Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Buen nombre para un sitio como este, en el que el sabor de cada plato parece decirte que ha sido mimado entre fogones. Comida rica, servida con esmero en un local de ambiente agradable. Sin duda repetiría.
No es fácil encontrar restaurantes que te pongan arroces típicos valencianos como los de la tierra de las naranjas. Con amor lo consiguen y con nota altísima. El signoret o el arroz con pato y foie están de lujo. De primero pedimos Burrata (también riquísima) y los postres estupendos (especialmente la tarta de manzana). Muy recomendable.
Un sitio normalito en el que una cena para dos sin vino y compartiendo postre nos salió a más de 50 euros postre. Segundo con raciones pequeñas. Muy atento el servicio pero caro y escaso. No volveremos
Toda una decepción, teníamos grandes expectativas tras leer las reseñas. La comida bastante corriente, precios no incluyen iva (lo indican en letra pequeñísima abajo en carta) así que tirando a cara además. El camarero que nos atendió, bastante regular, estaba estresado y se notaba en el trato, nos hablaba como si fuéramos tontos. Y el local, creemos q por techo tan alto, tenía una acústica horrorosa con lo q era imposible mantener una conversación normal, nunca nos había pasado y eso q estamos acostumbrados a q la gente hable a gritos, pero aquí era insufrible. Lo q acabó de rematar fue q un chico q entendemos era o el dueño o encargado, se iba con una silla sentando de mesa en mesa con los colegas q habían ido a comer, le vimos en e mesas y se sentaba como 20min con cada uno, a voces y carcajadas y da muy mala sensación, porq no era tanto saludar, si no echar el rato con su gente.no sé, no volveremos x ruido, comida y servicio, una combinación terrible
Muy bueno todo, hacía años que no volvía y me sorprendió. Los tomates infusionados como siempre increíbles, el tataki de pez mantequilla Bueno pero la presentación dejaba mucho que desear además de que en la carta ponía con Kale y venía más bien con una ensalada bastante bastante de andar por casa.
Restaurante caro (los precios de la carta vienen sin IVA) y con comida más vistosa que sabrosa. El personal ha sido amable y bien dispuesto, pero los platos no están a la altura.
En general, estaba todo bastante insípido, como es el caso de los tomatitos infusionados, el atún sellado o los tintos de verano. El bao no es nada recomendable, muy seco y sin ninguna gracia (cualquier restaurante de baos de 4 euros es mejor opción). También es curioso el gambón en tempura que recomiendo no oler, una pena porque la salsa tiene potencial. El huevo poché ha sido de lo poco salvable, con un buen sabor y mezcla de texturas interesantes. La tarta de queso tampoco la recomiendo especialmente.
Excelente. Repetimos después de un año y sigue sin defraudarnos. Servicio de 10 y la comida no te defraudará. Huevos poche, callos, tomates confitados y un Tiramisu de 10.
En sitio y su decoración lo hacen muy acogedores. La atención desde que entras hasta que sales es excepcional, no te falta de nada. Nos atendió un camarero muy muy atento durante toda la cena, de las mejores atenciones que he recibido en una cena.
La comida muy rica y sabrosa, aunque sin descuento de El Tenedor algo cara quizá, pero todo riquísimo.
Especialmente recomendables el atún (por el arroz sobretodo, qué sabor!) y la lasaña de rabo de todo, exquisita!
Platos correctos, decoración agradable. Muy buen servicio. Con el tenedor al 50% se queda un precio muy muy bueno. No hubo ningún plato que me sorprendió, estaba todo bastante bien pero sin ser increíble
Hoy hemos ido a comer por primera y estoy segurísima que no será la última vez. Mi marido ha pedido lasaña de rabo de toro, un manjar increíble y yo, unos callos, que si no recuerdo mal, son los mejores que he comido nunca, y soy muy aficionada a ellos. Los postres, otro pedazo de cielo, tarta de queso y brownie. El personal estupendo y muy amable y el ambiente del local, muy acogedor. Un restaurante que recomendare seguro.
Me lo habían recomendado, pero aún así mucho mejor de lo que esperaba. Un restaurante grande y con mucho espacio, muy cómodo, el servicio muy amable y rápido y la comida francamente rica. La ensaladilla fina está realmente fina y muy rica, el arroz lo pedimos para dos, pero daba para tres personas, así que nos lo pusieron para llevar. Fuimos con una promoción del 30% de El tenedor y no hubo problema a la hora de pagar.
Un sitio genial, por chamberi. Muy bonito con una gran terraza fuera, gran variedad de platos con buenas cantidades. Camareros muy amables. Volveré sin dudarlo.
Nos ha gustado tanto el ambiente como la atención de los camareros. Los platos muy bien presentados. La relación calidad/precio es correcta. Repetiremos seguro.
A pesar de haber ido un sábado y habiendo poco personal, nos trataron de 10, fueron rápidos y atentos. Javi fue nuestro camarero y nos hizo disfrutar mucho de la cena. La comida buenísima y el sitio precioso. El tartar muy recomendable, la tarta de queso riquísima y nos quedamos con ganas del culant de chocolate blanco. No es barato pero tampoco caro. Buena calidad y buena atención.
Siempre está todo muy bien! He ido un par de veces y seguiremos volviendo seguro! A veces tiene descuento en Fork, lo que está muy bien por el precio. Platos creativos y ricos.
El restaurante está en una zona buena y tranquila, andando a 5´ de Gregorio Marañón y la Castellana. La atención es muy buena, tanto por parte de los camareros, como de los chefs. En cuanto a la comida, la calidad es inmejorable, cada bocado es una explosión de sabores y texturas. Además, cabe destacar que tienen la opción de pedir PAN SIN GLUTEN, algo a valorar positivamente. Recomiendo el costillar sobre base de puré y una reducción y la ensalada BURRATA, inmejorables.
Tienen platos muy originales. Aparentemente son combinaciones normales pero le saben dar un toque especial con su elaboración. El local esta muy bien. La terrazza es el típico espacio ganado a la calzada. Una acertada valla de caña te hace olvidar que a dos palmos pasan vehículos. El trato del camarero muy profesional y atento. La comida y el trato se definen con el nombre del establecimiento.
Espectacular. El arroz del señores exquisito. Hemos ido con reserva del tenedor -30%. Éramos dos personas. Pedimos un vino, una cerveza, los chipirones, los vais y arroz del señoret. Unos 62€ (con el descuento). Para repetir