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Restaurante que está bastante bien, buena calidad de sus productos y con un precio razonable, lugar bastante biene y agradable y destacar a los camareros que son muy rápidos y amables con una buena atención y es un buen lugar para repetir. Recomendado
Siempre ha sido un sitio mítico en los molinos, llevaba tiempo sin ir y fatal, trato pésimo por parte de los camareros. La comida muy mal nos hemos tirado toda la noche malos del estómago. Pedimos sepia a la plancha y yo sufro intolerancia al gluten y debido a ello vomitos y mal estar. Cuando se cocina la plancha hay que limpiarla porque pueden pasar estas cosas. Lamentándolo mucho no volveré ni siquiera a tomar café
La comida estaba muy buena y el trato bastante bien. La única pega es que pasaron unos 20 minutos entre que trajeron unos primeros a unos comensales y el resto de primeros. Luego también bastante rato entre los primeros y los segundos.
Puede que fuera un mal día, no lo sé, después de esperar una hora nos trajeron cazón incomible, gordo y crudo, después de media hora, porque fuimos a protestar nos trajeron las demás raciones, chopitos con un rebozado que nunca lo he visto, oreja en trozos enormes, nos pidieron disculpas, lo siento por los camareros la
Lo siento por los camareros que al final son los que dan la cara. Más de 1 hora de espera para recibir un cazón como pelotas de tenis y crudo, después de quejarnos y tras otra media hora esperando.patatas bañadas en aceite y chopitos con un rebozado que parecía cemento. De las peores comidas de mi vida, con hambre de vuelta para casa.
Los chopitos excelentes, el resto no lo probamos, pero tenía muy buena pinta. Podrían mejorar un poco el trato al cliente, ni un buenos días, ni un gracias, que no está obligado a ser majo, oye, pero que esas cosas hacen la consumición más agradable, pues también.
Para mi este restaurante ha ido perdiendo con los años.es una pena porque cuando nos vinimos a vivir a este barrio éramos clientes habituales, pero cada vez nos fuimos desencantando más con ciertas cosas como de repente ponerte un día el mismo plato que habíamos pedido otras veces pero con champiñones de bote, o pedir una tostada con tomate y ponértela con tomate triturado de tarrina.por no hablar del trato, antes había un chico por las mañanas que era maravilloso, desde que se fue ha perdido bastante. La última vez que fuimos por la tarde nos atendió un camarero desganado y borde, y ya no hemos vuelto.
Pedimos y nos trajeron la comida tres cuartos de hora después, y no es la primera ni segunda vez, si no tienen gente de sobra deberían contratar, las mesas de al lado tenían la misma queja. Decir que por las molestias nos invitaron al café, pero deberían valorarlo. Creo que se acabó la credibilidad ya. Al menos en la terraza se estaba agusto, pero por mucha buena intención y amabilidad que pudiesen los chavales, un desastre
Martes a las 21.00h, fui con unos amigos y mi pareja. La verdad es que no tardaron en atendernos para la gente que había. El tinto de verano era zumo de limón manchado y solo nos sirvieron aperitivo en la primera ronda. Le pedimos que nos asegurasen si la oreja, las braviolis y la sartén de huevos con morcilla tenía gluten antes de servirlo y cuando nos dijeron que solo podíamos pedir ensaladas, al minuto querían servirnos los platos cuando le dijimos que nos lo asegurasen primero. En fin, pagamos las rondas y nos fuimos sin cenar. No volveremos.
Toda una institución en el barrio getafense de Los Molinos. Restaurante perfecto para una velada familiar o una sesión de refrescos/cañas con amigos. Casi siempre animado, pero sin ser un local populoso. Buena carta de raciones, con algunas de primera clase (los croquetones, el bienmesabe, la parrillada de verduras, los calamares, y especialmente un pulpo delicioso.) y otras quizás un tanto empalagosas (unas berenjenas a la miel con más miel que berenjenas). A propósito de los platos individuales, dan la talla, aunque si hablamos del menú del día, la calidad es variable. Por poner un ejemplo, las lentejas no cuentan con demasiadas legumbres en la sopa y solo las aconsejaría a los acérrimos del tocino. No obstante, el tapeo muy decente, de los que nunca fallan, ¡y tiene un personal amabilísimo!
Ni nos hemos terminado la consumición. No nos han puesto tapa y los camareros con la mascarilla por la barbilla (exceptuando el de la barra que sí la tenía bien puesta). Contándose batallitas de fin de semana contra la policia los que iban sin mascarilla dentro del local. No volveremos jamás.
Se come tirando a bien, pero la terraza tardan mas que la obra del Escorial. El dueño se pasea por alli y aunque lleves 30minutos esperando el ve la vida pasar.
