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Es un sitio que me encanta para tomar café. Voy todos los días. La chica que está por las tarde, Jimena, es muy dispuesta y agradable. Recomendable sin duda.
El mejor horno de Madrid. Siempre que quiero desayunar fuera intento venir a este Horno, aunque viva casi en la otra punta de la ciudad. Los desayunos están genial y las instalaciones super cuidadas, pero lo mejor de este sitio es su personal. Bea, la encargada y Jimena son estupendas, siempre te atienden con una sonrisa y son super rápidas y profesionales. Es un gusto venir aquí por ellas.
Es increíble la falta de cuidado y mimo que tienen. El café con posos, se volcó entero y nos cambian la taza pero el plato, no. Venimos a probar el sitio pero no volveremos. Una pena, acabamos de venir de Hungria y allí el servicio es IMPECABLE en TODAS las cafeterías, hasta las servilletas son diferentes en cada confiteria, aquí todo a mamporrazos y siempre lo mas barato. Tremendo!
Siempre voy a comprar café, bocadillos, desayuno etc. Son una cafetería más cara que otros sitios y deberían mejorar en el personal ya que algunas chicas son bordes y algunas muy distraídas. Hoy pedí un café normal y me dieron un XL y malísimo porque estaba frío (no tuve tiempo de cambiarlo porque tendría que volver al trabajo)
Fuimos el domingo por la mañana (13: 00) y estuvimos una hora aproximadamente
Pedimos café con leche, colacao, napolitana grande de chocolate, mini croissants y mini palmeritas.
El café gama media, nada destacable. Bien servido pero producto estándar.
La napolitana es (o parece) industrial. Masa algo dura y gran cantidad de chocolate pero alejada de la bollería tradicional hecha a mano. No está mal pero tampoco llama la atención.
El colacao viene en un vaso largo de tubo con una cucharilla larga. Todo correcto.
En cuánto a los mini croissants y mini palmeritas similar a la napolitana (aunque algo mejores). Lo mejor las mini palmeritas aunque realmente es fácil encontrar algo mejor por la zona.
El servicio atiende con relativa rapidez y es amable. También sirve rápido. Nos dieron un par de vasos de agua y unas cuantas servilletas.
El local es prácticamente lo mejor. Grandes cristaleras, sillas cómodas y un local limpio y con mucha luz (además de grande). Tiene una planta baja y alguna zona que salta a la vista con algo de decoración.
En definitiva otra franquicia tipo cafetería con un local bonito y grande en una buena zona de Madrid.
Una calidad bastante mejorable de producto y la relación calidad precio lo mismo. Los hay más caros pero también con bastante mejor calidad o productos caseros (o que se asemejan a ellos en cuánto a textura y sabor)
Por mi parte, no lo recomendaría. No está mal pero claramente hay mejores opciones por la zona.
Hemos venido en familia a tomar un café y la chica que estaba nos ha tratado con indiferencia. Hemos pedido café con leche y nos han traído leche con un poco de café. No nos han puesto cuchara, hemos pedido un café con hielo y directamente ha puesto el café con el hielo. La trabajadora está los domingos por la tarde, recomiendo no venir si está ella atendiendo y si no quieres terminar con todo los cafés mal hechos. Tampoco nos ha mostrado ni preguntado la leche que echaba al café. Además, la calidad de la comida es lamentable para el precio que es.
Es un lugar que me encanta. Destacar la ensalada césar, pero quisiera saber el motivo por el que han retirado el pan tostado (espectacular) que llevaba dicha ensalada, como crítica constructiva y pedir que lo incluyan de nuevo.
Pastelería, bollería buenísima, las ensaimadas rellenas de cabello de Angel, los croissant, todo riquísmo y el roscón de reyes, buen café, todo para repetir, también hay ensaladas, sándwiches, para llevar o comer en el local,
El sitio está bien, pero la atención es insuperable. Lucia, a pesar de estar sola para todo el local, nos atendió de maravilla y nos hizo sentirnos como en casa, un 10
Es la primera vez y la última que voy a desayunar aquí.
Pedimos dos bollos, un rosconcito de Reyes y una especie de torta con crema en espiral (que llaman ensaimada y no lo es). El roscón claramente duro, de hace un par de días, y la torta de crema insulsa y de poca calidad.
Con dos cafés ha costado ocho euros y pico.
Es autoservicio, y al ir os a sentar las dos primeras mesas en que íbamos a hacerlo estaban sucias. Supongo que las dos chicas que estaban no tendrían la culpa porque no estaban paradas.
Cuando te esté atiendo una persona en cafetería tan grande tu piensas que es de risa pero luego tu puedes tomar tranquilo tu café con bollería durante minutas o horas sin ninguna prisa.
No puedo creer que una trabajo trate tan mal a los clientes, no volveré y contaré mi experiencia a mis amistades, por sierto se llama Lucía la chica que me atendió, espero se tome medidas sobre este mala atención a los clientes
3.40 por in mini bocatin de jamón.se han pasado un poco. El sitio esta bien y en la zona no hay mucha competencia. Cerca de los juzgados. Tiene cafe para llevar. Eso es cómodo
Cafetería con pretensiones pero muy decepcionante: muy caro, producto de baja calidad e industrial, local con muchísimo ruido y bastante sucio. Nada recomendable.
El local es muy bonito, elegante, el personal agradable, pedí un café con leche caliente XL y barrita de cereales por 3,45€. El café no estaba excesivamente caliente pero no recuerdo si lo pedí muy caliente, la barrita buenísima. No pongo cinco estrellas porque no vi precios los precios puestos. Suele ser así en sitios exclusivos pero considero que deben estar expuestos y que el cliente pueda decidir.
Atención correcta. La tarta de caramelo que pedimos estaba sequísima, mejoraba mojándola en el café. El café está rico. El establecimiento es amplio y tiene vidrieras. Tienes que pedir en la barra.
Magnífico sitio para tomar café y repostería de calidad a precios muy asequibles. Además el servicio es muy amable y profesional. De lo mejor de la calle Orense.
No se puede tener un establecimiento abierto al público sin agua, no sólo en los baños sino también para fregar. En los tiempos q vivimos no se puede lavar las tazas con gel hidroalcolico
El sitio es muy chulo, un estilo clásico. El producto es bueno. No es barato. No sirven a mesa. Las dependientas hablan en tono un poco elevado, contaminando el ambiente.