El rincón de Nayara

Pongo una estrella porque cuando sirven y no se equivocan la comida esta relativamente bien. Sin embargo no merece la pena. Trato pésimo. La camarera se equivoca con el pedido y te trata mal.te ignora si llega mucha gente. No volveremos y eso que vivimos en Daganzo y relativamente cerca. NO LO RECOMIENDO

Solo he ido a desayunar un par de veces, buen trato las dos, tanto en la terraza como dentro se está muy agusto

Ricas raciones, bocadillos, tostas, etc
Buen servicio, mesas en interior y exterior, aseos limpios.
Trato con educación y respeto.

El servicio de la camarera es pésimo, te habla mal, te pone malas caras de una manera muy desagradable nos echó del local porque ‘ tenía que cerrar’ cuando todavía tenía gente en la barra.
Su servicio es siempre el mismo, no porque tenga un mal día.
Nos obligó a pagar en efectivo porque no le funcionaba el datáfono diciendo ‘ esto es lo que hay ‘
Le pedimos 2 tercios, nos puso tres, le dijimos que se había equivocado y al final nos lo tuvimos que beber y pagar porque ‘ era culpa nuestra’.
Pésimo servicio por su parte.

Estuvimos en familia celebrando el día del padre, pedimos unas raciones y la camarera, por decir algo, derramo el aceite de una de las raciones sobre la camisa de uno de los comensales. Su reacción al decirle lo que había pasado fue un " perdón" por compromiso y pasar del tema. No volvió a hacer absolutamente nada por solucionar el incidente que había provocado. Si ya es negligente poner una ración aceitosa en un plato de pizarra sin bordes, peor es la catitud pasiva de la camarera al respecto. Una falta de profesionalidad alarmante en un sitio que demostró ser un "quiero y no puedo" sin duda fue nuestra última visita a este lugar nada recomendable.

Sólo he entrado a tomar un café. No puedo decir nada ni a favor ni en contra. Está limpio y la atención es buena.

Hemos ido a cenar y pedimos calamares y croquetas y todo buenísimo. Hacía tiempo que no me comía unos calamares tan ricos, blanquitos y sin aceite rebosando. Y que decir de la atención. De 10. Mil gracias por todo chicas aquí tenéis unos clientes q van a ser habituales

¡Alerta turra!

Conozco el sitio desde hace tiempo y bueno, a nivel literario decir que Los Alcaldes de Daganzo fue una de las obras del autor paisano de Alcalá y conocido mundialmente, Miguel de Cervantes Saabedra.
Él bregó y se las vio y deseo para tener tanta fama como Lope de Vega como dramaturgo y dejó estos parajes sin saber hasta donde llegaría su fama como creador de la novela contemporánea e intentando, desafortunadamente, que sus escritos, poco acordes con su época, llenaran teatros y le dieran dinero y reconocimiento. Uno de sus guiones versaba sobre estos parajes.

A nivel de localización, Daganzo, en la submeseta central sur, no muy lejos de la ciudad de las letras, estamos ante una zona con bares o restaurantes como El Rincón de Nayara, donde tener, además del continuo ruido de coches por los mares asfálticos, otros más naturales como cánticos de pajarillos en un parque infantil cercano y ese ambiente de pueblo relativamente grande que es Daganzo de Arriba.

En lo que a atención se refiere, un diez con dos sobre diez, jeje. Incluso habiendo sido traspasado o dejado a otros profesionales a cargo siguen teniendo a mi gusto, la mejor relación calidad precio de este lado del Torote. Sin olvidar otros lugares también dignos de visita.

Siempre hay un trato genial, pese a que pueda parecer que tardan en atender. El lugar, aunque no tiene parking, tiene grandes posibilidades y cerca, no muy lejos, hay uno de esos pilones o abrevaderos donde hace tres siglos y un poco más, el ganado paraba a beber. Por aquí las gentes llenaban sus odres o cántaras de rica agua del lugar. Es junto al templo y poco más, un legado mas de antaño.
En una de sus piedras, sobre la que caen los chorros de los caños, está en números datada la supuesta fecha de construcción. En días primaverales o de principios del otoño, hay desde peces o palomas y hasta las típicas abejas e insectos voladores.
En Daganzo:
cuando arrecia el frío o el calor que aploma la vida, tampoco deja de tener su aquel que, tal como parece que vinieron dadas en la sequía estival del 2022, que fluyan, pese a todo, chorros de la fuente mas emblemática de la localidad.

