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Es un local donde hacen todo tipo de crepes i pan tostado con diferentes rellenos. El local está bien pero la decoración es sencilla, el precio normal como una pizza
Recomiendo este restaurante es un lugar muy elegante y muy tranquilo, puedes disfrutar la tarde con tu familia, he ido la semana pasada por la tarde y la verdad que recibimos un buen servicio, la camarera muy maja y muy atenta, los creps estaban muy buenos. Recomiedo 100%
La crepe estaba muy sabrosa, la masa no estaba muy dulce de modo que no resulta empalagosa. La única que pega que estaba un poco fría al llegar, pero el sabor muy bueno y la atención destacable por parte del camarero.
Para mí placer y deleite personal, la creperia Ámsterdam es un lugar esquisto para poder tomar una copa u disfrutar de un ambiente cálido y plácido junto a tus amigos. Los servicios, junto a la comida preparada me parece digna de servir en el restaurante.
Destacar los crepes hay muchísima variedad de tipo salado y dulce, están especialmente buenos. Tiene un patio interior en el que el ambiente es agradable y tranquilo.
Restaurante acogedor con musica tranquila y ambiente muy relajante. Los postres estan muuuuy buenos pero las crepes saladas estan a la zaga de los postres. La nata montada es autentica nata, nada de chantilly. La iluminacion muy tenue crea una agradable sensacion de intimidad.
Local acogedor en el centro de Alcalá. El servicio es rápido y la comida está bien pero poco abundante para su precio. Mesas un poco pequeñas e incómodas.
Muy buenos los crepes dulces y a buen precio. Camarera amable y buen ambiente. Pedí crepe de crema catalana, manzana en trozos, canela y aparte pedí una bolita de helado.
Un sitio de referencia para mi de siempre. El personal muy amable y profesional. Si uno se quiere tomar un crepes de calidad tiene que venir a este lugar. Nosotros siempre lo pedimos con sangria de cava, buenísimo!
Hace mucho tiempo que lo conocía y ahora lo he vuelto a redescubrir. Es un sitio acogedor, cocina estupenda y trato excelente. Hasta hoy, cada vez que voy, tengo ganas de volver.
Estuve ayer merendando y pedimos unos creps que estaban muy buenos. El mío era de chocolate blanco y negro con helado, nunca los había probado de esta forma
La terracita muy acogedora, fresquita y muy bonita. Los crêpes, espectaculares, a destacar el de espinacas. El postre también muy bueno. La atención, muy profesional y buena. Pero lo que me terminó de enamorar de éste sitio, fue la MUSICA. Y si, lo pongo en mayúsculas porque era música de verdad, con un gusto exquisito. La pena que salía de adentro y no envolvía bien la cena. *Sugerencia: un par de altavoces discretitos fuera para que suene a un volumen que te acompañe en la cena.:)
Un sitio que después de muchos años sigue manteniendo el romanticismo. Ofrece una variedad de crepes dulces y salados con una carta sencilla. Buena calidad y buen ambiente tanto para cenar como para tomar una copa.
Porfin me he podido volver a pasar después de esta pandemia. El personal como siempre encantador. Por primera vez prove un crep salado y están también buenísimos. Espero volver pronto.
Me gusto mucho. Una buena relacion calidad-precio y algunos detalles que demuestran su interes por hacer las cosas bien, la unica pega es que no tengan ninguna opcion sin gluten (ni siquiera la cerveza).
El sitio es bastante agradable, y los camareros son muy amables, de verdad se interesan por el cliente, y si hay un error saben corregirlo o disculparse. Eso no se ve muy a menudo. Así que chapó! La decoración es bonita, con plantas, hay música de fondo en el interior, aunque en la parte exterior no se escucha. La comida está bien, está lograda, pero no son tampoco los crepes de tu vida. Podían ser más finos y notarse más ciertos ingredientes. Está bien, pero no puedo decir, en mi experiencia (sólo he ido una vez) que esté súper rico. Pero volvería por los camareros y el local en sí. Las copas están bien, de tamaño y sabor, aunque no sé qué valoración darían los que son más de alcohol que yo XD No me gustó el Mimosa que me pedí porque estaba más fuerte de lo que me esperaba. Pero el mojito de mi miga estaba muy rico. Así que depende.
Un trato exquisito y una educación por parte de su personal que hacen un sitio con un toque distinto al resto. Buena calidad precio.
