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Pedimos el menu de sabado de 18.50 euros. La camarera sin muchas ganas, nos canto el menu. Los primeros correctos: guisantes con jamon y pimientos rellenos. La sorpresa vino con los segundos, pedimos bacalao a la marinera (no es lo habitual en el bacalao.), nos traen los platos y era 1 trozo de merluza y 4 rodajas pequeñas de patata. Le decimos que eso no era bacalao y en lugar de confirmarlo, va a la cocina y cuando regresa nos dice que la cocinera dice que si, aparte el plato frio. De postre flan sin sabor. No lo recomendamos para nada.
Mediocre. De principio a fin. La comida regular, bastante salada en general. Y de la textura de la tarta se queso ni hablamos. El camarero constantemente instando a pedir más, nos resultó muy incómodo. Bastante desorganización, ya que tuvimos que pedir la cuenta varias veces y el ambiente no tiene nada de especial, no lo recomendaríamos. Precios altos para la calidad de la comida.
Intenté tomarme una cerveza en la terraza, estaba con mi perro y el camarero dijo que a él no le gustaba los perros y que no podía quedarme pues no me atendería. Una lástima.
Es el mejor sitio del barrio. Nosotras llevamos años yendo y nos encantada todo. Sobre todo Román y Marta, los dueños, que son un amor. Nuestros platos favoritos son las bravas, las croquetas, las gambas al ajillo y el cachopo.
Suelo ir a cenar cuando termino de una buena sesión de cine, la verdad que una buena cerveza y fresquita estra de maravilla y la comida está bastante bien, los calamares muy ricos jajaja, es cómodo aunque se le puede mejorar a su estilo por supuesto, asi que una vez terminado un paseo y tan agustito a casa, muchas gracias
Estuve haciendo tiempo y entré porque no había nadie yestaba tranquilo. Lacerveza (caña de grifo) estaba insípida, no pusieron nada de tapa y el precio 2,80 €, excesivo para todo. Yo no volveré
El peor bar al que he ido en 7 años. Los torreznos de Soria que anuncian en la puerta con una foto nada tienen que ver con el tocino blando y frío que sirven. El cachopo está incomible. La atención por parte del encargado bastante lamentable. Sitio para no pasar ni al baño.
Le patron et l’accueil sont sympa, mais les plats sont inégaux. Les gambas à l’ail, p.ex, ne sont que des crevettes roses décongelées peinant à masquer leur insipidité bien que noyées dans une costaude sauce â l’ail. Certains plats sont copieux et suffisent pour deux personnes, le patron a la gentillesse de le dire (le chapoto)
Buen ambiente, trato excelente, rápido y muy atentos, comida muy rica, de gran calidad y buen precio! Todo un acierto, al lado de la plaza España, la relación calidad-precio muy buena, repetiré seguro cuando vuelva a Madrid!
Muy buena comida y buena atención por parte del personal, exceptuando por el encargado que es un falta de respeto, prepotente y carese de modales. Realizamos una pregunta ya que encontramos una diferencia en la factura que nos entregaron y vino el encargado de forma agresiva diciendo que habíamos consumido eso sin dejar hablar ni explicar nada. Al finalizar todo esto (que decidimos irnos por no tratar con esta persona) le dejamos propina al muchacho que nos atendió muy bien y el encargado en cuestión a tomado la propina y nos la ha tirado encima. Una falta de profesionalismo total por parte de esta persona.
Hay algo en este antiguo pub irlandés que lo hace único e irresistible. Tal vez toda su historia. Veintiún años de existencia y muchos cambios. Poco frecuentado, está especialmente indicado para los que huyen de las multitudes. Tranquilo a la hora del desayuno. Más animado desde el aperitivo a la hora del menú: un clásico casero por 12 euros. Atención a las especialidades hipercalóricas: cachopo y torreznos. Ñam! Después del cine es perfecto para un vinito relajado. El personal, amable y discreto. El público, mixto. Muy heterogéneo. Ojalá algún día recupere las actuaciones en directo. Yo soy muy fan.
El propietario muy desagradable y nos pusieron unas patatas de aperitivos rancias, pensábamos comer algo y se nos Quito las ganas. No creo que volvamos
Pues me parece que el dueño o el encargado es una persona muy grosera estaba cobrando 4 café de más y al momento de preguntar dijo que no había problema y zumbo ell dinero en la madera que tiene en la columna frente dónde el chico pide los pedidos de las mesas de resto el chico que nos atendió fue muy simpático pero recomiendo chequear las cuentas antes de pagar
Uno de los mejores sitios de barrios. En pleno centro, pero un local de barrio. Buenas tapas, raciones y platos principales. Un vino estupendo, gran variedad de cervezas y, sin duda, lo mejor es el servicio. Muy buena atención y rapidez para todas las comandas
Restaurante muy bueno para ir a comer el fin de semana en Madrid, está cerca de museos (Museo Cerralbo y el Templo de Debod), plaza España y Gran Vía. El menú de fin de semana esta muy bueno y variado. Tiene un cachopo espectacular. Buen servicio. Todo correcto, calidad y precio. Para compartir con familia y amigos.
