Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Siento decir que han empeorado. Tienen prisa por servirte. Ya no te cambian ni el tenedor. Ni que decir que si vas en coche el aparcacoches puede tardar más 15 min pue s lo aparca en la calle. Mal.vamos mal
Buena relación precio/ calidad. Muy buena atención por parte del personal de servicio. Sí algo negativo diría es que la mesa estaba muy junta a las dos de al lado.
Mala relación calidad precio. El marisco no sabía a nada y el pulpo duro. El precio híper caro. Peor que si hubiéramos comprado el marisco congelado en un supermercado, eso sí, a precio de oro.
Calidad, una carta más que interesante, simpatía y precios razonables hacen de este sitio un lugar recomendable para visitar y disfrutar de sus productos.
Fuimos a cenar, por recomendación del Cheff Agthuro, y la verdad es que nos ha encantado, no sólo por su decoración y sus colores que te llevan a ambientes marineros, sino también por el trato personal y profesional, te hacen sentir como en casa. Los productos fescos y exquisitos, espectaculares los camarones frescos, el pulpo a la brasa, las navajas de las Islas Cies.puedes elegir pescados y también tienen carta. No le pongo un 5 por dos motivos, el flan de queso no está mal, pero puede mejorar y porque en l terraza, a pesar de estar cubierta con lona, estamos en una epoca en que sería recomendable poner unos hongos o estufas. Repetiremos.
Gran descubrimiento. Restaurante enfocado a productos del mar. Relación calidad precio más que interesante. Muy buen servicio y ambiente acogedor. Repetiré
La calidad del marisco, y la preparación del mismo EXCELENTE. La gamba blanca a la plancha EXQUISITA. La atención, rápida. La relación precio calidad, un poco por encima. El sitio es muy agradable, sobre todo la terraza interior. Pero, en éste tiempo, no están preparados con estufas, o calefactores, y se pasa bastante frío. Lo cuál, no te hace disfrutar plenamente de la mariscada, porque estás congelado.
Restaurante escondido en el centro de pozuelo, fuimos cuatro amigos y cenamos de lujo! Camareros con mucho arte y que nos atendieron divinamente! Merece la pena pagarlo!
Estupendo género sitio acogedor el maitre estupendo las camareras regular y es muy feo y no corresponde a su categoría que no te cambien los cubiertos entre platos, te invitan a que te quedes con ellos y casi te tiran los platos para que tu lis coloques.
Restaurante maravilloso en general, el producto de una calidad brutal y el trato del personal inmejorable. Hemos ido 2 veces en una semana y con ganas de volver.
Lo descubrimos por unos amigos, cenamos con ellos un viernes y nos quedamos con ganas de repetir así que volvimos el sábado a comer! La calidad del marisco y el pescado es espectacular y el precio bastante adecuado para lo que comes, se nota que tienen pescaderías proias. Recomiendo las zamburiñas, las ostras, el pulpo a la brasa, las navajas, los chopitos (puntillitas) y los pescados (el mero estaba delicioso). Flojearon un poco (no por malos sino porque lo demás estaba excepcional) el ceviche de corvina, la gamba blanca a la plancha y la ensalada de tomate. El personal fue muy agradable y nos trataron fenomenal. Aunque no nos pilla cerca de casa volveremos seguro para seguir probando más cosas! 100% recomendable.
Los platos de 10, deliciosos, muy bien preparados y súper ricos. Muy buenos productos, todo fresco y bien tratado. Cuentan con una carta amplia y muy variada.
Otro 10 para el Chef y su equipo de Cocina.
El servicio un 10 también, súper amables, simpáticos, educados, rápidos y pendientes en todo momento de que no nos faltara nada. No se les escapa ni un detalle.
Encantad@s con el restaurante, siempre que vamos salimos super content@s.
No parece que te puedas encontrar un sitio así en la zona de Pozuelo en la que se encuentra. La parte que da a la calle ya tiene un toque pintoresco que llama la atención, parece que te trasportes a un restaurante en la playa con aspecto de zona de pescadores de la costa brava. El patio interior es grande con mucha sombra de un toldo grande en una mitad, y una gran parra.
