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El bar de planta baja tiene una muy buena atención al cliente. Tiene una amplia variedad de cokteles, poniendo con ello el detalle del agua y aperitivo. El precio responde a todo ello.
Vistas espectaculares a las Gran Vía. Nosotros hemos ido con las luces de navidad y la vista es simplemente preciosa. Es un sitio romántico, especial y si vas con pareja la vas a sorprender seguro. Es un poco raro porque forma parte del hotel pero luego se está muy cómodo, muy tranquilo. Comida de calidad y atención muy personal. Para repetir seguro.
El sitio está muy chulo, la comida muy rica, el precio es alto pero siendo comida buena y sana. Es verdad q estaba muy vacío y eso ha hecho la estancia más incómoda, demasiada atención xo en general recomendable.
Visito este lugar con frecuencia. Gran hospitalidad brindada por todo el personal. Las bebidas siempre se hacen rápido y a la perfección. Las croquetas de jamón son deliciosas. Este es definitivamente un excelente lugar para tomar una copa con amigos. Gracias por brindar siempre un servicio tan increíble. Definitivamente regresaré
Excepcional experiencia. Para celebrar el Bautizo de mi hijo hice primero una copa de bienvenida en la preciosa coctelería de Garra Bar y después comida en la zona central del Restaurante Somos, con vistas a Gran Vía, cómo se ve en una de las fotos. El evento fue un éxito por todo, la implicación de la persona del hotel que nos lo organizó, la flexibilidad con los tiempos que tuvieron, la amabilidad del personal y el menú (arroz meloso, lubina o solomillo a elegir y de postre torrija y cafés, con barra libre de bebidas). El precio me pareció razonable en relación al sitio, la ubicación y la calidad de la comida. Lo recomiendo totalmente.
Cenamos con un cupón descuento del tenedor. El sitio increíble, con vistas a Gran Vía. La carta ofrece pocas cosas, la presentación de la comida muy buena, aunque de sabor y cantidad normalito teniendo en cuenta los precios. Nos atendió Beatrice muy bien.
Estuvimos el pasado 16 comiendo en el restaurante y la experiencia fue excepcional; gran vista, la comida estaba increíble, pero lo que hizo que fuera de 10 fue la atención de Kirsten: detallista, muy agradable, atento a nosotras en todo momento… Se lo agradeceremos siempre.
La comida excepcional y un trato del servicio por parte de los camareros excelente. Lugar muy agradable con vistas a la Gran Vía magníficas. Volveré otra vez más. TODO UN 10
El entorno genial, pero no se acompaña de la calidad en los vinos y la comida si vas a merendar. Tomamos un sandwich de huevo por el que pagamos 12€, y mejor si te lo haces en casa: pan de muy baja calidad, mal hecho, medio frío, y queso y jamón york, de muy baja calidad también. En una cafetería de un 5 estrellas y por ese dinero, realmente se espera algo más.
Estuvimos en el restaurante Somos situado en la segunda planta del hotel.
Vinimos tras leer las opiniones y porque se podía pagar parte de la cuenta con yums (el tenedor).
Nos situaron en una mesa frente al cristal con unas vistas inmejorables de la Gran Vía.
Te sirven un tentempié de pulpo a la vinagreta que me gustó bastante. Siempre se agradece este detalle.
Pedimos unas croquetas para comenzar, estaban muy buenas, cremosas y con grandes trozos de jamón. Repetiría.
De platos principales tomé el entrecot que estaba muy bueno de sabor y en su punto. Venía con dos salsas (que no puedes cambiar) una picante y otra salsa de carne que me sabía a esas con concentrado de carne.no le iba nada bien al entrecot. Hubiera preferido una salsa de nata, roquefort, pimienta o setas. Con estas no se falla.
También pedimos carrilleras, no soy muy fan, pero he de decir que estaban ricas y super tiernas. Quizá la batata le daba demasiado dulzor al plato.