Restaurante con terraza. Simplemente he tomado algo en ella. La atención por parte de una señora muy amable ha sido esquisita, pero hay un hombre, creo que propietario, que es muy desagradable. Solo volveré si no hay otra mesa libre por la zona. Espero valoren meter al señor en la barra y que la señora amable sea la que atienda a los clientes. Seguramente tendrían más clientes, porque suele estar siempre medio vacío.
Fui ayer por primera vez y salí encantada. Hacia tiempo que no veía una servicio tan bueno por parte de los camareros y, CUANTO SE AGRADECE. Solo fui a tomar una cerveza, pero pienso volver muchas más veces.
El sitio es perfecto para quedar con amigos. La atención es rápida, amable y los camareros son muy simpáticos (en especial marta). Se agradece sitios, que te facilitan las cosas y se preocupan por la atención al cliente, especialmente ahora con el covid.
El trato es horrible por parte del dueño del bar y muy caro para la calidad que ofrecen. No recomiendo ir para nada. Creo que la educación está ante todo y las faltas de respeto y malas formas nos hicieron irnos muy descontentos.
CAZADOS. Íbamos sin idea fija y los comentarios del que parecía el encargado sedujeron a mi esposa. Hay que decir que no se puede esperar excelencias de un menú de poco más de 10€, pero he comido mucho mejor en sitios de ese mismo nivel. Un salteado de acelga con agua en el plato y los trocitos de jamón durísimos tiene poca explicación. El resto, pasable. Poca parroquia el día en cuestión, pero no nos extrañó a toro pasado. Si pueden, busquen por la zona y saldrán ganando.
Pedimos menú, los raviolis al pesto sin sabor a nada, de segundo entrecot (carne dura y llena de nervios), y encima nos cobraron de más sin reconocer el error. Pagamos para no discutir pero no lo recomiendo ni volvería.
Es un lugar que nos encanta. La cerveza muy rica y bien tirada, las tapas deliciosas. Y cuando hemos ido a comer, el menú era muy rico. Calidad precio inmejorable y el personal es muy atento. Llevamos años yendo y no lo cambiamos!
Ce lieu fera parti d un des meilleurs de notre séjour. Où on ne vous prend pas pour un touriste. Une cuisine sans chichi, familiale et avec du goût. L accueil a su faire oublier l attente. Très belle découverte. Dommage que le Réal n est pas gagné ce soir
Las tapas y precios muy bien, las bravas genial y el trato del personal estupendo. La verdad es que muy bien, pedimos dos cervezas/ vinos cada uno mas tres raciones y las tapas que ponian ellos, 5 personas en total 55 euros.
Uno de los mejores locales del centro para tomar una cervezas, tapear y comer casero! La familia Mariscal te hace sentir como en tu casa, muy buena relación calidad precio estando en pleno centro de Madrid, muy recomendable
Uno de los clásicos que nunca falla, la familia Mariscal lleva este restaurante con excelente trato familiar y una cocina de mercado de calidad a un precio muy asequible, totalmente recomendsdo
Para tomar una cerveza si tienes mucha sed y no hay nada más abierto alrededor. Las bravas horribles, medio crudas (debe ser que las tenían a medio cocer y se les olvidó darles el punto de fritura), y la salsa era agua con pimentón, pelo incluido. No las devolvimos porque nos dio corte. Al dueño daba la impresión de que le molestaba todo, malos gestos cuando los clientes o el camarero le pedían cualquier cosa, un impresentable. Es un "pica guiris", hay sitios mucho más agradables con solo andar un poco.
Caro, atención seca y forzada, vacío siempre La atención del camarero Hugo, que acaba de dejar este bar, salvaba algunos defectos que ahora no se pueden justificar. Su atención profesional, cálida, agradable, hacía pasar a un segundo plano que el café sea de los mas caros del barrio, la tortilla de patatas deje mucho que desear, la bollería olvidable, etc. La persona que ahora atiende, no tiene en absoluto el carisma y simpatía de Hugo. Ahora veo que siempre parece estar vacío. Hay tantos bares en el barrio, que no tuve ninguna duda en ir a otros.