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Hípica al lado del pardo, con una cafetería interior en la que se puede ver una de las pistas de aprendizaje. También dispone de una terraza con sombra. Negocio familiar cuyo dueño es un apasionado de los caballos. Lugar muy agradable para pasar una sobremesa.
Gracias a un amigo descubrí el molino es un sitio fantástico para ir con el perro y comer o tomarse una copa a última hora de la tarde el dueño Jose Luis es un auténtico encanto de estas personas que siempre que te ven saludan y te pregunta qué tal te va francamente no entiendo las malas reseñas acerca de los caballos siempre están bien cuidados y limpios. Además es una gozada como ya digo ir con tu perrito y poder dejarlo disfrutar medianamente libre no como en otros sitios de Madrid, que los tienes que tener atados o simplemente no te dejan llevarlos por lo tanto dar gracias a todo el equipo y en especial a Jose Luis y por cierto el menú si tiene un precio relativamente costoso pero la calidad es increíble.
Muy mal. Los camareros no te atienden, previos muy caros para la calidad mala que Dan. No ponen ni un aperitivo. Ha debido de cambiar de dueño y FATAL.
Una experiencia increíble. Hicimos una ruta guiada con Andrés súper top y divertida. La sensación de libertad y las vistas a todo Madrid y eso que estuve a punto de no hacerla por que hacía un poco de frío, pero cómo nos dijo a recepcionista “ Encima del caballo hay calefacción “. Lo recomiendo totalmente. Planazo a pocos minutos de madrid.
Me parece vergonzoso el trato que reciben los caballos de las clases de iniciación porque no se molestan ni en limpiar los cascos de los caballos, ni en darles un cepillado en condiciones. Hay una yegua que se llama Mariposa que tiene hasta rastas en la crín. Además las monturas están destrozadas abiertas por los lados y con el relleno salido.
Vinimos hace 5 meses y todo muy bien, pero hoy a sido todo pésimo, pagar 25€ por un menú que estaba todo frió, fideos pasados, pimientos rellenos de perdiz templados tirando a frió, lomo de vaca imposible de cortar cuando te dan cuchillos para untar mantequilla. Todos los platos que iban acompañados de patatas estaban súper frías, tuvimos que pedir varias veces las bebidas algunos hemos terminado de comer el primer plato y seguíamos sin tener las bebidas, todos con el primer plato también casi terminado y nos faltaba 1 plato por servir. La atención de la camarera buena hizo lo que pudo pero demasiada gente para pocos camareros, vamos que ya no vuelvo a este sitio.
Gran sitio para aprender y disfrutar. Gran ubicación, muy buen ambiente y servicio, tanto en la hípica como en el restaurante. Te sientes como en casa.
Los profesores son muy buenos. Yo destaco a Mati, muy profesional, tiene paciencia y enseña muy bien. Se aprende mucho en poco tiempo.
El trato es muy bueno. Me facilitaron mucho el proceso de incorporar a las clases dándome el horario que quería. Las monitoras son muy majas. Tiene un espacio cubierto para los días lluviosos. Así nunca perderemos la session. Estoy súper contenta con el servicio. Recomendado
Atencion correcta pero, los niños fueron a celebrar un cumple montando a caballo y sólo pudieron dar 3 vueltas en parejas. Lo disfrutan más cuando van todos juntos. Además, un señor que debía ser el dueño (fumando puro) les llamó la atención en un tono que no me gustó. Los niños alborotan, si no te gusta, no celebres cumpleaños.
Las instalaciones son ideales durante todo el año, en verano de 2 a 3 grados menos que en la ciudad. Ideal para familias inclusive con niños o grupos numerosos, gran aparcamiento y menú del día. Me cuentan que están pensando en rutas a caballo y posterior comida, no obstante puedes hacerlo reservando tu ruta y tu mesa por teléfono, supongo que el paquete saldrá algo más económico. La hamburguesa y el salmorejo genial! Los saquitos de morcilla y croquetas de sobrasada de Mallorca pata estómagos fuertes. Manteles y servilletas de papel, menú sobre 18,20 €
Cuidado con los mejillones que ponen de aperitivo, hemos acabado 4 personas vomitando y con mal estado los dos días siguientes. Deberían tener más cuidado con el estado de la comida que sirven, ya que provoca una experiencia que no quiero recordar.
No puedo dar una valoración completa ya que solo he tomado café, pero la ubicación es fantástica, campo en pleno Madrid, como plus, las instalaciones hípicas y ver los caballos, la carta tiene buena pinta a precios razonables, volveremos, esta vez a comer