Por último tomamos la tarta de queso que fue en lo que más flaqueó la comida. No estaba mal pero tampoco para repetir.
La cuenta final fueron 49 euros (descontando 25 que se pagaron con yums).
Es algo carete pero dada la ubicación y el buen servicio entiendo que estén esos precios.
Fui de comida de empresa a una cata de vinos y nos fueron explicando el origen de los vinos y lo que experimentaríamos según lo que íbamos comiendo. Tanto la comida como los vinos eran espectaculares. Destacar la ubicación y las vistas impresionantes de la Gran Vía y por supuesto el personal que fue muy atento en todo momento.
Pedí un Née goreng. Incomible. La verdura totalmente quemada. Pague. Se le comenté al camarero pero como toda! Disculpa que se lo diria al cocinero. No se podía comer ni por el sabor ni por el olor. Se veía toda la verdura muy fina totalmente quemada. Una pena.
Excepcionales vistas y personal muy amable. La calidad y la presentación de la comida también tiene una nota realmente alta. La cantidad, buena. La adecuada
Una ubicación excelente, vistas estupendas y una calidad de producto que no desmerece a precios que sin ser baratos son comedidos. A destacar la atención del personal Aitor y Fernando en nuestro caso.
Quería comentar que mi experiencia en el restaurante ha sido de 10/10. No tengo ninguna pega porque he tenido un trato exquisito ya que estaban atentos en todo momento y sobre todo la amabilidad que han tenido. Luego, la carta es variada por lo que facilita tener una buena elección. La comida que pedí ha tenido una presentación y calidad estupenda. Para terminar, quería enfatizar el lugar porque es un lugar muy romántico y especial ya que cuidan cada detalle para que el personal estuviera agusto.
Hemos asistido a una cata de vinos con menú degustación. Excelente selección de caldos y rico maridaje con especialidades gastronómicas. Gabriel, un gran profesional pendiente de todo. Mil gracias por la experiencia!
He ido varias veces y pasa a menudo, los camareros dan prioridad a los turistas, a veces tardan mucho tiempo en atenderte y cuando pides, en servirte. Son lentos.
La comida muy bien elaborada, pulpo, croquetas y postre muy bueno. El personal encantador y buenas vistas de la Gran Vía madrileña. De precio, alrededor de 35 euros por persona.
Bonita vista, el servicio regular: fuimos con motivo del hotel tapa tour y se les pasó ponernos cubierto y servilleta, tuvimos que pedirlo, porque la croqueta bien, pero la tapa pedía cuchillo y tenedor. Eso sí, muy amables.
Bonitas vistas de la Gran Vía y cuidada decoración interior, este restaurante podría elegirse sin duda para una cena romántica. El menú degustación da un pequeño repaso a la gastronomía española, pensado con un toque de "tapas" en los entrantes y un principal más contundente aunque sin excesos, muy sabroso para público nacional e internacional. Un buen sitio para comer y celebrar.
Lo hemos visitado en alguna ocasión y para nosotros lo mejor son las vistas que tiene. Puedes pasar un rato agradable tomando por ejemplo un cóctel que los preparan bien
A mi juicio, uno de los bares de hotel más bonitos de Madrid. El interiorismo del lobby del hotel y del bar creo que es de Jaime Hayón (y me encanta el oso que hay en la entrada)
Solo por las vistas que tiene a la Plaza de España de Madrid (se ve el edificio de España) ya merece la pena comer en este restaurante.
Pero es que, además, la 'garra' con la que está preparada su carta, al más puro estilo madrileño con tintes modernistas (sin perder lo clásico de vista) te hará repetir para vivir la experiencia chulapa más refinada.
No te pierdas las torrijas de postre. Merecen la pena.
Lo mejor es dejarse aconsejar por el servicio (atento y te explican todos los platos) si no te decides por qué comer. La mejor opción es maridarlo todo con sus vinazos.