El otro Daganzo, por lógica, tenía que estar en un término medio entre donde estamos y Alcalá. Yo creo que donde puede ubicarse hoy día uno de sus polígonos. Quien sabe. Cercano al rio que verterá sus aguas en el Henares como subafluente del Tajo.

"La leyenda del otro Daganzo, según oí a paisanos contar, dice que había tanta construcción de madera que, "se lo comieron las termitas"
Que cosas.

Resumo: muy bonito y muy rico todo

Me e encontrado agusto, a alguna camarera le falta experiencia, pero lo supera con su simpatía, para mí eso cuenta mucho

Baja atencion, no ponen tapa con la consumicion
Camareras no están atentas al cliente.

Perfecto para tomar algo y comer. La atención es muy buena por parte de los camarer@s. El café es muy bueno. Buen sitio, recomendable.

Me gusta mucho la opción de bebida y tapa por 2.60. Con un par de refrescos y sus tapas te vas cenado. Tiene una variedad muy grande. Desde cocas con diferentes cosas, rapidez, bocadillos, huevos co gulas o jamón. Tiene unas poquitas mesas en la terraza y otras dentro.

Conoczco el sitio desde hace tiempo y bueno, a nivel literario decir que Los Alcaldes de Daganzo fue una de las obras del autor.

A nivel de localización en la meseta central no muy lejos de Alcalá, está genial contar con sitios así donde tener, además del pequeño nado de coches por los ríos asfálticos, cánticos de pajarillos.

En lo que a atención se refiere, un diez con dos sobre diez, jeje.
Siempre hay un trato genial, el lugar, aunque no tiene parking, tiene grandes posibilidades y cerca, no muy lejos, hay uno de esos pilones o abrevaderos donde hace tres siglos y un poco más, el ganado paraba a abrevar. En una de las piedras sobre la que caen los chorros de los caños, está en números romanos datado o mal datado, dependiendo de la interpretación, el año de la construcción.

La leyenda, según oí a gente contar dice que había dos Daganzos pero el de abajo, puede que sea parte del de arriba o esté en algún polígono cercano. Mi teoría que a medio camino entre Alcalá y esta importante localidad, se encontraba junto al río Daganzo de Abajo pero eso, quizá, nunca lo sabremos e igual, por eso, había dos alcaldes de Daganzo, tal como contaba Cervantes. Pero leyendo a cerca de ello en libros me he dado cuenta de que estaban mucho más cerca y se conserva un poco de aquel Daganzo de Arriba que, desapareció, bien por un terremoto o por una plaga de hormigas. Que curiosa es la historia.

El café en baso de cristal con el azúcar justo, la leche en la temperatura que quieras, junto al aroma del sitio, bien vale una visita. Además, a un rato caminando, está la iglesia o templo del pueblo que también tiene su valor histórico.
Daganzo fue en su día, hace décadas ya, uno de los pueblos con el boom de natalidad más alto del pais y eso, caminando por las calles, se nota. Aunque, si hay algo cerca, de lo que se puede aprender entre Daganzuelo o la Villa de Daganzo es el pozo, reconvertido seguramente en abrevadero y más tarde en fuente o pilón.

Está genial para ir con niños o no, porque al lado hay un parque muy entretenido.

Las normas anti covid brillan por su ausencia. Camareros y cocinera sin mascarilla o bajada constantemente. Camareros comiendo y bebiendo. Un desastre. No creo que vuelva. La comida bien eso sí.

Un local perfecto para tomar algo fresquito, con tapas en cada ronda y con mucho sol para estar a una temperatura perfecta en esta época del año. Los dueños son super amables y nunca falta de nada. 100% recomendable

Estuvimos sentados en el ventanal y nos daba el solecito.sitio muy agradable y la comida calidad precio muy buena.

Muy buena cocina y buen servicio. Ambiente muy agradable, zona de juegos infantil y mesas en el exterior. Un buen sitio para ir en pareja, con amigos o familia.