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Un desastre de oficina. Me engañaron en todo, por envidia. Tenía un negocio, confié en ellos en todo, hasta ingresar un premio de lotería. Y al final de cuentas, con la pandemia, con mi padre fallecido y con muchas dificultades, me abandonaron y peor aún, cometieron ilegalidades en los ICO. No os fiéis de ellos. Pero el Karma y la justicia, les harán pagar a cada uno.
Explico los hechos para que a nadie le suceda lo mismo que a nosotros: 1. Primero fuimos para averiguar si nuestra situación financiera nos permitía acceder a una hipoteca con Madrid Joven. A lo que nos solicitaron información y entregamos. 2. Luego de unas semanas nos confirmaron que estabamos ok y que para continuar deberíamos presentar la reserva de una casa. 3. Las inmobiliarias nos informaron que si reservamos y no nos daban la hipoteca debiamos presentar la negativa del banco para que nos la devuelvan. Al consultar con el banco nos dijieron que no había problema. 4. Entregamos al banco la reserva y luego de dos semanas nos dijieron que, luego de un "pre-estudio", debiamos presentar un aval solvente (lo cual no nos dijieron al principio) 5. Al no tener un aval, solicitamos la negativa de la hipoteca para que nos devuelvan la reserva y se negaron a darla ya que no se habia presentado hipoteca sino solo se habia hecho un pre-estudio
MAL ASESORAMIENTO, MALA PREDISPOSICIÓN Y PÉSIMA ATENCIÓN!
LORENA Y LOS EMPLEADOS UNOS INEPTOS, INOPERANTE, POCO PROFESIONALES!
Excelente atención a la hora de atendernos para gestionar nuestra hipoteca, desde el primer momento Fernando, y luego sus compañeros César y Lorena nos trataron con amabilidad y proporcionaron una atención al cliente de calidad que ya rara vez se ve en una sucursal/entidad bancaria. Todo bien explicado, atención teléfono y por email rápida y eficaz, y seguimiento en el tema gestoría y notaría. Ibercaja me ha sorprendido de forma muy grata, estoy muy contenta con ellos y espero nuestra relación profesional siga siendo así.
Seguramente una gran entidad financiera, ahora, creo que debería comprar a sus empleados un buen cenicero para fumar en la puerta, es intolerable que usen las plantas frente a su sede como basurero.
La subdirectora de la oficina, Lorena, nos estafó. En concreto nos cambió las condiciones de la hipoteca unas horas antes de la firma para que ya no tuviéramos margen de maniobra -la única opción era echarnos atrás y perder las arras-. Después de más de 20 años en Ibercaja me cambio de banco gracias a ella y tenemos pendiente interponer demanda.
Gran atención y dedicación por parte del director Cesar y de Lorena. Una atención personalizada y con todas las facilidades del mundo que ya no se encuentra en ningún otro banco. El trato de 10. Lo recomendaremos sin duda.