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Una pesadilla para los vecinos. Desde que abrieron el local no han hecho más que crear problemas en un barrio que siempre había sido muy tranquilo y silencioso, con familias, niños y mayores. Ponen la música (por llamarlo de alguna manera porque sólo ponen la basura del reggaeton) a todo volúmen, peleas callejeras, coches a toda pastilla con la música a todo volúmen. Gente borracha gritando a las tantas de la madrugada. Botellones que deja las aceras llenas de vasos y botellas hasta el día siguiente. Coches mal aparcados encima de las aceras, en doble fila y en zonas prohibidas que no en pocas ocasiones han impedido el paso de los camiones del supermercado. En definitiva una lacra para el vecindario. Y lo más surrealista es que el local se lo han alquilado los de la urbanización de al lado que no han tenido ningún respeto ni consideración con los demás vecinos porque a ellos apenas les molesta. En definitiva, una lacra.
Está muy bien para tomar algo con amigos, tienen cachimbas, cockteles, copas. Tienen terraza cubierta para fumadores, y futbolín y billar! Los camareros súper simpáticos. Para salir a tomar algo por el escorial lo recomiendo 100 (sobre todo a gente joven)
Sitio agradable, con billar, futbolín, y los camareros muy atentos, solo falta música en la zona de billar aunque sea bajita, por lo demás buen sitio para tomar algo después del trabajo
Volví este viernes 11 de Noviembre y la experiencia ha ido a peor.
Estábamos una mesa de 8 y costaba que nos atendieran los camareros, cuando estaba el local poco concurrido, tanto que me tuve que acercar para que nos tomaran la comanda de la cena.
Una vez pedida la comanda, cuando llegaron los platos, la comida estaba templada tirando a fría, se lo debería haber comunicado al camarero en su momento.
Espero que mejoren para el futuro porque la última vez que fui nos atendieron bien y ahora ha bajado la calidad del servicio.
Buen lugar para pasar un tiempo con familiares o amigos, buena comida bien preparada pero poca cantidad en relación a otros establecimientos similares.
Resevamos dentro y nos dejaron fuera estuve hablando con la dueña y me dijo que si que había sitio dentro y que nos ponían dentro para luego dejarnos fuera
No hemos podido elegir mejor lugar para reencontrarnos en familia; la amplitud del espacio, la atención que hemos recibido y lo que hemos tomado ha sido maravilla. Muy disfrutado y muy recomendable si queréis pasar un buen rato con vuestra gente)
Nos atendieron tarde, no nos dieron cacahuetes con la cerveza (a las otras mesas sí) y encima nos cobraron otro pedido que no era el nuestro. La música estaba muy alta. Lo único bueno fue que nos dieron mesa a pesar de no haber reservado (era lo mínimo).