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No se puede cobrar un tercio a 4,5€, menos en esa zona, y menos en un bar cutre. Punto. Es una ESTAFA y se aprovecha de que nadie se lo podría ni imaginar en el momento de pedirlo. Se te salen los ojos de orbita cuando ves el datáfono.
Es la primera vez que me veo obligada a escribir una reseña en Google. Resulta lamentable que la dueña de un bar al que podría sacar partido sea una persona tan inadecuada y maleducada. El trato que hemos recibido ha sido vergonzoso, se ha permitido insultarnos como clientes que hemos consumido. Además, contrata a personas extranjeras en situación de vulnerabilidad social teniendo una actitud de humillación hacia ellos, algo denunciable. No se debería permitir que un lugar siga abierto en estas condiciones. Ha sido repugnante la experiencia.
El Cricket es un bar desastroso, con una dueña antipática y pedante, el ambiente es triste y poco animado, no recomendaría su entrada a nadie.
La música es mala y estridente, los precios altos y desproporcionados, la atención al cliente es deficiente, un lugar que debería estar cerrado.
La dueña es arrogante y presumida, ignora a los clientes sin compasión, su actitud deja una sensación desagradable, y arruina cualquier intento de diversión.
En resumen, el Cricket es un desastre, un lugar que debe ser evitado, con una dueña antipática y poco amable, es mejor buscar otro sitio más adecuado.
El trato tan lamentable.tuvimos que pedirle mas de 3 veces a la chica unas miseras palomitas habiendo pedido varias copas. Tambien pedimos unnos perritos. 1 hora tardaron.al menos avisa. Imposible recomendar
Hola, un sitio muy agradable para tomarse una copa en la terraza ó dentro del bar, lo que no me gustó fue la diana de los dardos, para un sitio que se llama Cricket, pero por lo general es un buen sitio para refrescarse con un gin tonic.
Lugar perfecto para ir después de trabajar a tomar una cervecita o por la noche a tomar una copa. Han reformado el espacio lo han dejado muy agradable. Las camareras muy simpáticas y buen ambiente.
Bar para tomar una cervezas muy agradable y si te entra el hambre aprovecha y pidete los perritos que están de vicio. La dueña que creo recordar que se llama Flor es encantadora.
Una palabra: pesadilla, la dueña una tal flor, que tiene de flor lo que tengo yo de cura. Borde, quemada y prepotente, salí y pregunté al aparca que si esta tía era siempre así o es solo la crisis de los 50. Me dice que es siempre así y que nadie la. Quiere en el. Barrio. Un consejo, llama a chicote