Especial lugar para tomarse un maravilloso cóctel La atención es exquisita y la carta de cócteles muy interesante. El ambiente y la decoración (incluida la selección musical) años 50 no defrauda.
La ubicación es excelente, unas vistas privilegiadas sobre la Gran Vía y la Plaza España. Ambiente acogedor y servicio de la camarera impecable, amable y eficiente. El menú ejecutivo todo un acierto, magnífica relación precio calidad. Merece pedirlo.
Restaurante Somos ubicado en la 2 planta del hotel Barceló Torre de Madrid. Atención exquisita de los camareros muy serviciales. Vistas a plaza España y Gran Vía desde cualquier mesa del restaurante. Vayamos a lo importante.la comida. Pedimos dos media ración (8€ cada una) de croquetas de carabineros y otra de jamón. Mucho mejor la de carabineros y eso que no soy muy de marisco. De principales pedimos entrecot dos salsas y satay de pollo. El entrecot bueno pero las salsas una parecía soja a secas y la otra era super picante (ojo que pica bastante) y el satay buenísimo el pollo perfecto y la salsa de cacahuete increíble. Los acompañantes cómo arroz o patatas de los principales se pagan a parte (2'5€ las patatas) Postre. Todo chocolate. Muy muy rico un brownie con bola de chocolate y frutas esparcidas. Muy recomendable. Resumen: es un restaurante para ocasiones especiales donde yo recomendaría las croquetas de carabineros, el satay y el postre. Bebidas bastante caras (5€ copa de vino).
Un sabor bastante agridulce. Un local bastante bonito con unas vistas unicas pero una atención deficiente y una elaboración que no está a la altura.
La calidad de la materia si que estaba bien pero una elaboración que no está a la altura del precio. Unas croquetas bastante simples y unas costillas de lechal especialmente secas, que por la calidad del sitio no se debería de permitir.
El restaurante Somos está en la segunda planta del hotel Barceló Torre de Madrid, por lo que ofrece preciosas vistas a la Gran Via. Me encantó el trato recibido en todo momento por parte del personal y nos sentimos muy a gusto durante toda la cena ya que fueron muy atentos pero dejándonos nuestro espacio, lo cual agradecí profundamente. La comida estaba deliciosa y pagamos unos 50 euros por persona (con botella de vino y postres).
El lugar está ubicado en un sitio privilegiado y con unas vistas sobre la Plaza de España y la calle Gran Vía inmejorables. En cuanto al diseño es moderno y todo está muy cuidado.
Además el servicio es excelente y la comida exquisita. Lo elegí para celebrar un evento y, sin duda, volvería a repetir y a recomendarlo.
Lo primero que hay que decir, es que dada su situación en la torre de Madrid, tiene unas vistas privilegiadas hacia la Gran Vía, que en Navidad, cuando estuvimos nosotros, fue precioso. Una vez dicho esto, la atención desde un principio fue genial. Camareras muy atentas y serviciales. Los platos muy buenos, unas texturas y contrastes dignos de cualquier foodie. Para mi gusto, faltó algo de cantidad, sobretodo en la lubina, pero por lo demás, excelente.
El restaurante está ubicado en la 2ª planta del hotel y las vistas son perfectas, sobre la Plaza de España, y calles cercanas como Princesa, Gran Vía, etc. La atención es correcta, acorde al establecimiento. La comida, sin embargo, es escasa, y muy cara para lo que ofrecen. No hay nada destacable que incite a volver. Hay multitud de opciones más recomendables en los alrededores.
Un sitio perfecto para tomarte algo, cenar o pasar un rato con amigos. Un ambiente agradable, servicio excelente y comida muy buena. Sitio recomendable! El sitio está muy bien decorado, cuenta con una parte de restaurante y una de pub lo que la hace un lugar único para poder cenar y luego quedarte a tomar una copa.