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Me recomendó el sitio un amigo para desayunos y genial. La camarera fue muy simpática y la tarta de zanahoria estaba buenísima volveré a por otro trocito seguro!
Muy decepcionante, bonito por dentro, bla carta bastante pobre, y sobre todo nos decepcionó el trato de uno de los camareros, para trabajar en un sitio donde van niños hay q saber tratarlos
El sitio es muy original y para niños pequeños llama mucho la atención. En la zona de barra las mesas y taburetes son muy altos, no lo recomiendo para niños muy pequeños y en la zona de mesas la ambientación es muy chula. Los empleados super atentos y amables. Nosotros fuimos con reserva en la zona de barra pero no estábamos cómodos con la peque. Estuvieron pendientes por si se producía una cancelación y nos consiguieron hacer hueco, que no les habría hecho falta la molestia porque había mucha gente preguntando. Para mí eso compensa que la bebida me resultó pelín cara. El sitio merece al menos una visita. Nosotros repetiremos.
La comida rica además muy bien servicio. Pero el ambiente con ruido, cierro es, que había grupos con niños pequeños y algún que otro adolescente que hablaba alto. Por lo demás genial
Un restaurante que teníamos ganas de conocer y que no ha cumplido nuestras expectativas. Decoración bonita, servicio regular quizás porque van saturados y comida para nada especial además de poca variedad.
Restaurante especial con ambiente cirquense.pareces estar dentro de una feria americana, servicio bueno a destacar camarero de padres vascos, comida buena y de calidad.muy recomendable.
El sitio es elegante, no demasiado amplio. La comida presenta algunas elaboraciones majas (falso risotto o guacamole) y otras más en la media (unas berenjenas un poco insípidas). Servicio algo lento aunque intenta esmerarse. Carta de vinos normal.
Espacio grande, bonito y alegre. Comimos bien, pedimos alcachofa, para thai de langostinos, cochinillo y bife de vaca con puré de calabaza! ; las raciones no son muy grandes, adecuado calidad-precio
Para el precio que tiene me esperaba mucho más. La comida es muy muy normalita, nos pedimos Hummus, ensaladilla, croquetas y huevos rotos con jamón ibérico, y la verdad que nada especial que destacar. Si que es verdad que la atención del personal es excelente.
Bien decorado y atención buena, pero pedimos 6 veces quitar la calefacción y nos dijeron que no se podía, por lo que cenamos sudando. Los platos no están mal pero caros para la calidad.
Lugar muy agradable, comida súper rica y platos bien de tamaño, es de destacar la amabilidad de los camareros y que dejen entrar con las mascotas, repetiremos
La comida muy bien. Muy poco tiempo para comer por la cantidad de reservas que tenían. El local muy cuidado y decorado con mucho gusto. Se necesita reserva. Ah, los fines de semana no hay menú del día.
El sitio esta bien pero cierta comida no estaba al nivel del precio ni del lugar, el servicio pesimo, han tardado mas de una hora en servirnos, si te dan pan, ojo! Te van cobrar por dos salsas que no has pedido mas el pan 23 €, pero el sitio estaba bien, aconsejable el tomahawk poco hecho pero sino os ponen la patata asada mejor.
La comida es bastante buena (aunque relación calidad- precio me parece caro) y los camareros atentos. Pero hay un detalle que ha empañado bastante la experiencia con respecto a la última vez que estuve: Cuando reservé ayer en la web, me enviaron un correo confirmando reserva de 13: 45 a 15: 45, sin embargo una vez allí, le dijeron a mi amiga, que llegó antes que yo, que nos teníamos que ir a las 15: 15. Y nos lo volvieron a recordar en los postres, ya que eran las 15: 00. Si hubiera sabido que teníamos que comer en media hora menos de lo previsto, posiblemente habría elegido otro lugar. Creo que es importante que sean claros con el cliente desde el primer momento. Es incómodo comer con prisas y que te digan que solo puedes elegir los postres que ya están listos para sacar porque no tienes tiempo de pedir uno que requiera mayor elaboración. Ese no es el Columpio que yo conocí. Entiendo que quieran aprovechar la alta demanda actual haciendo turnos, pero que sean explícitos en su duración desde el primer momento, para que el cliente pueda elegir si esa es la experiencia que quiere vivir o no. De momento, yo no repetiré.
