca.
Dos bocas con mucha hambre = mucha cantidad y todo para compartir, siendo clave la abundancia de medias raciones:
Media de ceviche a la crema de rocoto y aguacate: muy muy bueno, el toque de cebollita supremo. La salsa es para bañarse, tranquilidad que no es spicy, un must. Ir y no pedirlo es un suicidio.
Media causa de langostino: rico, con unas salsas interesantes.
Nachos de atún rojo: bocado sublime, arroz cremoso y atún tierno y sabroso. Os estáis equivocando si no lo pedís.
Rollito asturiano con estofado chifa: muy rico, aquí la vertiente asturiana presente con mucha fusión peruana. Se come en dos y nada pesado, es entretenido enrollarlo y ver como tu acompañante puede liarla en cualquier momento. Muy recomendable.
Gunkan de huevo trufado: si te gusta el huevo, este es tu plato. Las patatitas le dan un toque crunchy muy interesante.
De beber: 2 Paulaner (sabe a Avaio) muy fría y directamente tirada de caña (no muchos bares cuentan con esta ventaja) como nos gusta. Y dos piscos. El segundo muy muy bueno. Obligatorio pedir.
Postre: tarta de queso azul: súper cremosa con un toque de queso azul, la combinación de dulce y salado es brutal. Toque de muesli dulce que lo eleva.
Precio: 26€/persona.
Nos dejamos aconsejar por Guillermo y acertó en todo.
El servicio es inmejorable, nos dejaron pedir media del primero para que pudiésemos probar más (muy buen detalle, aunque hubiésemos devorado igual). Excelente ubicación. Todo ello hace que la relación calidad-precio-disfrute-compañía tenga 5 estrellas. Pero mi +1 va por fuera y tiene 10.

Pues una fusión muy sabrosa. Sabores potentes y sorprendentes. Nos fuimos muy contentos con la comida, tanto que habrá que volver para probar el resto de platos.
El local es muy amplio, con dos plantas: en la planta de calle está la barra y mesas altas, en la planta inferior un amplio comedor con techos altos.
Si vas no dejes de probar el tiradito y los nachos de atún

Iba con unas expectativas muy altas y aunque no esta mal y la materia prima es buena hay cosas que para mi son mejorables. El ceviche por ejemplo lleva cebolla en demasía y leche, la costilla tenía sabor a camara y el pulpo aunque cocinado en su punto tenia una salsa demasiado invasiva que le mataba su propio sabor. Destaca el atún. Valorando calidad y precio no creo que vuelva.

Grandísima experiencia gastronómica! Nos ha atendido Fran, un camarero increíble que te hace sentir como en casa. Nos ha aconsejado de diez y hemos disfrutado muchísimos de la cena. 100% recomendable!

Aunque el sitio me gustó y comimos muy bien, esperaba más. Si me basase sólo en la comida le daría 3 estrellas, pero si lo valoro en relación a lo que pagamos sube a 4 estrellas. El atún, causa y tarta de queso lo que más nos gustó. Cachopines, anticucho y pulpo sin más, torto de rabo decepción.

Realmente espectacular. Soy aficionado a la comida peruana y he de decir que este es uno de los mejores restaurantes donde he comido. La calidad insuperable, realmente delicioso y el servicio inmejorable. Tiene un precio medio al alcance de todos los bolsillos, pero realmente si fuese más elevado lo pagaría con gusto porque vale cada euro invertido.
Un placer para los 5 sentidos en un entorno inmejorable, limpio y con una profesionalidad equiparable a los mejores restaurantes en los que he comido. Sin duda lo recomiendo y volveré.

Muy buen ambiente y atención muy cuidada. Los platos exquisitos; destaco los nachos de atún rojo y los ceviches. No me gustó nada el sistema de turnos; pedimos cafés que tardaron un poco de más en servirnos y se dio la circunstancia que nos entregaron la cuenta antes de que llegaran los cafés y sin haberla pedido. Fue un gesto bastante feo