Uno de los mejores sitio para desayunar en Alcala, tiene un patio muy amplio y donde se puede leer la prensa tomando un café. Para repetir siempre que se puede.
La atención del personal que nos atendió fue fatal: de mala gana, brusco en el accionar. Fuimos de noche, éramos 6, el martes. Las crepes estaban bien, la mia con helado de vainilla y chocolate.
Si eres visitante y has disfrutado de un paseo por el centro histórico y cultural, esta es tu parada. Tostas, crêpes, batidos, cafés, tés, buena cerveza. Lugar ideal para compartir experiencias o simplemente dejarse llevar por el ambiente. Para los de Alcalá no tengo nada que decir que ya no sepan. La crêperie de toda la vida donde hemos pasado momentos tan agradables.
Una pena que este restaurante no se haya enterado de que existe una enfermedad (covid) que se ha llevado a tantas personas por delante. Tiene una estupenda terraza cerrada y no siquiera abren la puerta para que corra un poco el aire. Por lo menos el personal es amable y eficiente.
* Tortitas pequeñas y gruesas pero que tampoco me parecieron nada del otro mundo
Esta crepería y cafetería es un veterano local de la restauración en Alcalá de Henares. Mantiene su decoración original qué es funcional y acogedora. Además es un local bastante amplio y a mí me gusta especialmente para tomar un aperitivo o una merienda con los amigos. Las camareras son muy jóvenes y también muy atentas y amables.
Sito emblemático en Alcalá, con gran tradición durante décadas por las crepes y sus empleados profesionales y un lugar sin duda para pasar una tarde o mediodía con amigos además de poder comer.que más se puede pedir a este local, que durante décadas continúa con su tradición inicial. Enhorabuena por muchos años.
Los crepes deliciosos y el sitio muy agradable, pero han tardado un montón en atendernos, más de una hora en servirnos y casi media hora en traer la cuenta.
Un sitio muy acogedor y tranquilo Los crepes tanto dulces como salados están riquísimos. Los camareros son muy amables y serviciales. Da gusto encontrarse sitios así
Lugar agradable para cenar tranquilamente. Especialidad en crepes salados o dulces, merece la pena leer detenidamente la carta, El crepe " enchilada", está muy buena si te gusta el picante, y si no pues puedes elegir entre una gran variedad. También tienen carta de cócteles y copas. Ambiente selecto en pleno centro de Alcalá de Henares.
Normalmente es un sitio tranquilo ideal para conversar o ir en pareja. También se puede cenar de forma romántica y tiene una terraza. Pero ya no es la crepería de antaño. Ha cambiado un poco desde que cambió de dueño. Antes me encantaba, ahora reconozco que no está mal.
Llevo muchos años viniendo, de hecho mis padres van desde que son jóvenes y este sitio estaba en otra zona. Las crepes están impresionantes y no es un sitio necesariamente caro. Yo que soy de buen comer siempre salgo satisfecho y habiendo gastado 25-35€ dos personas, dependiendo de si repetimos, compartimos. Tienen bastantes cócteles y los hacen muy bien, recomiendo la Caipiriña y la Caipiroska. Como puntos muy positivos destacaré la comida, la calidad, la música, el ambiente y la tranquilidad de la zona. Como puntos negativos el horario, que es un poco extraño para ser un bar, cerrando por ejemplo algunos días festivos y que necesita renovar las mesas y sillas. 4/5 estrellas
Un buen local para ir a tomarte un crepe ya que tienen en su carta una gran variedad de ellos, desde salados para cenar con un refresco o caña a dulces para tomar de postre o como merienda (con Nutella, mermelada, tres chocolates.) Tienen una terraza en la parte posterior del local, está cubierta, pero a día de hoy no tienen estufas colocadas por lo que hace que a partir de cierta hora no sea agradable por el frío estar en ellas, los baños se sitúan en el sótano bajando unas escaleras, por lo que son poco accesibles.
Bueno, el personal muy agradable y profesional, la unica pega que puedo poner es que reserve mesa para la terraza y cusndo llegue no tenia mesa y tuve q esperar despues de haber llamado dos veces para la reserva. Por lo demas muy bien. La comida un manjar
Muy aconsejable. Un sitio más que correcto donde tomar un café, en el día a día, o disfrutar de un rato de charla con amigos en el patio interior. Muy tranquilo.