Servicio malo. Te hacen hacer cola y para nada, los camareros te chulean para colar a quien quieren. Hay un montón De bares cerca a los que ir y que no se ríen en tu cara.
Después de esperar media hora para sentarnos en la terraza el camarero coló a un amigo y su pareja que llegaron después. Reclamamos al camarero y se inventó que estaba reservada, y fuerte abrazo y risas con su amigo. Hasta su amigo tuvo vergüenza de la situación y nos dijo que nos sentáramos nosotros, que él acababa de llegar. Ya se encargó el camarero de sentarlo y darnos la espalda. Por supuesto nos fuimos.
Comimos un menú de fin de semana a un precio de 18€. Para el precio, la comida era más bien normalita. La bechamel de brik era muy evidente. La atención es buena eso sí. Son bastante agradables
Buen sitio para comer sobre todo si no vas con prisas porque la cocina va un poco lenta, el servicio de camareros es bueno son muy atentos. El local bastante nuevo y muy bien decorado, estilo andaluz. Tienen menú findes a 16 euros y entre semana a 9 euros. La carta tiene un poco de todo con precios asequibles entorno a 12 euros el plato. Las cantidades muy abundantes cada plato mínimo para dos personas y con buena presentación. Tiene terraza exterior y acceso para minusválidos. Fácil aparcamiento.
Soy de Cádiz (vamos, un CaiMan), y es una alegria encontrar semejante rinconcito andaluz, que se conjura decoración e servicio con un regusto tan acertado: La Caleta, Comparsas. Muchas gracias por este rinconcito.
Raciones buenas y de calidad. El trato de la jefa un poco brusco con los camareros y clientes. Han cambiado la carta de un día para otro subiendo considerablemente los precios.
Si vas de tapas, con cada bebida te ponen una bastante generosa, aunque no muy elaborada. Los platos de comida son gigantes. Pedimos dos hamburguesas y con una hubiésemos comido mi mujer y yo. Precio fuertecito.
Llegué sobre las 22h y me dijeron que el bar cerraba a las 24h, pedí una consumición y los 20 min me dieron la cuenta porque cerraban, unos camareros estúpidos, poniendo malas caras y echándonos del bar sin explicación ninguna, es más, ibamos a cenar pero según pedimos las consumiciónes nos dijeron que ya habían cerrado la cocina, me parece alucinante que te sientes porque te digan una cosa y luego al instante hagan otra. Penoso
Le di ya dos oportunidades y no voy más en plan de raciones, alguna cerveza si, patatas mal hechas (congeladas y frías) oreja refrita la cocina necesita una supervisión de verdad y la sal ni os cuento, servicio atentos y amables pero el cocinero que se lo haga mirar de verdad y si no que se vaya a un curso y cuide a los comensales como es debido, (las críticas constructivas evolucionan el saber del humano por eso mejoramos o lo intentamos), moraleja no lo recomiendo para comer si para alguna cerveza.
Buen sitio para unas cervezas y picar algo, las raciones son grandes y también tienen menú para comidas, al menos el menú de fin de semana está bastante bien.
Buen sitio para pasar un rato agradable. Coner, cenar, tomar unas cervezas, unas copas, etc. Muy buena atención por parte del personal y sobre todo ambiente tranquilo y agradable.
Tartas y bizcochos expuestos sobre vitrina al aire libre en zona de servidumbre de barra (ufff). Bandejas de embutidos para tapas donde se mezclan distintos tipos con queso (las sobras de otras tapas te las mezclo aquí todas juntitas y ya las apañaré). El local no está mal, pero si pasas allí por casualidad. Para ir aposta ya es otro cuestión
Muy bien decorado, buen café, y el único local del barrio donde el personal es agradable ideal para pasar un buen rato. A mejorar la calidad de la comida. Gay-friendly
Buen sitio para comer unas raciones con una cerveza o refresco. La terraza en invierno es peor porque da la sombra y hace frío, pero en verano es un lujo.
El sitio es el unico decente en el barrio de los Molinos de Getafe, pero la comida es muy mejorable.la sepia dura, y el bienmesabe normalmente está salado.el personal eso si atento y servicial
Buena cerveza y con buenos aperitivos. Lo único malo es que estábamos sentados en una mesa un poco escondida de la barra y nos teníamos que levantar a pedir cada dos por tres, ya que los camareros no estaban muy atentos.
Servicio lento, la comida normalita, hoy había mucho jaleo y a lo mejor es eso, quiero puntualizar que el trato tanto del dueño como de los muchachos fue muy correcto
Le pongo una estrella y con mucha pena. Es un sitio que siempr me ha gustado mucho y por momentos he tenido la sensación de que podría ser mi bar de siempre pero las últimas veces la atención ha sido tan mala, tan fria, falta tanta organización. Una pena. Y para comer de tapeo te puedes ir a cualquier lado.una pena chicos