Local muy bonito, buen servicio y buena comida (aunque la salsa que ponen al plato de níscalos que creo que es de pimientos no me convence). Traen una jeringuilla que se supone que es para meter el líquido dentro de la burrata y resulta que la sueltan en un cuenco? No entiendo muy bien. Anuncian que los viernes y sábados por la noche hay música a partir de las 21: 30 y es una verdad a medias. Empieza sobre las 22: 30, cantan dos canciones LITERAL y vuelven a la media hora a por otras 2. Te vienes arriba y te cortan el rollo.
Pedimos unas croquetas, níscalos con jamón y huevo, lasaña y tarta de queso: 64€
Impresionante. Todo riquísimo. El único pero el camarero. Estaba esperando delante para quitar el plato de burrata cuando el creyó oportuno, sin preguntar, le dijimos q no y nos pareció feone incómodo. El resto perfecto ¡!
Un sitio muy bonito y acogedor, con ambiente agradable y música en vivo. Los camareros atentos y la comida muy rica aunque las raciones no sean abundantes. De precio algo caro, por la zona es lo normal.
Este restaurante ya no pertenece a los mismos dueños. De hecho, se llama El Columpio de Luis. Han cambiado la carta. Comida normal, de calidad muy justa y a precio muy elevado. En cuando a la bebida, 5,5€ un doble de cerveza Águila.
Lugar muy bonito, buen servicio y la comida no tengo palabras. La atención hacia los animales muy buena me sentí cómoda, será porque también tengo un perro educado. El precio yo lo dejaría para situaciones especiales será por la zona pero me parece un poquito caro. Pero de todas maneras lo recomiendo 100%
Buena experiencia en el interior del restaurante, con buena comida y buena relación calidad precio, espacio correcto entre mesas y muy acogedores con mi perro (le trajeron agua en un recipiente) Decoración acogedora y en nuestro caso teníamos vistas a un patio interior muy agradable.
Poca atención con el cliente. Pedí que mis platos fueran sin sal y todo vino con ello. El salmón, que en la carta se dice acompañado de verdura, tratase simplemente de pimientos. La verdad que la experiencia no invita a volver. Un pelín caro para el servicio que ofrecen.
Restaurante cerca del metro Alonso Martínez, muy bien situado. La comida estaba muy rica, el precio adecuado para la zona, es decir, no fue barato pero tampoco carísimo. La distancia entre los comensales era la correcta. Hubo música en directo y tras comer, tomamos unas copas. El ambiente fue muy bueno. Repito sin duda.
Estuvimos en este sitio porque leímos, que es dog friendly (y, aunque parezca mentira, en Madrid no hay muchos sitios así), y la experiencia fue genial. Desde el trato de su personal, como el detalle del agua para los perros y darnos una mesa tranquila, y la calidad de su comida. Sin duda es uno de nuestros sitios repetibles. Y, seguramente, pronto?
Lamentablemente, ya no es lo que era: ( 5€ por una copa de vino blanco de una botella que vale 15€ en El Corte Inglés. El aperitivo te lo cobran, 5€ también por 2 panecillos con un poco de ali oli. Las raciones son más escasas y el servicio un poco agobiante. Una pena.
5€ por una copa de vino? Repito, 5€ por una copa de vino?
El Columpio era uno de mis favoritos, pero las últimas veces que he ido ha perdido bastante:
- Servicio de mesa y pan, te ponen 1 panecillo por persona y han cambiado la mantequilla (su marca) por alioli. Por supuesto te lo cobran y si pides más pan, pues uno más. - Agua, antes te ponían sin pedirlo una botella de agua y sin cobrar. Ahora la cobran. Es agua. Es de todos, al menos avisad de este detalle. - Servicio de camareros, si quiero otra copa de vino ya la pediré, no hace falta que me atosigues cada vez que pasas por la mesa. - Hablando de vino, 5€ una copa? Se os está subiendo a la cabeza. - Carta de comida, sigue manteniéndose en platos ricos, aunque el precio ha subido un pelín.
Antes la media por persona, con postre y varias bebidas solía ser unos 30€, ahora está en 45€.
Comida muy mediocre, pedimos alcachofas y brochetas de langostinos, poca cantidad y calidad sin más por 15euros el plato. Sí recomendamos la tarta de queso, muy buena
Muuuy satisfecha, solo por lo bien que nos trataron los camareros repetiría, Además la comida muuuy rica y muy agradable y bonito, el precio es asequible, no es barato, pero relación calidad precio está muy bien.
