Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Servicio voluntarioso, sin más. Calidad mediana, tirando a menos. Cobran 3€ por un vaso de cerveza, al que llaman DOBLE pero que en realidad es UN poco más grande que una caña de toda la vida. Aperitivo con horas y horas de llevar hecho y aburrido de esperar en la vitrina. En fin…….
Pides una cerveza y no te la sirven por no cambiar el barril y venderte botellines de marca distinta al que sirven de barril y no cambiarlo y servirte lo que pides los baños sucios y falta de limpieza muy mal
Pésimo servicio es muy mal educada la chica joven que atiende por las mañanas hoy día lunes le pregunté si me podía preparar una bocata o si tenía y me gritó que solo había en mostrador pero de la peor manera posible frente a otras personas que se quedaron flipados también
La verdad que deja mucho que desear. Una ración de jamón ibérico? Se su pone con un pan del día anterior. Nose, si cuesta menos hacer las cosas bien que mal
Muy bueno y abundante por el precio. La relación calidad-precio es excelente y las cantidades son más que generosas. Las camareras super agradables y atentas. Las croquetas se estaban derritiendo y la tortilla cremosa a la perfección.
Gran lugar para desayunar. Gran atención de la camarera Kemberly, muy atenta y agradable en todo momento. Asi da gusto. Sin duda lo mejor de Pinar de Chamartín. Sin duda muy recomendable. Volveremos
Cuándo viene un cliente al restaurante, quiere que se le atienda. Pues la camarera sigue charlando con algún conocido y el cliente le da igual. El cliente se va y no vuelve nunca, jamás. Ha pasado a las 12: 30 de la mañana. Hasta nunca.
Este es un bar muy bueno en desayunos tapas y muy buen servicio. Ay una cosa que no me gusta que antes de desayunar te piden que pagues porque ay clientes de paso se van sin pagar. Que pena. Yo desayuno todos los días aquí. Gracias
4’60 un bocadillo de risa.pequeño además que lo calientan en el microondas y el pan se queda chicloso.la cantidad, de risa y la calidad de vergüenza.la tía muy maja por cierto pero un robo.
Hemos pasado esta mañana mi novio y yo a por unos cafés para llevar y el chicoque nos atendió, Germán, no podía ser más borde. No nos funcionaba el contacless para pagar y nos empezó a hablar fatal, muy naleducado. El café malísimo por cierto, sabe a quemado seguramente por falta de limpieza de la cafetera.
Sólo me he tomado un café, bastante bueno por cierto, pero estaban preparando la barra con los aperitivos y daban ganas de quedarse al vermut. Muy buen aspecto. Habrá que probarlos
Caña pequeña a 2 euros, de tapa un panecillo de supermercado con unos 10 gramos de ensaladilla rusa. Ni rastro de los pinchos que aparecen con tan buena pinta en las fotos. Personal muy frío. Es un lugar pronto veremos cerrado o con otro dueño.
El dueño es socio de los otros negocios de la misma calle. Ni rastro de las tapas que salen en la foto. El bar se llama jamón jamón pero ni rastro de lo que es un buen jamón. Pongo dos estrellas porque el chico que atiende es amable. Pero la calidad deja que desear.
El trato con el cliente deja mucho que desear, casi parece que molesta que vayas a consumir. El pincho de tortilla estaba MUY salado. Desconozco el resto de la carta, pero la primera impresión tampoco me animó demasiado a querer conocerla.
Pues menu del dia mas que correcto por 10€, el abuelo aun atiende y controla. Hoy Viernes hay gente del lugar de comida en diferentes mesas, se nota que son del barrio. ¿chupito de la casa? Claro que si guapi!
Muy decepcionado con el servicio recibido. Muy malos modales. He trabajado muchos años en hostelería y como profesional del sector me avergüenzo de cómo me han tratado. Había quedado para comer con 3 compañeros y cómo tenía la mañana libre llegué con bastante antelación. Ocupé una mesa de 4 y me tomé un café para hacer tiempo. De muy malas maneras uno de lo trabajadores me dijo que no podía estar ocupando una hora una mesa de 4 para tomar un café. (Aclaro que local estaba prácticamente vacío). Entre algunos otros comentarios nada agradables. Así que pagué mi café y me marché, a buscar otro lugar donde se trate al cliente, como mínimo, con educación. Somos personas, he trabajado en hostelería 12 años, y hay maneras y maneras de tratar al cliente. Elegimos este lugar para comer porque estaba junto a la parada de metro, pero merece la pena caminar un poco, y pagar más, por recibir el mínimo de educación en el trato.