Se está razonablemente fresco para comer en verano, pero cuando se tiene que disfrutar es por la noche de verano.
Con respecto a la comida, es un sitio meramente marinero donde lo que destaca es el pescado, con cualquier pescado o marisco que elijas aciertas.
Como siempre, la comida espectacular y el servicio, inmejorable. El patio es el.lugar ideal xra las reuniones familiares. Recomiendo especialmente las croquetas, boquerones y tartar de atún.
Espectacular, el local digamos que podria ser un chiringuito de playa elegante, peroooo, en Pozuelo, y con una materia prima del mar de una categoria excelente, y buen servicio. Bravo, repito seguro
Gran variedad de platos del mar, todos muy bien preparados y con buena relación calidad precio. Los postres buenísimos (recomiendo la tarta de chocolate y el flan de queso)
Todo de primera, muy simpáticos y te solutivos, se puede tomar raciones en la barra y en unas mesas altas, en el comedor es difícil poder sentarte, se tiene que reservar algún día antes, siempre está lleno, tienen aparcacoches.
Comida buena y bien cocinada. Es una pena que el servicio deje bastante que desear tanto en la atención de las mesas, como telefónicamente. De hecho, es una pena, porque me plantearía ir más a menudo si no fuera por este inconveniente.
Un espacio único en el centro de Pozuelo. Un pedazo del Cantábrico en Madrid. Merece la pena descubrir el sabor de cada plato. Atención eficiente, educada y sencilla. Gran sabor.
Teníamos muchas ganas de probarlo, pero nos ha decepcionado. El arroz es solo arroz, cebolla y pimiento con un langostino y un mejillón. La merluza de pincho a la romana es de lo más normalita. En resumen, un pastizal para lo q sirven. Y no hablemos del servicio, que ddja mucho que desear. No volvemos.
FANTASTICO! De los mejores restaurantes de Pozuelo y Madrid, la comida es muy variada y buenísima, sobre todo el marisco, pescados, carnales y postres, etc.no os perdáis las gambas de garrucha, las zamburiñas, croquetas de marisco, pescados, solomillo, tarta de chocolate, buenísimos vinos, la atención magnífica, el sitio muy bonito, cómodo, con terraza.y la calidad precio estupenda, no os lo perdáis!
La calidad es buena pero la atención es mala, la camarera de detrás de la barra es maleducada, poco simpática y desconoce de vinos. Nos pasaron por delante 5 personas y ahi seguíamos esperand a pesar de apuntarnos en una lista que despues nos dijeron que ya estábamos tachados como si ya estuviéramos sentados.en fin.un desastre. Parece que le sobran los clientes porque no los cuidan. Además el sitio es muy ruidoso y a los camareros se los ve muy estresados. No volveremos
Buena atencion aunque un poco sobria, a execpion de algun camarero, a mi peronalmente me gusta q empaticen e interactuen un poco mas conmigo pero bien, muy buena calidad en los productos y la cocina en general, estaba todo muy muy rico, algun plato un poco alto de precio pero seguro q volvere salvando esos dos puntos me a parecido muy buena experiencia.
Vergonzoso. Una tomadura de pelo. Lento. Después de casi una hora esperando nos cambien un plato de cocotxas con almejas por una sopa con 4 cocotxas con patatas! Nos lo plantan en la mesa tal cual. De camino la salsa derremandose hasta llegar a la mesa Todo un espectáculo bochornoso. El servicio horroroso. Indignante!
Mala atención además del género muy corriente.nos quejamos de una ensalada pasada y teniendo a la dueña al lado ni siquiera se molesto en acercarse a disculparse.no he vuelto mas
Suele no fallar pero hoy el servicio no hay sido bueno. Muy lento los primeros. Muchas espera entre el primero y loa segundos. Segundos mal ejecutados.
Muy bueno todo, aunque también muchísimo ruido, q se podría solucionar con alguna medida antiacústica. Si algún día se deciden a hacerlo, el sitio será perfecto.
Materia prima excelente y personal atento, solo he echado en falta la chimenea encendida, parece ser que los fines de semana la quitan para aprovechar más el espacio