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Aunque pudo haber sido una mucho mejor experiencia, en cuanto a que no me hicieron algunas pruebas muy importantes tanto en mi tratamiento de fertilidad como en mi embarazo (pruebas que pudieron ahorrarnos mucho tiempo y sufrimiento, como lo de la resistencia a la insulina que al final fue un síndrome de ovario poliquístico y de haberla hecho nos podría haber ahorrado mucho tiempo en el tratamiento de fertilidad, o de haber hecho en el primer trimestre la prueba de citomegalovirus, que dos años antes ellos sabían que lo tuve {yo no}, y que aunque me hicieron pruebas en el segundo trimestre nadie vio el positivo sino hasta el tercer trimestre, que de haberlo visto y avisado que estaba activo ese virus me hubieran podido ahorrar mucho sufrimiento, puesto que podrían haberme hecho pruebas que en el tercer trimestre ya no se podían {y el último mes pase una depresión pensando que mi bebé podía venir con una malformacion o enfermo, por ese citomegalovirus, en ese momento solo quedaba esperar a que naciera y ver cómo venía, así me lo informaron, solo quedaba que naciera y rogar porque no se hubiera contagiado}) puedo por fortuna decir que todo terminó bien y ahora tenemos a nuestro bebé con nosotros, ya no sé si fue milagro o cuestión de suerte, pero lo importante es que está sano y con nosotros. Y a pesar de esos fallos estoy muy agradecida de aún contar con sanidad pública, y sobre todo con el personal sanitario ya que siempre fueron muy empáticos, desde los celadores, enfermeras, matronas y ginecólogas, y además pude acceder a un tratamiento de fertilidad que en caso de haber tenido que pagarlo no habríamos podido hacerlo, por eso puedo decir que gracias a la sanidad pública, y en concreto al hospital la Paz hoy mi marido y yo somos padres.
Me he llevado una decepción total, pues sin saberlo me estaban haciendo la maniobra de hamilton en la consulta 6 de obstetricia sin permiso y sin consultarlo. Me han provocado contracciones sin necesidad. Ya esta bien de violencia obstetrica, lo denunciaremos.