Estuve comiendo el pasado domingo con tres amigas y nos decepcionó bastante. Previamente había ido hace años a comer y otras veces a merendar y no lo recordaba así. Pedimos para compartir un hummus que estaba soso y resultaba poco natural y unas gyozas de pollo que podrían ser de La Sirena o similar. Después cada una se pidió un plato, yo en concreto me pedí una entraña con patatas (creo que congeladas) que vinieron frías junto con la carne también fría e insulsa y con exceso de salsa por todas las patatas. Pagué 36€ y lo mejor fue lo que bebí: dos cervezas y un gin tonic después de comer. Sitio caro para la oferta que tienen.
Le pongo dos estrellas porque es sitio es muy cuqui y el ambiente muy agradable. La comida muy normalita, pero es un sitio caro. Nos cobraron la botella de agua grande a 1,50€ que era agua del grifo filtrada, y a 1,80€ la ración de pan.resumen: 34€ por cabeza en un grupo de 6 y la sensación de haber pagado un precio muy alto por poca calidad. No volveremos.
Pésimo. Fuimos 12 personas y todos salimos decepcionados. El hummus no sabía a nada, el guacamole incomible de lo ácido que estaba. La pizza de setas y trufa era básicamente masa de pizza y queso. No sé donde estaban las setas. Lo único que se salvaban las croquetas de los 8 platos que pedimos. Cero recomendable.
Muy rico todo. El cubo gigante de mantequilla es un puntazo. No tienen menu diario pero se come sin problemas por unos 20 euros. Muy bonito el restaurante y bien gestionado.
Lugar bonito, agradable y con encanto. Las raciones son grandes y los platos originales.
Sin embargo, un detalle que no me gusto, fue que el tarro de mantequilla venía directo de otra mesa y el hecho de que nos cobraran 1,80€/persona por el pan. Además de que el Risotto estaba bastante frio y no lo pude terminar.
El columpio es un restaurante muy bien decorado. En lo referente al trato al cliente un 10, buenos profesionales y gran servicio. Lo que falla es el precio, me parece que los platos ponen "lo justo", no me hubiese importado comer más por ese precio. Eso sí, la comida rica, rica. El cubo con mantequilla me hizo gracia, pero me dio un poco de asquito porque eso de usar la misma mantequilla que 100 personas antes como que no.
Qué sitio más chulo. La comida estuvo muy buena y los precios están muy bien, no es nada caro. A destacar el pan con mantequilla que ponen al principio: es un cubo entero con mantequilla: D genial. La comida es una mezcla de española tradicional con japonesa, mejicana. Super original.
Gran espacio de comidas; en la entrada una barra, con una mesa rectangular larga y sillas altas para picar algo o drinks.al entrar dos salones grandes con mesas (más para grupos y/o familias). Ambiente alegre y relajado para ir con amigos y familia.productos frescos y buena calidad.buena y original presentación de los platos. La comida está bien.los camareros y bartender amables €-€€
Está bien, en la línea de muchos de los restaurantes nuevos que han abierto en los últimos años en Madrid. Carta corta, con platos comunes. Nada espectacular, pero sí bastante decente.
El restaurant es súper bonito, puesto con muy buen gusto. Según nos sentamos y pedimos las bebidas nos trajeron un bote grande lleno de mantequilla y varios cuchillos. La mantequilla era artesanal y estaba realmente buena, lo malo es que el poco tiempo nos lo quitaron.entre varios platos que pedimos el que más me gustó fue uno de berenjenas con miel. La comida en general muy buena el punto negativo es que los camareros eran un poco secos. Una lástima porque el sitio vale la pena conocerlo.
Cobran por servir agua de grifo. Comida escasa y mediocre para el precio que tiene. La carne todavía tiene un pase. Los panecillos eran de hace dos días y si te toca comer en la mesa con sofa no llegas al plato.
El servicio un poco despistado y escaso. Tuvimos que pedir las cosas varias veces. La comida muy buena y el tamaño de las raciones también muy bien. El postre me gustó algo menos, no parecía casero como decía en la carta, pero eso es cuestión de gustos.
Un bonito restaurante con buena comida y servicio, no te pierdas el columpio de madera del interior. Puntos a favor: comida, servicio y entorno Puntos en contra: no es nada del otro mundo (si es lo único malo que se puede decir es que está muy bien)
En relación calidad precio, quizá sea un pelín caro. Sin embargo el sabor de sus platos es excelente y es uno de los pocos restaurantes que quedan que te sirven mantequilla para el pan como aperitivo! Merece la pena probarlo y degustar su carta.